Morgan.Estoy en la orilla del mar, dudando si quiero entrar o no, el agua toca mis pies. La noche está cayendo, tengo un vestido blanco, el cabello suelto, respiro hondo antes de querer entrar.
-ven, sube.-me invita Jace a subirme al jet ski. Esas cosas aún me dan miedo.-Prometo cuidarte, cielo.
-¿lo prometes?.-camino hacia el, no tiene chaleco.
-lo prometo.-me subir atrás, lo abrazo por la cintura y enciende el motor.
Mi vestido comenzaba a adherirse a mi, pasamos por debajo del puente santa Mónica. Soy libre de cerrar los ojos y disfrutar del mar mojando mis pies, del viento que despeinada cada cabello que tengo, de acariciar el torso de mi novio y sentirme segura a su lado.
Abro los ojos cuando escucho una risa, la risa que escuche aquella vez en la que casi muero, él estaba en otra moto.
-¡Jace, detente!.-gritó asustada, maldición no tengo chaleco salvavidas. No me hace caso, gira el rostro y no es el.-¿Sebastian?.
Me sonríe, Trevor nos empuja hacia un lado, chocando contra una lancha. Caigo al agua y batallo para salir de ahí, me estoy hundiendo y todo se vuelve oscuro...
Despierto agitada, todo fue un mal sueño, una pesadilla que lleva torturándome todos estos cinco años. Siempre han sido los protagonistas de mis pesadillas, más ahora cuando es Trevor quien me está respirando en la nuca, han transcurrido 1 mes con dos semanas y no ha dado con su paradero.
Obligó a mi cuerpo a ponerse de pie, Jace apenas va despertando, llevo las manos a mi cabello, quito cada cabello que me estorba en mi campo de visión.
-¿qué tienes?.-toma mi mano.
-nada, sólo una pesadilla.-le medio sonrió, me pongo de pie y me colocó la bata.-¿ya tienes todas tus maletas?.
-si, en un rato voy a desayunar.
Jace irá a un viaje de negocios con su padre, será por 2 semanas a lo mucho. Llegó a la cocina y está Eva poniendo los waffles en los platos, sacó la miel del refrigerador y les hecho encima.
-¿Jace ya se levantó?.-asiento metiendo un trozo a mi boca.-¿por que no va con el?.
-No le pregunté, Eva.-llega Jace dándome un beso en la mejilla.-yo también se lo pedí.
-Tengo trabajo en la empresa.-digo pero fue mala idea ya que los dos me matan con la mirada.
-Ese Sebastian no la está ayudando con los ingresados, ¿verdad?.-Ignoro la pregunta lanzada por Eva.
-Ya está, iré a hablar con él.-Jace levanta las manos cansado.
-¡No!.-alcanzó a detenerlo.-Si me está ayudando, bueno, no es mucho lo que hace pero aporta.
Vaya, que mentira me acabo de aventar.
-Morgan, si estás mintiendo te daré unos putazos bien puestos.-amenaza Eva.
-No, por supuesto que no.-término de comer y lavo mi plato.-Te acompañó al aeropuerto.
Voy a cambiarme, tomo un cambio de ropa y me meto al baño rápido, termino, me colocó la blusa y un pantalón.
Peino mi cabello, saldré así con el cabello húmedo, Jace me espera con sus maletas en la sala. Me despido de Eva y abordamos el auto directo al aeropuerto.
Abren la reja que nos permite ir directo al avión privado de su padre, Joseph está afuera esperándonos. Bajo del auto y me saluda con un abrazo.
-Te veo en 2 semanas, amor.-me abraza, ya todo está listo para que partan.-vendré antes de tu cumpleaños, no salgas tan noche y ni a fiestas.
A él no le gustan, al menos que sea con para que él me proteja de todo.
-claro.-le doy un beso, lo suelto para que aborde el avión.
-Yo te lo cuido, Morgan.-dice Joseph antes de entrar.
-Por favor.-sonrió.
-Te amo.-dice justo cuando entró.
-¡yo a ti!.-me voy al auto.
****
Tengo tantas cosas en la cabeza, que tarde o temprano va estallar. Mi escritorio ya no está tan ordenado, lo entregan limpio para mi, pero yo lo ensucio.
Hay tantos papeles, tantos reportes de los recién ingresados, no tengo cabida para descansar, ni para comer durante mi descanso. Han pasado días en los que no he podido ni dormir 8 horas.
-Señorita Anderson.-Harvey toca la puerta.-El señor Stan está pidiendo los reportes de los recién ingresados, él como van y el avance en él área de producción.
-lo tengo todo, solo me falta...-me callo cuando me doy cuenta que no he terminado.-la parte de Sebastian.
-pues yo le recomiendo que se lo pida, ya está por irse.-le hago caso a Harvey en ir por él aunque sea de las greñas.
Y si, está saliendo con Jenny, pero cuando me ve detiene el paso. Tomo una bocanada de aire por que aún él me puede dejar sin aliento, pero para mantener la cordura antes de pelear y puede llegar a ser fastidioso.
-Necesito el reporte de los recién ingresados en tu área.-pido con la poca paciencia que tengo.-Por favor.
-¿puedes esperar? Saldré a una fiesta.-miro al cielo para pedir fuerzas al altísimo.
-¿por lo menos lo terminaste?.-asiente mirando su teléfono.-¿en donde esta?.
-por ahí.-señaló la oficina.
Santa madre, está más desordenada que la mía. Me giró para reclamar pero ya no está, le hablo a Harvey para que venga a ayudarme.
Conforme el tiempo avanzaba no encontraba el susodicho reporte. Abrí uno de sus cajones, saque una que otra carpeta, al fondo mire una cajita negra, no puedo evitar tener curiosidad, pero tengo miedo de encontrarme algo que no quiero ver.
Tocan la puerta y Stacy luce radiante, Harvey se queda sin habla, y mi amiga se aprovecha de eso. Entra y mira lo que estamos haciendo.
-¿por que estás limpiando la oficina de Sebastian?.-se acerca a Harvey y el pobre no sabe a donde mirar, Stacy tiene un vestido rojo que le resalta los atributos con un blazer.
-Tengo que encontrar el reporte.-lo encontré, estaba en medio de unos papeles.-listo.
-vamos a una fiesta.-me anima empujándome.
-no estoy para fiestas.-me pongo de pie y limpio mi ropa, está toda sucia.-Ademas, veme, no luzco bien.
-Amiga, Sebastian solo te pisotea y creo que ya es hora de que te levantes y le des una buena.-toma mi mano y me da vueltas.-¿tu que piensas amor?.
-Que si, nada más la tiene como quiere, estresada, pisoteada, sin energía...-se calla cuando lo miro.-perdóneme, no me vaya a despedir.
-No, tienes razón.-pongo ambas manos en mi cintura.-te daré un aumento por eso, Stacy llévame a casa, tengo que cambiarme.
ESTÁS LEYENDO
CHATEAU
Teen Fiction"Los chicos buenos suben al cielo, pero los malos lo bajan para ti"