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No puedo cubrir mi cara con una almohada cuando mi hija está llorando a las 6 am.

Me pongo de pie para cargarla, por más que la muevo para que duerma o le de pecho, no deja de llorar. Comienzo a estresarme así que opto por irme a caminar con ella.

La dejo un momento para cambiarme, un pantalón y y blusa de tirantes negra, a mi bebé la cambio por un pañalero de manga corta, me gusta arreglarla bien y linda.

Bajo con ella y saco la carriola para pasearla, la acuesto en ella, no es necesario que abroche su cinturón. Apenas saldrá el sol, por lo que es un buen momento de un paseo.

-¿te gusta el aire, amor?.-la veo, tiene los ojos abiertos.

Caminamos al parque que nos queda cerca, hay pocas personas, tomo asiento viendo fijamente a mi bebé, protegiéndola de que nada la lastime.

-¿me puedo sentar?.-dice un hombre alado de mi, le digo que si y vuelvo la vista a mi bebé. El sujeto se tomó asiento suspira cansado.-¿Se puede saber que hace una mamasita como tú a estas horas?.

-¿disculpa?.-pregunto indignada, este lleva la mano a la cabeza.

-lo siento, ando muy borracho.-dice y me le quedo viendo fijamente.-Y como castigo me pidieron que trajera a mi sobrino al parque.

-Buena suerte.-digo poniéndome de pie y dispuesta a  irme a otro parque si es necesario, no quería que me molestara un hombre ebrio.

-Perdón, me llamo Gabriel.-toma mi mano, lo suelto rápidamente.

-Morgan.-digo y este intenta ver a mi hija.

-un placer.-no parece tan malo, así que tomo asiento.

-¿estuvo buena la fiesta?.-sacó a Olivia y la acuesto contra mi pecho.

-un poco, linda niña, ¿cómo se llama?.-pregunta acariciando su mano.

-Olivia.-respondí, el niño que está cuidando viene corriendo hacia nosotros.

-el es Jonathan.-saludó al pequeño.-No quiero sonar grosero pero eres hermosa.-suelto a reír agachando la mirada, el pequeño se va a jugar.

-Gracias pero tengo esposo.-este se queda callado.-.y mi bebé es de él también.

-No sabía, lo siento.-se pone a reír.-no puedo creer que estaba coqueteando con una casada, ¿y donde está el?.

-En prision pagando algo que él no hizo..-respondí, Olivia toma mi dedo y lo abraza.

-¿eres la esposa de Sebastian Stan?.-pregunta y muevo la cabeza en un "si".-diablos, otra disculpa de mi parte, trabajo en ese viñedo y apenas me doy cuenta.

-A mi me exiliaron solo por amarlo.-el acaricia mi hombro dándome apoyo.-Bueno, Gabriel, fue un gusto conocerte.-digo poniéndome de pie para irme.-.y espero que tu castigo haya sido perdonado.

-Es gusto es mío, pero si necesitas algo puedes llamarme.-saca un papel y una pluma, escribe algo por lo que supongo que es su número de teléfono.-.cualquier cosa, no lo dudes.

-Gracias.-digo sonriendo, meto a Olivia al carrito.

-espero que podamos conocernos y ser amigos.-camino unos cuantos pasos lejos de él.-adiós, hermosa.

Inclinó la cabeza riendo y me despido desde lejos.

Mi corazón ya le pertenece a alguien, lo prometí y así será. También prometí que a donde él fuera iría por él a buscarlo y traerlo de vuelta a mi. Eso haré, por que él a mi no me dejará de nuevo, no dejaré que se rinda.

CHATEAUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora