33

335 17 1
                                    


Sonó el timbre y guarde mis libros en mi mochila, Stacy salió primero y yo la seguiría. Revise debajo si no olvide nada, al ver que no había nada decidí irme.

-¿Vendrás a mi casa para hacer el trabajo?.-le pregunté a Stacy.

-si, claro.-respondió, Sebastian salió temprano y tuvo que irse para alistarse para irse a trabajar. Bajaba los escalones mientras sacaba mi teléfono.-.¿esa no es tu mamá?.

Levante la cara en shock y esperando no encontrármela, sujetaba su bolso, en cambio le sostenía la mirada, la pasamos de largo para ir al auto, aún así ella me estaba siguiendo.

-Morgan.-solté la puerta del auto de Stacy, me gire sobre mis talones.-¿Podemos hablar?.

-¿que quieres, Adele?.-soné cortante, tomo mi mano suplicando.

-por favor, vuelve.-negué y la solté.-Escucha, Sebastian se irá a ....

-¿todavía lo vas a correr?.-comienzo a reír.-No.

-Escúchame, eres mi hija y te vendrás conmigo.-apretó muy fuerte mi mano, solté un quejido.-me darás las llaves del apartamento.

-¡No!.-exclamé safandomé de su agarre.-ese apartamento es mío, no me vuelvas a buscar por qué no iré contigo, aún no puedo perdonarte.

-escúchame, es algo que no puedo explicarte.-abrí la puerta. Me quede pensando varios segundos, tal vez estaba siendo un poco mala.

-cuando estés lista, dímelo, pero de que no me separare de él no lo haré.-entre al auto. Stacy encendió el auto y nos fuimos de la escuela.

***

Por fin terminamos la investigación de campo que nos habían encargado. Caí en la cama rendida, Stacy a un lado de mi, ambas mirábamos el techo tratando de encontrarle algo diferente.

-¿Como le va a Sebastian en su trabajo?.-asentí sin dejar de mirar el techo.

-bien, le va bien.-se dio la vuelta quedando boca bajo. La mire con atención, pues me miraba no tan convencida.-¿sucede algo?.

-No lo se, tu dime.-arquee una ceja, no entendía nada.-¿segura?.

-Bueno...aveces si llega tarde pero todo está bien entre nosotros.-asintió volteándose, sobe mi cuello, tenía una pequeña marca.

-¿Vamos a una fiesta?.-empujo de mi hombro insistiendo.-ándale, di que si, ¿siiii?.-cerré los ojos frustrada.

-Bien.-respondí fastidiada.-¿en donde es?.

-es en la casa de un riquíllo.-asentí, bueno por lo menos habrá algo de seguridad.-hay una casa espectacular un poco lejos de la tuya así que será asombrosa.

-Le mandaré mensaje a Sebastian.-iba enviarle un texto pero me arrebató mi celular.-Stacy...

-ya, Morgan.-se puso de pie y caminó a mi armario .-no seas mandilona, la diversión la encontrarás en todas partes, en una simple cama con el.

Use de atuendo una falda color negra junto a una blusa rosa, ni siquiera me dio oportunidad de escribirle una nota a Sebastian de que saldría, pero tenía razón, debía divertirme. Salimos del apartamento para irnos hacia las fiesta.

La casa si era grande, muy bonita a decir verdad, estacionó el auto y entramos algo nerviosas, bueno, al menos yo por que no conocía a nadie.

Había demasiadas personas, arriba y a bajo, afuera y a dentro. Me mantenía sujetada de su mano para no perderme y no quería que pasara un desastre como la otra vez, fuimos a la cocina por un vaso de cerveza.

-No tomaremos tanto.-dije caminando a fuera de la casa, íbamos a tomar asiento cerca de la alberca. Cuando veo a alguien sentado al que conozco.

-¿Morgan?.-Jace me saludo poniéndose de pie, lo salude con un beso en la mejilla.

-hola.-tomamos asiento, bebí de mi cerveza y mire a Stacy ya conversando con un chico.

-¿como haz estado?.-me pregunto Jace poniéndome toda su atención.

-bien, ¿y tu?.-tomo un trago. Hice lo mismo para liberar la tensión y entrar en ambiente.

-Muy bien a decir verdad, un día fui a tu casa y no estabas ni tú ni Sebastian.-me atraganté con la bebida y empecé a toser.

-Fuimos a visitar a mi abuela, se sintió un poco mal.-me creyó la mentira que le di.

Después de cuatro cervezas ya estaba riendo con Jace, me dolía el estómago de tanto reír, pasó como 2 horas en el que me olvidé que venía con Stacy, ella se encontraba del otro lado de la alberca hablando con un chico.

-¿en serio no sabes andar en bicicleta?.-me pregunto Jace riendo. Asentí aguantando la risa.

-si.-estalle, mire la entrada y la presión se me bajo.-.siempre que intento de algún modo me caigo de ella, así que me rendí.

Sebastian estaba ahí buscándome en todas partes, me puse de pie rápido para acercarme a él. Puso sus ojos en mi con seriedad, me miraba con desaprobación y yo creo que miraba 2 iguales a él.

-¿Por que no respondes tu teléfono?.-abrí la boca para hablar.

-si, hola Sebastian estoy bien.-dije indignada.-¿qué haces aquí?.-tomo mi mano con tal de salir pero no me deje, rápidamente me safé de él.

-Supuse que estarías aquí más aparte también me invitaron.-ya sonaba más tranquilo, me cruce brazos relajándome.

-¿Jace te invito?.-por su cara me di cuenta que Jace no lo había invitado. De pronto alguien puso una mano en mi hombro haciéndome brincar.

-¡Sebastian, hola!-cerré los ojos esperando que no lo golpeara.-qué bueno que haz llegado, Morgan es tan graciosa y está contando sus anécdotas...-Jace también estaba hasta el tope.-¿tienes n...

No termino lo que iba decir por un golpe que recibió y así lo callaron, mire a Sebastian mal, iba a matarlo yo pero alguien se me adelantó, Jace le soltó uno en su estómago, así comenzaron la repartición de golpes.

-¡Alto!.-grite tratando de separarlos, tome a Sebastian de los hombros para hacerlo a un lado, conseguí que Jace me empujara por accidente y cayera en el suelo.

-¡Morgan!.-Jace me ayudo a ponerme de pie, sólo que a Sebastian le gusta terminar las peleas.

Ya cansada, Stacy y yo caminamos hacia la salida, entre al auto sujetando mi brazo, me dolía un poco. Mi amiga manejo hasta el apartamento, sonaba mi teléfono, al ver el nombre de Sebastian ignore la llamada.

-¿quien era?.-me pregunto Stacy doblando una calle.

-Sebastian.-sonó nuevamente mi teléfono, esta vez era un numero que no tenía registrado.-¿quien habla?

-Morgan, soy yo...Jace.-reconocí su voz, suspire aliviada.-lamentó lo de hace rato.

-No, soy yo la que lo lamenta.-lo corregí, él no tenía la culpa de nada.-Debí calmar a Sebastian, no se por que se puso así...

-Acaba de salir hace 5 minutos furioso a buscarte.-mire por el retrovisor, no había un auto de un novio maniático siguiéndome.-Cuídate.-colgó.

CHATEAUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora