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Sebastian

Quiero decir que no la necesito, pero estaría mintiendo, ahora mismo ella debe estar peinándose, arreglándola como si fuese una muñeca.

Estoy feliz por Jace, que tendrá a una mujer
espectacular a su lado, madre de sus hijos y dueño de su corazón, si yo hubiese sido valiente y claro con mis sentimientos, sería yo el afortunado de tenerla, y decir que me ama, que se casara conmigo.

"Uno nunca sabe lo que tiene hasta que lo pierde"

Si lo supe, pero jamás pensé que ella se fuera a ir de mi lado eligiendo a alguien más. ¿Qué le puedo ofrecer yo?, no me queda nada más que resignarme a que la perdí.

Estoy en el bosque, descalzo, vestido de blanco, es como si estuviese en el cielo, ya he estado aquí antes.

Ella está en una roca sentada, sigue estando igual al día que me despedí de ella, su cabello rubio, sus ojos, sigue igual por que está muerta.

-Jenny.-digo y ella me ve con una sonrisa. Camina hacia mi y me abraza.

-Sebastian.-me suelta acariciando mi cara.-Estoy feliz de verte...me imagino que conseguiste conquistarla.

-No, ella lo eligió a él.-respondí, agachó la mirada decepcionado.

-Si, si lo vi.-toma mi mano, me lleva adentro del bosque.-También vi como te dijo que te ama tantas veces y tu tan terco y ciego.

-solo fueron dos veces.-ella niega, llegamos a una parte del bosque, hay recuerdos en el.

-Ella te ha dicho "te amo" de tantas formas, no solo con palabras sino con actos.-recalca.

Recuerdos, cuando ella iba por mi , en las noches que me ponía borracho y curaba mis heridas, la noche que ella se entregó a mi.

-Te lo decía de tantas formas que ni tú se lo decías y no te dabas cuenta.-todos los recuerdos se desvanecen y solo queda uno, cuando ella me cuido, me curo y estuvo conmigo.
Morgan me tiene abrazado, esta llorando, esto ya lo había visto pero jamás escuché lo que ella me dijo.

-yo si te amo.

No puedo evitar sonreír, me lo dijo y yo jamás lo supe.

-No todo está perdido, uno no sabe lo que pierde...hasta que lo haya perdido para siempre pero tú puedes recomponer todo...

-¡Sebastian!.-alguien me pega y grita, me despierto asustado, es Aleida quien viene de vestido verde menta, miro a todos lados, todo fue un sueño y es lindo soñarla.

-¿qué pasó?.-me pongo de pie.

-Necesito de tu ayuda.-la miro raro.-ya sé que te he tratado mal, aunque tú también lo hacías.

-Al grano, por favor.-le digo sirviéndome un trago.

-Morgan, se va casar.-asiento, no necesito que me recuerde lo que ya se.-y quiero que me ayudes a impedir esa boda.-La miro raro, parece segura de lo que quiere.

-usted sabe que no puedo entrar a ese lugar así como así a hacer que cambie de opinión.-le doy un trago, lo recibe.

-si puedes, llévatela.-suelto una risa.-Yo los apoyaré económicamente, pero hazlo, tú más que nadie sabe que está rodeada de cuervos que le sacarán los ojos.

CHATEAUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora