Cubri mis ojos por que un auto estaba enfrente de nosotros. Giro a la izquierda y grite antes de que hiciera esa maniobra, él estaba subiendo hacia las colinas. Los abrí lentamente, aún nos perseguían, quería llorar del miedo.-Al Observatorio.-dije en un hilo de voz, Sebastian fruncio la ceja.-¡Ya!.
Obedeció, aceleró más, reduciendo un poco la velocidad cuando giraba, suspire cuando por fin los perdimos, estaciono el auto un poco lejos del Observatorio, no queríamos llamar la atención de algún guardia que estuviese rondando y vigilando por ahí.
Miré unos segundos la ciudad, seguía mal y mi respiración era cortada, me desabroche el cinturón y salí del auto cerrando la puerta con fuerza. Camine hacia enfrente, sentándome en el capo del auto y respire mejor, el aire fresco llenaba mis pulmones, me cruze de brazos cuando escuché que el también salió, gire un poco la cabeza y veo como desliza el toldo del auto, se posa a mi lado.
-Lo siento.-dijo serio.
-Quiero que me digas todo.-en ningún momento lo mire.-por que odias a tu padre, por que se mudaron y por que diablos esos tipos destruyeron la casa de Tiffany.
Suspiró caminando hacia atrás, lo mire sentarse en el capó del carro, me acomodo junto a el.
-Ese día, en el que te saque de la habitación, fue por que recordé algo importante para mi.-Agacho la mirada.-El cumpleaños de mi madre, en esos días acostumbro recordar el por que odio tanto a Michael, engaño a mamá, con cientos de mujeres, ella lloraba todo el tiempo desde el día en que lo enfrentó.-su voz comenzó a hacerse un nudo.-La hecho de la casa como si nada, se llevó a mi hermana, Jenny, y mi hermano Stefan se fue dejándome sólo con ese infeliz.
-¿En donde estan ellos?.-se encogió de hombros.-¿por que tú te quedaste con el?.
-No lo se, deben estar aquí pero lejos y escondidos, no me fui por qué el dice que ella no me quiso, que por que me parezco a él.-sacó su telefono demostrando una foto, de todos ellos.-.y la razón por la cual nos mudamos con ustedes; fue por que esos tipos que destruyeron la casa de Tiffany le hicieron lo mismo a la mia.
-¿Por que?.-tomó aire.
-Son traficantes.-abrí la boca sin decir una palabra, el asombro me dejo sin habla.-los conocí en una fiesta, toque el tema de que mi padre es dueño de los viñedos, entonces el jefe de ellos, Trevor, me propuso plantar droga en las tierras de Michael.-apagó su teléfono y lo guardo.-También ponerlas en el vino, les dije que no lo haría por que esas tierras no me pertenecen, amenazaron que no dejarían de insistir hasta que yo lo acepte, destruyeron la casa, le dije a mi papá todo y se enfureció.-miró hacia la ciudad.-crei que me ayudaría pero solo dijo que todo esto es mi culpa.
Me quede callada un momento, se puso de pie para ir hacia la cajuela, sacó una manta color gris, con ella me cubrio los hombros, respire el aroma, olía muy bien, a Berry pop.
-Nada es tu culpa.-me puse enfrente de el para abrazarlo y cubriéndonos con la manta.-No aceptaste por lo que es bueno.-sonrió de lado.-Tu mamá no quiso dejarte estoy segura de eso.-le di un beso en la frente, tenia la mirada tan dulce.
Me quite la manta para que el pudiera verme, coloco sus manos en mi cintura, las deslizó hasta mis muslos, acarició lentamente y suspire cuando sentí su fría piel, una mano acarició mi zona, gemi ladeando la cabeza, levantó el vestido hasta mi cintura, senti como mis mejillas se calentaban cuando miró mis bragas.
-Que lindas.-dijo acercando sus labios a mi estómago.-Morgan, no tienes idea de cuanto te deseo.
Abrí los ojos; las palabras sonaron en mi cabeza, el me miró descifrando mi expresión. Se puso de pie tomando mi mano, enfrente de mi se quitó la chamarra de cuero negra, la camisa, dejandome ver su marcado abdomen, despues bajo su pantalon, quedando sólo en boxer. Yo sólo me quite el vestido.
Agarró mi mano pegándome a él, me levanto y yo por instinto enrollé su cadera con mis piernas, camino hasta el auto y abrío la puerta del copiloto, tomó asiento y me sento encima de el, pude sentir su miembro duro debajo de mi, en eso cerró la puerta.
Reclino el asiento hacia atrás, quedando acostado, cerré mis ojos y puse mis manos en su cuerpo, moví mis caderas hacia adelante y atrás en un lento vaivén, la tela de mis bragas estaba húmeda, sus manos se posaron en mi cadera; comenzó a ayudarme así ganando más fricción, abrí los ojos y pude ver a Sebastian con los ojos cerrados soltando gruñidos y gemidos.
Hasta que ya no pudo más, se acerco a mi, bajo de su boxer dejandolo salir, desabrocho mi sostén y lo lanzó hacia atrás, me aparte un poco para bajar mis bragas. De su guantera sacó un sobrecito gris, definitivamente era un anticonceptivo, lo abrió y se lo puso.
-Tu tienes el control, Morgan.-dijo mirándome a los ojos.
Nunca pensé que mi primera vez sería yo tomando el control de todo, quería algo diferente a todo lo que me dijo Stacy pero todo es diferente, esta es mi primera vez y depende de mi si será maravilloso o no.
Me acerque el, lentamente baje entonces entró en mi, cerre los ojos cuando sentí el dolor en mi parte. Sebastian sujeto mis mejillas, me besó mientras me movía lentamente.
Lentamente el dolor que sentían fue desapareciendo, siendo remplazado por placer; ver a Sebastian debajo de mi, gimiendo por lo que yo causaba en el, me acerque a el para besarlo, de pronto el tomo mis caderas, tomando el control de mis movimientos, cada vez fueron más rápidos el me embestia. Los gemidos eran audibles.
-Se-Sebastian.-gemi su nombre cerca de sus labios.
-Hazlo, Morgan.-beso mis labios.-Se que estas cerca, quiero verte hacerlo.
Cerré mis ojos y me libere, sintiendo una sacudida en mi cuerpo, y mi respiración entre cortarse. Ambos habíamos llegado a nuestro clímax, Quito los cabellos de mi cara, dándome un beso cálido y tierno a la vez.
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CHATEAU
Teen Fiction"Los chicos buenos suben al cielo, pero los malos lo bajan para ti"