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Ariana Grande: Tattoed Heart

Mi abuela se fue hace unos días, no vive tan lejos, cerca de la playa, le encanta tener las ventanas abiertas de su habitación para escuchar las olas del mar. Una vez me contó que mi abuelo y ella, tuvieron su primera vez en la playa, eso hace que recuerde a mi abuelo.

Todo eso depende, de donde viva ya que tiene dos casas más, una de ellas está aquí en el bosque cuando quiere despejarse de la ciudad.

Estaba llegando al área de comedores en el aire libre, para llegar a la mesa donde estaba Stacy, escuchando música como siempre, si no ya le estaría hablando pero seria en vano.

-Morgan.-me detuve en cuanto me llamaron, era Evan y yo brinco de la emoción aunque también estoy sin habla.

-Hola, Evan.-dije sonriendo.

-No soy bueno pidiendo algo pero...-le puse toda mi atención.-¿Quieres salir conmigo a comer, hoy?.

No sabía que decir, jamás hemos entablado una conversación larga, la última vez que hablamos fue cuando fuimos a nuestras casas, me quedé sin habla en ese momento, abrí la boca para hablar pero no salía ninguna palabra. Pensar que hace unos días el imbécil de Sebastian dijo que no sabe de mi existencia, ahora mirenlo, el esta aquí enfrente de mi, pidiéndome que salga con el.

-Claro.-respondí, el sonrió.

-Bien, yo pasaré por ti a las 7:30.-asenti, mire como se iba, y salí corriendo para ir con Stacy.

No se que acaba de ocurrir pero me estoy irradiando felicidad por los poros.

Llegué a su lugar, la sacudí emocionada por los hombros, ella se asustó por que llegué así nomas a jalonearla. Se quitó los audífonos y me miró enojada.

-¿Tienes idea de que puedo morir de un infarto?.-me sente a su lado.

-ire por ti a donde vayas.-dije mirandola emocionada.-Evan me invito a salir.

-Morgan no puedo creerlo, te dije que alguien llegaría para ti y fue pronto.-habló impresionada.-Debemos arreglarte para tu primera cita.

***

Me di una última mirada en el espejo, Stacy me hizo unos ondulados en el cabello, no me maquillo por que yo se lo pedi, al menos me puse brillo labial sabor a sandía, un vestido negro con florecillas, mangas que llegaban por hasta los codos.

-Te ves hermosa.-dijo dandome una vuelta.

-Gracias.-respondí.

-Debo irme, antes de que llegué tu príncipe.-la acompañe hasta la puerta.

Pase por la sala, ahí estaba mi mamá, Michael y Sebastian, el estaba en el teléfono sin mirar la televisión, se miraba bien enfocado en su celular.

-¡Suerte con tu cita!.-grito mi mamá, voltee para regalarle una sonrisa.

-Adiós, mamá.-Sebastian levantó la mirada, pude ver un brillo en esos ojos pero después se dirigió a su teléfono.

Al salir, Stacy ya estaba en su auto, y Evan había llegado por mi, en una camioneta color azul, salió de su auto.

-Luces genial.-dijo dandome un abrazo.

-Gracias.-caminamos a la camioneta.

Esperaba que el abriera mi puerta, pero no era para tanto, subi al auto y abroche mi cinturón.

Al lugar donde fuimos era un restaurante-bar cerca de la playa, habia pedido unas papas y el igual. Hablamos sobre cosas de la escuela nada más, no sabía que decir, jamás estuve en una cita y no he practicado.

-¿Tu mamá a que se dedica?.-Me pregunto metiendo una papa en su boca.

-Es psicóloga.-dije tomando agua.-ella es conocida en la Universidad, todos los que tienen problemas ahí son enviadas con ella.

-¿Tu mamá es Adele Anderson?.-asenti, abrió los ojos sorprendido, creo que es su fan.-Lo sabía, pensé que sería tu tía o algo.-negue riendo.

-No, es mi madre.-aclare comiendo mis papas.

-No se parecen mucho por eso dude, amo su trabajo.-dijo feliz.-Espero conocerla muy pronto, deberías presentarmela.

Comenzó hablar de psicología y cosas que mi mamá había hecho, fue ahí cuando donde me di cuenta, el sólo me invito a salir para conocer a mi mamá o ver que parentesco tenía yo con  Adele Anderson no podía creerlo, me utilizó o debe haber una explicación, y la tendré justo ahora.

-Una pregunta.-interrumpi, sólo hablaba de lo estupenda que es la carrera de psicología.-¿Está cita es sólo para hablar de mi madre?.

-¿Cita?.-ayyy no, no puede estar pasándome esto.-sólo te invite a salir por que me agradaste aquel día.

-No hablamos casi nada de aquel día.-dije poniendome de pie.-Esto sólo lo hiciste por que quieres acercarte a mi madre.-tome mi telefono, saque dinero de mi bolsa y se lo di al mesero que nos atendió.

-si, te invite a salir para salir de esa duda y conocer a mi ídolo.

-hablas de ella como si estuvieses enamorado de ella.-digo asqueada.-es mi madre por Dios.

-pues hubiera salido con ella en vez que contigo.-dice viendo de pies a cabeza con delirios de ser superior.

-Eres un patán.-dije tomando el vaso de agua y se lo lanze, me fulminó con la mirada y no me importo que varios clientes miraran la escena, después se fue hechando fuego.

Que bueno que no le salió su numerito.

Salí del local, me senté en la banca que estaba enfrente, marque a la casa para que mi mamá viniera por mi, estaba al borde del llanto, ¿qué acaso nadie me va a preferir a mi o amar?, Sebastian tenía razón en ese momento, el ni sabe que existo, bueno si lo sabe, pero no le interese y fue vilmente utilizada.

-Mamá.-dije sollozando.

-Ella y mi padre salieron.-dijo Sebastian.-¿como va tu cita tortolita?

-¿Puedes venir por mi?.-ya estaba llorando.-por favor.

-Voy para allá.-colgó el teléfono.

Limpié las lágrimas que salían de mis ojos, me tranquilize para que el no me mirara en este estado y dijera que soy una ridícula rechazada por alguien que solo me utilizo para tener una cita con mi mamá.

Sentía frío, puse mis manos en los costados para darme calor, en eso llega el en su Mustang, bajo del auto y camino hacia el, me cubrió con su chaqueta y me guió hacia el auto, abrió la puerta para que entrará.

En todo el camino no dije nada, sólo miraba hacia la ciudad, las luces como se daban notar en la noche. Cuando llegamos a la casa, nos quedamos un rato en su auto.

-¿Quieres hablar de lo que paso?.-me pregunto dirigiendose hacia mi.

-Tenias razón.-dije en un hilo de voz.-.bueno, sabe que existo, pero...No le interese en ningún momento.-poco a poco me sentía bien, tal vez por que estaba quitandome todo el peso de encima.-Solo me utilizó para llegar a mi mamá...

-Eso suena acosador.-asenti riendo.-.escucha Morgan, mereces a alguien quien te mire con mucha admiración, que note tu brillo, que no te haga menos.-lo mire a los ojos.-sobre todo, que este dispuesto hacerte sentir bien, que tome tu mano y se aferre a ella, que te ame con todas sus fuerzas.

-gracias y...¿Eso lo leíste en una tarjeta?.-negó sonriendo quitándose el cinturón.

-No, salió de mi.-bajo del auto, eso hizo que me diera cuenta de algo.

-que...poeta.-digo.

Abrió mi puerta, baje del auto, el ya estaba a unos cuantos pasos lejos de mi, su espalda y sus músculos estaban tensos, su cabello despeinado y esponjado.

-Sebastian.-lo llamé y en ese instante se detuvo y volteó a verme. Sólo nos miramos.

Lo necesitaba en ese momento, y lo supo, siento que leyó mi mente y decidido camino hacia mi a grandes pasos, cuando llegó me tomo de la cintura y su mano estaba en mi mejilla, entonces....

Me beso.

CHATEAUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora