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Llegamos a Portland ayer en la noche, no todas mis tías conocieron a Sebastian, por lo que nada más llegamos y nos fuimos a dormir a la habitación que nos correspondía.

Al día siguiente la cual ya era la boda, todos estaban arriba y abajo, de un lado a otro, viendo que todo este en orden, en cambio yo... tomando una tasa de café esperando a que se seque mi cabello y poder peinarme.

-Buenos días.-escuche la melodiosa voz de mi chico entrando a la cocina, sonreí.-¿Como dormiste?

-bien.-dije tomando un trago de café, me miro fijamente, con una mano en su mentón. Solo nos mirábamos enamorados, no hasta que...

-¡Hola!.-llegó mi prima Audrey, con su bata y cabello listo con una trenza.-Hola, Morgan y...tu.-saludó a Sebastian sonando coqueta y yo la mataba con la mirada, Seb me miro y le quemé con mis ojos.

-Sebastian.-estrechó la mano, me puse de pie para poner el café en el fregadero.

-¿Eres el hijo de Michael?.-asintió, carraspee llamando la atención.

-me pareció escuchar que te gritaron.-dije señalando afuera, él salió sin decir nada, después Audrey me miro de pies a cabeza.

-¿Y qué haces prima?.-me pregunto descaradamente.

-yéndome de aquí, iré a que me arreglen.-palmee su hombro, subí las escaleras.

-Que te pongan hermosa, para que consigas novio.-dijo casi gritando.

-No lo necesito.-respondí con una sonrisa aunque ella no me haya visto.

Termine de alistarme, me puse el vestido que Sebastian me regaló en navidad, mi cabello estaba planchado. Me puse los tacones color dorado, mire por la ventana, los invitados solamente esperaban la llegada de la novia.

Salí de la casa, mi tía tenía un enorme jardín, ahí mismo se llevaría acabo la unión y la fiesta. Camine hasta los primeros lugares, Sebastian se encontraba sentado en la izquierda, tome asiento junto a él.

-Te ves hermosa con ese vestido.-dijo en mi oreja, no pude evitar sonrojarme y hacer una sonrisa.

-y tu muy guapo.-nos pusimos de pie cuando mi prima entró al altar, con un vestido pegado, resaltando sus atributos, cubrí los ojos de mi novio bromeando, soltamos una risita. Tomamos asiento y agarro mi mano a escondidas.

***

Comía de los aperitivos que había en la mesa, gomitas, galletas, Sebastian hacia lo mismo que yo, mire a mi alrededor para ver a quienes invito, a lo lejos visualize a alguien especial para mi, me puse de pie para ir con ella.

-Madrina.-exclamé sonriendo, estiró los brazos para que yo pueda envolverla con los míos en un gran abrazo.-la extrañe tanto.

-y yo a ti Morgan.-mi madrina, Laurent, tenia puesto un vestido color gris con brillos de la parte de arriba, luciendo su cabellera totalmente rubia, con un moño alto.-Te ves muy grande.

-El tiempo pasa volando.-reímos juntas, de pronto recordé algo.-Te quiero presentar a alguien.-tome su mano para llevarla a la mesa donde yo me sentaba.-.Madrina, él es Sebastian Stan, mi hermanastro.

-¿Eres el hijo de Michael Stan?.-asintió, estrecho la mano de mi madrina.-Soy Laurent, su madrina.

-un placer.-respondió.

Paso un rato, conversaba con mi madrina sobre lo qué pasó con mi vida, como me estaba yendo en la universidad, evitando ciertos temas.

Mi celular vibro y lo tome en mi mano, era un mensaje de Seb.

CHATEAUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora