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Billie Eilish- i love you

Morgan

Me pongo a llorar cuando no me cierra el pantalón, tengo 14 semanas y debo comprar ropa de maternidad. Si el primer pantalón no me quedo los demás tampoco, por lo que tomo un vestido color amarillo.

-¿por que lloras?.-entra Sebastian ajustándose la corbata, lo veo por el espejo, me pongo de perfil para ver mi vientre.

-Los pantalones ya no me quedan.-respondo con un puchero.-y por que me vas a dejar.

-¿por que lo iba a hacer?.-se pone a reír y oculta su cara.

-por que estoy engordando.-me abraza por detrás.-y se como te gustan las chicas...si te enamoras de alguien más te la arranco del pecho.

-Amor, estás embarazada.-dice dándome besos en la clavícula, que me hace desearlo.-y no te dejaré, jamás te dejaré sola, saliendo hoy del trabajo te llevo a comprar pantalones de maternidad.

-Esta bien.-volvemos para arreglarnos e irnos a trabajar.

Llegamos a nuestra oficina, yo me voy a la mía y el a la suya, veo el trabajo pendiente que tengo, veo los reportes y noticias en los que aparecemos.

Deslizo la pantalla y una capta mi atención, una nota roja, me pongo una mano en la boca al ver el cuerpo sin vida de un chico en un antro.

La autopsia indica que fue por sobredosis de canabis y cocaína, ¿acaso los bares distribuye sustancias ilegales?.

Tomo el iPad y me encamino rápido a la oficina de Lucas, no pido que me anuncien, abro la puerta y lo veo hablando por teléfono, se ve estresado y furioso. Está hablando sobre la nota que acaba de salir, me indica que en un momento me atiende.

-listo.-cuelga el teléfono, va y toma asiento en su escritorio.

-me imagino que ya miraste la nota.-le entregó el iPad, asiente llevando una mano a la cabeza fastidiado.-¿como carajos sucedió?.

-No tengo idea.-alguien más entra a la oficina, Sebastian, Stacy y mi madrina entran.

-La ciudad se está volviendo loca.-dice Laurent encendiendo la televisión, hay imágenes de un accidente automovilístico, los heridos son jóvenes.

-¿por que diablos los bares están vendiendo este tipo de cosas?.-pregunta Stacy tomando asiento. Sebastian no se ve en buen estado.

-Conozco de alguien que puede vender esto sin que sea localizado.-dice apretando los labios.

-¿quien?.-pregunta Lucas poniéndose de pie.

-Trevor.-respondo la pregunta, me da asco decir su m nombre.

-¿tienes historia con ese sujeto?.-Lucas teclea el nombre en su teléfono.

-si, pero no la que tú crees.-toma aire.-el hace años llevaba insistiendo que dejara que plante hierba en los campos de mi padre, pero le dije que no. Y comenzaron las amenazas y disturbios.

-Si, una vez volvió a insistir y eso causó mi casi muerte.-digo acordándome de aquel día.-A todo esto también me quería a mi.

-¿en serio apostaste a mi ahijada?.-pregunta Laurent a Sebastian furiosa.

-Si y perdón por eso.-pone los hombros encima de mi.

-Pero Trevor no volvió a molestarme.-dije acariciando la mano de mi esposo.-También dijo "creo", por lo que jamás lo he visto, también fue mi culpa en querer entrar a la carrera.

-Que poca madre.-dice Lucas llevando las manos a la cabeza sin saber qué hacer.-acabó de hablar con mi jefe y vendrá, supervisarán todos los bares, incluso podrán venir aquí algún día o semana.

-Lo siento.-veo a mi esposo.

-Esto no es tu culpa Sebastian.-Lucas lo calma.-todos a trabajar.

Sebastian sale apresurado, camino rápido para alcanzarlo, lo llamo varias veces y se detiene enfrente del cristal de la ventana. Me detengo para verlo, frota su barbilla pensativo.

-¿qué te sucede?.-le pregunto.

-Trevor.-responde, camino hacia el.-siento que me está respirando en la nuca, todo esto es obra de él, no me quiero sentir culpable por aquel día...

-No lo hagas.-acunó su rostro en mis manos, haciendo que me mire a la fuerza.-nada de esto es culpa tuya, tú hacías lo correcto.

-Si pero, ¿y si te hace algo?.-lo abrazo, acaricia mi cabello y yo su espalda.

-Nada me pasará.-sonríe de lado.

***

Sebastian a estado muy paranoico, hasta me revisa cuando entro al medidor de vestuario cuando me pruebo la nueva ropa.

Lo entiendo, yo también estaría loca si Trevor intenta hacerme daño, pero odio que sienta culpa, mientras él me protege yo no puedo hacerlo, estoy embarazada, dentro de unos meses tendré a su bebé, será a dos personas que protegerá. ¿Quien lo protege a él?, ¿quien lo protegerá cuando yo no esté?.

Acaricio mi vientre, trato de tranquilizarme pero no puedo, la enfermera dijo que será normal sentirme triste y que las emociones se tripliquen, pero no es normal qué hay personas que nos quieran hacer daño.

-Amor.-me llama Sebastian. Salgo para que me vea el overol, doy una vuelta y el aplaude.-te queda bien, luces hermosa.

-Ya me quiero ir.-digo y él asiente, toma las prendas que me llevará, voy a cambiarme. Cuando regresó él ya pagó.

Caminamos hacia el auto para irnos, pasamos a comprar a Starbuck's, también la pediatra dijo que será normal que sienta antojos y he visto que resultan raros aveces.

Sebastian habla sobre la futura habitación de nuestro bebé, mientras yo veo la ventana de nuestro apartamento, el clima es nublado, todo es gris como si fuese a llover, me da ideas de que como decorarla si es niño o niña.

-¿qué tienes?.-me pregunta, dejo de ver hacia el cristal.-haz estado un poco callada desde que salimos de la tienda.

-Nada es solo que...-si me quedo con lo que tengo me hará daño.-siento que no estoy haciendo nada por ti.-frunce la ceja sin entender.-Me pides perdón siempre, me dices que me protegerás y harás todo por mi, y siento que no es justo lo que te hago.

-Morgan...-niego, las lágrimas forman un lago en mis ojos.

-No, me proteges y nadie te protege a ti.-mi voz comienza a quebrarse.-Y ahora tendré un bebé, tendrás que cuidar a dos personas, no quiero que te pase algo y que yo me sienta culpable.

Se levanta, se acomoda detrás de mi y me abraza como oso de peluche, lloro en sus brazos, tomo mi mano y la entrelaza.

-¿quien cuidará de ti cuando yo no pueda?.-digo y él quita su mano de la mía, se aparta de mi y se arrodilla enfrente de donde estoy sentada.

-Nadie.-dice tomando mi mano y se la lleva a su boca, le da besos.-Por que haré todo para que estés conmigo, nada me pasará así como nada te pasará a ti.

-prométeme que jamás te irás, y si lo harás me dejarás buscarte, que por más que estemos rotos nos curaremos y saldremos adelante.-se queda callado y aprieto su mano.-dilo.

-Lo prometo.-dice, lo atrapó en un beso apasionado.

Se sienta y me le monto encima, bajo de mis bragas para que entre en mi, baja la cremallera de su pantalón, entra en mí con cuidado de no lastimarme, yo también lo hago con cuidado pero también le lleno de satisfacción.

Se oyen truenos, al igual que jadeos y gemidos por parte de los dos, gotas de lluvia caen del techo, al mismo tiempo que las lágrimas que tenía en la mejilla desaparecen.

En cuanto acabamos, nos cubrimos con una manta y me abraza, entrelaza nuestras manos, la lluvia es torrencial, probablemente se vaya la luz, pero tenemos velas para eso.

Dejo que acaricie mi cabello, pues me va durmiendo poco a poco.

CHATEAUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora