Me mire en el espejo por última vez, debo aceptar que no me queda nada mal, con esto soy otra, me coloque el vestido, meti mis pies en las zapatillas. Baje las escaleras y Eva estaba barriendo cerca de ahí.-Que hermosa se ve, Morgan.-sonrei abrazandola.
-Gracias, vendre al rato, dejaré aquí el auto ya que me iré con Stacy.-Asintio, salí de la casa y entre al auto de Stacy.
Manejo hasta la casa de Tiffany, era un poco más arriba de las colinas, lugar donde se encontraban las mejores casas de Los Angeles. Había demasiadas personas dentro y fuera de la casa, bebiendo, otras jugando, luces de colores que salían desde la enorme casa.
-Bien, este es el plan.-dijo acomodandose en su asiento.-no te despegues en ningún momento de mi, te puedes perder y encontrarte con Sebastian, el punto de esto es que el te vea divirtiendo y lo ignores, así lo harás sufrir y vendrá rogando.
-Entiendo.-me miró con una ceja levantada.-Bien.
-Super.-salimos del auto. Caminamos hasta la enorme casa.
Lo primero que hicimos fue salir hasta donde era la alberca, es decir la parte trasera, miraba a todas partes, no había rastros de Sebastian.
Esta casa es linda, me gusta los enormes cristales, a Tiffany le debe encantar mirar la ciudad atravez de ellas. A unos cuantos pasos de la alberca nos encontrábamos Stacy y yo, miraba a todas partes, desesperando, ¿y si no esta aquí?.
Bailaba con Stacy cerca de la piscina, quería divertirme un poco.
Seguía bailando y mirando disimuladamente, dirigí mis ojos hacia arriba, a una ventana, ahí estaba el de pie mirando todo, con un cigarro en la boca, detrás de el aparecieron sus amigos y Tiffany sonriendo tomándolo por los hombros.
No pienses mal.
Cambie de dirección cuando alguien tocó mi hombro, miré al chico que tenía un vaso, quizá sea cerveza, o jugo, miré dudosa a Stacy, me animó a tomarlo y así lo hice.
-Gracias.-Sonreí, tomé un sorbo, el sabor raspo mi garganta, hice una mueca de asco.
-¿Primera vez que toma?.-Me preguntó, digo que si disgustada por el sabor.-Bebe de poco a poco para que te sepa mejor. Soy Daniel.
-Morgan.-estrechamos la mano.
Sentí mirada de alguien, lentamente alze la mirada y el me estaba observando, con la mirada sería y fría mientras que Tiffany se le encimaba, no le ponía atención por estarme viendo.
-Debo ir al baño.-Camine hacia la casa en busca del lugar. Le pregunté a alguien, me dio las indicaciones, escalones, fondo y a la derecha.
Me mire al espejo, tenía las mejillas un poco rojas, lo más probable es que ya me debe estar buscándome por toda la casa o eso espero, note que en mis manos había hematomas pequeñas, Sebastian había dejado marcas, pronto desaparecerán y no tendré nada, estaré como nueva.
Salí del baño, en lo que iba caminando, gritos desesperados, cosas de vidrio rompiéndose se hicieron presentes, habían sujetos con palancas, destrozando todo el lugar. Alguien tomó mi cabello desde atrás desprevenida.
-¡Sueltame!.-grité tratando de quitar su mano. Me estaba arrastrando por todo el pasillo, por las escaleras hasta llegar con los demás, unos estaban peleando con tal de defenderse.
-¿Pero que tenemos aquí?.-me miró de pies a cabeza.-Pero que hermosa chica.-acercó su cara hacia mi.
-Pudrete.-le escupi en la cara, cerró sus ojos y los abrió pero con enojo, lo hice enfadar.
-Maldita zorra.-me lanzó contra el frío suelo, miraba borroso, pues mi cara se estampó contra el piso, voltee para ver al tipo, se acercó a mi, pero Sebastian lo tomó de la playera y lo golpeó.
Una, dos, varias veces, todo este lugar ya estaba haciéndose un desastre. Miré a todos lados, necesitaba encontrar a Stacy, o al menos saber que ya se fue sana y salva.
-Ven aquí.-me asuste por un momento cuando alguien me levanto.-Soy yo, Morgan.-Sebastian estaba ayudándome a caminar.-Lamentó si no te podré cargar, pero estos tipos...-Sonó un arma dispararse.-¡Vámonos!.
Corrimos hacia su auto, entre con su ayuda, al momento en el que subió, arrancó muy rápido. Trataba de calmarme, pero eso de que unos tipos entrarán a una casa a disparar y destruir todo, no ayuda.
-Morgan, abrocha tú cinturón.-ordenó.-Creo que nos persiguen.
-¿Qué es lo que quieren?.-mire hacia atrás, unos autos no tan lejos nos perseguían. No me respondió.-¡¿Qué hiciste?!.
-¡Cállate!.-giro derrenpente hacia la derecha.-No te pedire de nuevo que abroches tú maldito cinturon, Morgan.
Obedeci, me aferre al asiento, miraba de reojo al retrovisor, estaban cerca de nosotros, comienzo a hiperventilar y a considerar saltar del auto y correr como si no hubiese un mañana.
-¿Dónde esta Stacy?.-pregunté temerosa, pidiendo al cielo que esté sana y lejos del caos.-la ayude a salir.-piso el acelerador, ya estábamos cerca de la ciudad.-esta en estos momentos fuera de ahí.
Cubri mis ojos por que un auto estaba enfrente de nosotros.

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CHATEAU
Teen Fiction"Los chicos buenos suben al cielo, pero los malos lo bajan para ti"