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Baje del auto sin hacer ruido, aunque quería azotarla por lo enojada que estaba no podía, así que decidí caminar rápido.

Sebastian fue el primero en subir a su habitación, abrí el refrigerador para tomar agua, para después subir las escaleras, me detuve en mi puerta y mire la recamara de Seb. Admito que no me gustaba estar enojada con el, solo que ponerse así en peligro me preocupaba, pero ya se acercaba el día en el que mi prima se casaría y yo me iría con el.

Un largo viaje en auto con el, una oportunidad para estar juntos, la cual acabó de tirar por la borda. Baje a la cocina y tome el botiquín de primeros auxilios que mi mamá guarda, subí a su habitación, donde el estaba sin su camisa sentando en su cama, toque la puerta y volteó a verme.

-¿Quieres que te ayude?.-me miro serio por unos segundos, hice una media sonrisa, al menos eso hizo que él se pusiera blando y me dejara entrar.

Abrí la caja, tome un pedazo de algodón y lo empape de alcohol, lo pasé por sus heridas en la cara, tomo mi cintura un poco fuerte cuando hice contacto y bufo adolorido.

-Si no quieres decirme lo qué pasó te entiendo.-terminé con su cara para después pasarme a su espalda con unos rasguños.-solo ten en cuenta que estoy aquí para ti.

-Dejaron muy mal a Josh.-me congele en mi lugar, mis manos empezaron a temblar mientras curaba sus heridas, la idea de que pudo ser Sebastian hizo que me pudiera así.-esos tipos de nuevo llegaron para hacer su desastre.

-¿Que pasó después?.-tomo una bocanada de aire.

-Josh golpeó al líder, a Trevor y todos se fueron contra el, lo patearon y yo entré para defenderlo.-termine de curarlo.-Tiffany llamo a la policía y ese lugar se puso caótico.

Me coloqué enfrente de él, me arrodillé para estar a su estatura, lo mire a los ojos mientras tomaba su mano, y lo abrase. 

Tenía miedo, cuando pase por la casa de Tiffany y mire la ambulancia tenía miedo de que uno de los que estuviese adentro fuera Sebastian, él corría el peligro de estar allá fuera. Me reconforta tenerlo junto a mi, sólo que con algunos rasguños y golpes, esos sanaran pero perderlo jamás sanara.

Me separé de él le di un beso en la frente para irme a la puerta, lo mire a los ojos.

-Me quedaría a dormir contigo pero Stacy está en mi habitación.-El asintió recostándose en la cama.

-Descuida.-me guiño el ojo sonriendo, pero haciendo una mueca por el dolor, cerró sus ojos y puso sus manos debajo de su cabeza.

Lo necesito en este momento, mire el pasillo todo negro, no había señales de que alguien estuviese ahí. Cerré la puerta con llave y él seguía sin moverse, a él en ocasiones no le gustaba que yo tomara el control, la única vez que lo hice fue mi primera vez. 

Subí a la cama para ponerme a horcajadas encima de él, bese su cuello y pude sentir como se movió lleno de satisfacción, moví mis caderas haciendo un vaivén, siento como se puso duro, empecé a hacer un camino de besos, desde su cuello hasta su abdomen, cuando estaba llegando a su pantalón, baje de mi pijama y bragas.

Desabroche su cinturón y baje su cierre, deje unos cuantos besos, escuche como gimió, me separé de él para que él se sentara, tomo su miembro para que entrara en mi, ambos gemimos por el placer.

Lo abrace y yo empecé a moverme, dando pequeños saltos y ver como él moría por el deseo, beso mi cuello dejando pequeñas mordidas, con cuidado de no lastimarlo, pero creo que estos momentos olvido el dolor y esta enfocado en lo que le estoy causando.

-No te detengas.-dijo Sebastian sujetándome de la cintura.

-¿Qué dijiste?.-lo mire a los ojos, la cual estaban dilatados y de un color azul intenso por la lujuria, su cabello alborotado.-¿Que me detenga?.-fui lento, pero el me tomo con fuerza y entro en mi demasiado duro, haciendo que gimiera fuerte.

Reclamo mis labios para que no emitiera ruido alguno y fuerte, estaba cerca de llegar, cerré mis ojos con fuerza y mordí mi labio inferior, me aferré a él cuando llegamos a nuestro punto de cierre.

Quito varios cabellos de mi cara, para darme un tierno beso, sonreí contra sus labios, limpio mi rostro quitando la gota de sudor.

-debo irme.-dije cerca de su rostro.

-eso dijiste hace unos minutos y mira en qué acabo, espero no amanecer todo adolorido por tu culpa.-solté una risilla, me puse mi pijama y salí de su habitación.

Para entrar a la mía y encontrar a Stacy dormida, me acosté junto a ella, intentando no hacer ruido alguno, pero hice lo contrario.

-¿en donde estabas?.-me quede callada, se quedó mirando detalladamente mis facciones, hasta que lo descubrió.-ay Morgan.-empezó a empujarme fuera de la cama, haciendo que me cayera.

-¡es mi cama!.-la golpee con una almohada, ella se quejó dándome mi espacio.

CHATEAUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora