79

214 13 0
                                    


Sebastian.

Veo desde donde estoy acostado como ella se pone su pantalón, tiene 8 semanas de embarazo, los pantalones no le tardan en que ya no le queden, amo verla, cada movimiento suyo me hace sentir feliz de que esté viva.

Ella y yo vamos a todas sus citas con la pediatra que le da su seguimiento, siempre nos dice que el bebé está bien y que no hay de que preocuparse.

Se coloca su blusa roja que le queda un poco larga, peina su cabello en una trenza, hoy es nuestro día de descanso, por lo que ella y yo tenemos un día planeado para nosotros. Tenemos que ir a ver cómo está quedando la construcción de la casa, además de que Lisa quiere diseñar las habitaciones.

-Sebastian, no te volveré a pedir que te levantes y te arregles.-me dice Morgan apuntándome con el dedo índice.-me voy sin ti.

-Ya voy.-me pongo de pie, me pongo un pantalón de mezclilla, una camisa de botones azul oscuro, con unos tenis blancos.

Voy a la cocina donde Morgan me está esperando con una canasta con sándwiches que hizo para los trabajadores. Bajamos y abordamos el auto, manejo hacia la construcción de nuestra casa, Lisa nos está esperando allá para decirle que habitación será para quien.

Llegamos, la casa está apunto de ser terminada, bajamos del auto, Lisa nos espera de pie junto a la casa con su iPad, llegamos a ella, la abrazo y después abraza a Morgan.

-¿como esta mi sobrino?.-acaricia el estómago de Morgan.

-Bien, la pediatra dice que está todo bien.-responde mi esposa.-¿ya entraste?.

-los estuve esperando para que me dijeran.-entramos, los obreros siguen trabajando, los saluda Morgan agradeciéndoles por seguir trabajando y les da la canasta al jefe para que las reparta.

-Aqui será la sala.-entramos a la primera parte, Stacy toma fotografía del lugar. Nos vamos a la otra habitación, es mediana.-El gran comedor, para cenas y por allá la cocina.-entramos a otro lugar, hay una enorme ventana, en ella un lugar para sentarse.-Aquí una oficina, para Sebastian y para mi, un lugar tranquilo.

-cuando quieras cambiar de lugar las cosas me avisas.-dice Lisa, subimos al segundo piso, las primeras dos habitaciones y e baño las pidió sencillas, ya que serán para los visitantes. Entramos a una, la más grande que será de nosotros, con armario para dos y el baño.

-y está...-entramos, se queda quieta en su lugar.-la quiero vacía.

-puede ser una buena habitación.-dice Lisa, Morgan niega.

-No quiero apresurar las cosas respecto al embarazo.-responde mirándome.-primero quiero que nazca sano y salvo.

-Muy bien, entonces estará vacía.-sonríe guardando el iPad.-por cierto quisiera hablar contigo sobre el color que tendrá cada habitación por dentro.

-si, por supuesto.-mi esposa me deja.

Me quedo de pie en medio de la habitación, imaginando como se verá, de qué color, que juguetes estarán tirados en el suelo. En ningún momento en mi vida me visualicé como padre de familia, siempre me miré como un solterón, con diferentes chicas, siendo un don Juan, dejaba corazones rotos, solamente me han roto el corazón dos personas: Jenny y Morgan.

Con Jenny si sentí amor, incluso cuando éramos amigos lo sentía, pero estando en una relación pensé que era mejor ser amigos, al paso del tiempo entendí que confundí las cosas, cuando me dejo por primera vez no sentí nada, era lo mismo cuando yo dejaba a alguien. Pero la segunda vez que la perdí y pasa siempre dolió, sentí como me arrancaban su pedazo dentro de mi.

En cambio Morgan es mi punto débil, cuando la deje no me encontraba y más cuando estaba apunto de casarse, en algún punto no sabía que sentía por ella, es una increíble chica, inteligente y amorosa, destila amor por los poros de su hermosa cara. Cuando ella se quedó conmigo el día que estuve muy mal por la muerte de Jenny, ella estuvo ahí conmigo, incluso cuando lo tenía prohibido, ella me amo cuando yo no lo hacía y cuando no debía.

Pero véanme aquí, siendo su compañero de vida y consumido por ella, doblegando ante ella, ante mi diosa, madre de nuestro bebé, jamás me mire teniendo un bebé, pero sé que ella por dentro quería uno, así que le di esa felicidad, para que estuviese conmigo feliz.

-Amor.-me llama desde la puerta.-es hora de irnos.

-¿todo está listo?.-ella asiente con una sonrisa, la sigo mientras camina con Lisa.

-La agencia para la que trabajo tiene contactos de excelentes mueblerías aquí en la ciudad.-mi teléfono vibra y leo el mensaje de un número desconocido que me acaba de llegar.

Disfrútala mientras puedas.

Enarcó la ceja, debe ser Michael molestando, por lo que guardo el teléfono, nada le pasará mientras yo siga vivo y siga con ella.

-Les daré los contactos en cuanto termine la decoración.-dice mi hermana subiendo a su auto.

-Que sea lo más rápido posible.-Morgan me ve con una ceja enarcada.

-No me apresures hermano, adiós lo quiero.-se va.

-¿por que tanta prisa?.-me pregunta mientras caminamos al auto.

-Por que ya quiero mudarme.-se detiene.

-¿no te gusta el departamento?.-inquiere, niego regresando por ella.

-No es que...siento que estaremos más seguros aquí.-la abrazo. Moriré si a ella le sucede algo, las amenazas de Michael son en serio y lo supe a la mala.

-Bien, por que tenía pensando en cuanto nos mudemos, le daré el departamento a Stacy.-volvemos al auto y se oye bien la idea.

-te amo.-le digo y ella sonríe abrochando su cinturón, me inclino para besarla.

-yo también te amo.-me dice, le sonrió y le cierro la puerta.

Veo para todos lados, si no hay nadie viéndome o acechando, enciendo el auto y nos vamos de ahí.

CHATEAUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora