Estoy en mi sala, abro los ojos lentamente enfocándome en la realidad, escucho voces reconocidas, entre ellas Stacy, Harvey, mi abuela con Laurent.-¿no ha dicho nada Adele?.-pregunta Laurent.
-No, en cualquier momento vendrá por ella.-sollozó, rápidamente se acercan a mi, solo estoy llorando y me abrazan.-Ya mi niña, estás bien.
-No, se lo llevaron.-digo apartándome, me pongo de pie.
-Morgan, te desmayaste.-Dice Stacy, no hago caso así que voy por las llaves del Mustang.
-Tienes que descansar un poco.-tomo mi bolso.-ya mañana lo verás...
-No.-les digo antes de abrir la puerta.-prometí que lo iba a buscar a donde fuera que vaya, y eso haré.
-Bien, pero iremos contigo.-dejó que me acompañen a la comisaría.
***
Llegamos y voy con la oficial que está de secretaria, camino temerosa, ajusto mi bolsa. Por suerte no está Michael ni Adele para que me impidan entrar a verlo.
-Vengó a ver a Sebastian Stan.-digo y ella me ve por unos segundos.
-¿Parentesco con el acusado?.-pongo la mano encima, para que ella vea el anillo reluciente.
-soy su esposa.-ella asiente.
-lo llevarán con el.-un guardia me lleva.
Entramos a un lugar donde hay celdas, dentro de ellas hay encarcelados, esperando a ser libres o ser trasladados a la cárcel de la ciudad. Me detengo enfrente de unas barras de metal, ahí está el.
El corazón se me comprime cuando lo veo, apagado y solo, siendo tratado como un vil pandillero, cuando me ve se le iluminan sus ojos, corre a mi y lo sostengo, las barras que nos separan impiden que lo abrace.
-Viniste.-dice y juntamos nuestras frentes.
-¿qué creíste?.-comienzo a llorar, lo veo a los ojos, sus ojos azul grisáceo.-¿qué te abandonaría?, te hice una promesa.
-te juro que no hice nada malo.-me separo un poco, acaricia mi vientre y sostengo su mano, temiendo a que me lo arrebaten.-tienes que creer en mi.
-lo hago.-acarició su cara.-¿los contratos tú los firmaste?.-niega y suspiro aliviada.-¿y esa marihuana?.
-No.-lo veo fijamente, entonces el agacha la cabeza a penado.-Si, pero no tengo nada que ver en la distribución.
-Eso no importa.-levanta la mirada.-te sacaré de aquí, y nos iremos lejos.
-Ayúdame.-asiente y le beso, me sabe a lágrimas sus labios.-mi abogado ya fue informado de esto, te dará dinero para que salgas adelante en lo que dure esto, saldré pronto de aquí para estar contigo y mi bebé.
-Te estaré esperando.-digo con una sonrisa. Le doy un beso y mi tiempo se acaba.
-te amo.-el guardia me pide que me retire.
-yo también te amo.-nos separa de las manos, entonces salgo de ahí.
Cuando salgo veo a las dos ultimas personas que no quiero ver, Adele luciendo como toda villana de cuento, con Michael a un lado. Camino hacia ellos y abofeteó a la mujer que me ha arruinado y le meto un puñetazo al otro, los guardias se quedan viendo.
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CHATEAU
Teen Fiction"Los chicos buenos suben al cielo, pero los malos lo bajan para ti"