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Taylor Swift: Delicate

Cuando tenía 10 años, pensé que mi primer beso de amor sería con un príncipe que me rescataria, a los 15 años creía que lo daría en un juego, verdad o reto, con un chico o chica, pero ahora a los 18 años, lo haria con la personas que me gusta...

Y aquí estoy...se hizo realidad.

Probando los labios de Sebastian, sabor a menta, sentí que estaba en las nubes, sus manos quienes se mantenían en mi cintura aferrados. Me deje llevar por el, hasta que algo en mi dijo que no estaba bien, di un paso hacia atrás y me aleje de el limpiando mi boca, aunque me gusto esto no podría ser.

-No, Sebastian.-dije caminando a la casa.

-¿Por que no?.-me siguió, entre y por suerte no había nadie que nos mirara y escuchara.

-por que no esta bien.-subi las escaleras tratando de dejarlo pero él estaba aferrado en seguirme e insistirme.

-Oh por favor.-me detuve y voltee a verlo impresionada por que me suplico, efectivamente él estaba suplicando.

-Alguien se puede enterar.-me tomo de la cintura, el estaba a dos escalones abajo de mi y tenía que ver hacia abajo, hacia sus ojos.

-¿y si nadie se entera?.-reí por lo canalla que era, intentó besarme pero lo detuve.

-¿Eso haces cuando quieres conquistar a una chica?.-me aparte de el.-ademas, que desesperado té ves.-seguí con mi camino y entre a mi habitación.

-Morgan, por favor.-le cerré la puerta en la cara. Me lanze a la cama y sonrei mirando el techo.-Igual ya sabes donde encontrarme.

Mire la puerta, cubri mi cara y patalee feliz. La sensación de sus labios junto con los míos fue asombroso, la manera en que manejaba en mi todo.

Veo al techo, lo que acabo de hacer es algo que no se podrá reparar, ahora tendré que abstenerme a que todo el tiempo me vea, que la tensión se haga presente entre nosotros. Pero me la puedo aguantar.

Sólo se que dormire bien...

***

Baje a la cocina, estaba preparada para ir a la Universidad, mi mamá tomaba café, Sebastian me miró con una sonrisa y yo como lo prometí, puedo aguantarme, Michael en una llamada.
Tomé la cafetera y me serví un poco, después tome la leche, podía sentir su mirada en cada movimiento que hacia, hasta cuando mi pecho se inflaba cuando respiraba, volteó un poco y así era, me miraba con total atención.

-¿Cómo te fue con tu cita, amor?.-escuché a mi preguntar, me giré para poder verla.

-Mal.-dije tomando café, volteó a verme.-Resulta que es fan tuyo y que sólo me utilizó para conocerte.-su barbilla cayó al suelo, sus lentes bajaron un poco.

-Que patan.-asenti caminando a la mesa.-Dime que le diste su merecido.

-le lanze el vaso con agua.-Michael se acercó a mi.

-Ya llegará el indicado.-me dijo dandome una sonrisa, yo sólo asenti y mire a Sebastian.-¿además le dijiste que tu mamá ya tiene a alguien?.-todos excepto Sebastian ríen.

-¿te llevo a la Universidad?.-Sebastian se puso de pie, ya note lo que quería y no pienso darle lo que quiere.

-No, gracias.-apretó la mandibula con una sonrisa sin mostrar los dientes.-.Stacy me llevará...adiós mamá, adiós Michael.-salí de la casa, Seb me siguió hasta afuera.

-¿Seguiras negando lo que paso ayer?.-me acorralo junto a su carro, mantuve la mirada en sus ojos, no debía mostrarme débil ante el.-Vamos, Morgan, nadie se va enterar.

-No es eso.-dije tomando su mano.-.es que no soy de esas que te abrirán las piernas tan fácil.-soltó una carcajada.-.esas a las que traes en las noches a escondidas.-dejó de reír y se puso serio.-¿Creiste que no me daría cuenta?.

-Ellas son sólo de una noche.-me aparte de el.-pero tu...-pongo los ojos en blanco, ese cuento lo he escuchado y no quiero hacerlo.

-Adiós, Sebastian.-suspire cansada Y llega Stacy, se quitó los lentes y me miró, después a Sebastian.-Te vere allá.

***

Nos habíamos ido a otra parte, quería hacer sufrir a Sebastian, darme tiempo de saber si es lo que quiero. Esto no era posible, nada de lo que siento por el era lo correcto, esto es como...¿Incesto?.

-No, no es incesto.-dijo Stacy comiendo helado, levantó el dedo indice para comenzar a hablar.-Por que ustedes dos no son hermanos de sangre, entonces sería como...¿Medio Incesto?.-me encogi de hombros.-Ay no lo se, tu anda con el y ya deja de ponerte muros.

-Pero si el es distinto a mi.-dije mirando hacia donde el estaba, hablando con sus amigos.-Y...yo No se nada de el, es delicado todo esto.

-comiencen con una cita.-negue tomando una cucharada de helado.-tampoco te avientes.

-Tal vez no quiera nada serio.-Sebastian me miró.

-¿Y si quiere tener algo serio contigo?.-la mire, después a él, su mirada aún estaba en mi.-Morgan, la vida es un riesgo, si no te atreves no estas viviendo, él puede ser distinto a lo que tú piensas.

Lo quiero, en verdad lo quiero, aún más cuando se pone en ese modo, chaqueta negra, camisa blanca, sus pantalones oscuros de mezclilla, todo eso hace que caiga perdidamente enamorada de el.

Debo hacerlo, tal vez nadie deba enterarse, dicen que las mejores historias de amor son las que están prohibidas...

-Bien, tomare el riesgo.-dije y ella aplaudió.

-ve por el, chica.-Me puse de pie.-Todo a su tiempo y no te preocupes.

El venía hacia mi....

CHATEAUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora