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Aún estaba en la cama, su brazo no me dejaba salir, pues se encontraba encima mío, me tenía aprisionada. Lo removí un poco, ya era hora de que yo me levantara, almorzara y arreglarme para ir a la universidad.

-Sebastian ya levántate.-se quejó apretándome más.

-cinco minutos más.-reí moviéndolo más fuerte.

Hasta que alguien toco la puerta, abrió sus ojos de pronto, la puerta estaba con llave por suerte.

-Morgan el almuerzo ya está listo.-intentó abrir la puerta.-¿Morgan?.

-¡Ya voy mamá!.-empuje a Sebastian de la cama, le señalé que se fuera para el baño y así lo hizo encerrándose dentro de él.

Camine hacia la puerta, actúe normal y la abrí, mi mamá me miraba con una ceja levantada, sonreí cuando miro detrás de mi habitación, que no entre al baño.

-Ven a almorzar.-asentí, ella se fue ya a la cocina, cerré la puerta suspirando por no ser descubierta.-Ya se fue.

Abrió la puerta, se puso la camisa, beso mis labios antes de salir. Recargue mi espalda en la pared, estuvo cerca, debería de tener más cuidado a la próxima, en verdad lo amo y sería una estupidez perderlo.

***

Estaba tomando mis últimas clases, nos habían encargado estudiar, para un examen que tendríamos el viernes, es decir mañana, los temas eran un poco complicados. Guarde mis cuadernos en la mochila, Stacy toco mi hombro antes de salir del salón.

-¿Supiste que los papás de Tiffany contrataron policías para investigar lo qué pasó?.-abrí los ojos impresionada.-ya hablaron con varios de aquí, y con sus padres.

-Ay no, Sebastian.-cubrí mi rostro, ¿Como le haré para protegerlo?.-Ok, el...también paso por lo mismo, de hecho esos mismos tipos destruyeron su casa.

-Morgan...encontraron droga en la habitación de Tiffany.-Mire a Sebastian, hablando con sus amigos, este me miro y no sonrió, estaba concentrado en su platica, deben estar hablando sobre qué dirán o no se.-¿Y si ellos están metidos en algo?.

-No, Sebastian me dijo que no y yo se que no es cierto.-caminamos hacia la salida.-Hay que ir a Bath & Body Works, quiero unas velas aromáticas y cosas del centro.

-¿las ocupas para estudiar?.-asentí.-ay Morgan, eres muy anticuada.

-y por eso soy tu mejor amiga.-Entre en su auto.

***

Ponía las velas que iba escogiendo en una canasta, también tenía pensado comprar incienso para que oliera rico, pero ya era suficiente con estas 4 velas elegidas, una con olor a café, durazno, pétalos y vainilla

-¿ya es todo?.-asentí.-acompáñame a Victoria Secret.-la acompañe, compro varios conjuntos de lencería y yo nomas iba viendo, eso debe de sentirse incómodo al usarlas.-la lencería no es nada incomoda.-estábamos saliendo para ir al estacionamiento.

-pues para mi si se ven incómodas.-dije.

-al contrario, te hacen ver más seguras de ti y más sexy.-dice y yo niego riendo.

A lo lejos mire un auto idéntico al de Sebastian, sólo que en rojo, dentro estaban los mismos tipos que destruyeron la casa de Tiffany, un chico se les acercó dándole unos billetes a cambio de droga. El mismo que quiso llevarme y que Sebastian lo golpeó. Su vista se dirigió hacia mi, sentí que me reconoció, y así fue, entonces me sonrió.

-Vámonos.-dije abriendo la puerta, abroché mi cinturón, antes de que saliéramos del estacionamiento le di una ultima mirada.

***

Frote mi cabello por el fastidio que llevaba horas estudiando, todo estaba en mi cabeza, pero quería que me fuese bien. Estaba concentrada en cada letra de los apuntes en mi libreta, repasando una y otra vez, haciéndome preguntas, toda técnica de estudio que viniera en mi mente. Toda mi habitación estaba en silencio, si iba al baño tenía que llevar mi libreta, lo mismo si bajaba a la cocina.

Escuche como alguien le lanzaba piedras a la ventana, me acerque para ver de quien se trata, Sebastian sin camisa, en verdad trabajaba en sus abdominales, en estos momentos me estoy dando mi "taco de ojo"

-Ven, ya estudiaste demasiado.-dijo señalando la alberca.

-Tengo que estudiar y mi mamá nos descubrirá.-saque la cabeza, él se acercó.

-Morgan, son las 11:30, ya están dormidos.-abrí los ojos sorprendida, no podía creer que ya llevaba tiempo estudiando, bufé y asentí, me lo merezco.

Este sonrió, cerré la ventana, busqué algo que ponerme por qué era obvio que me obligara a entrar a la alberca, y yo lo obedecería. Tenía mi vestido color blanco corto, al salir de la habitación me asegure de que no hubiese nadie que nos observara, para después correr a sus brazos.

De día éramos unos chicos que apenas nos "tolerábamos", pero de noche nos amábamos y lo demostrábamos a escondidas.

-Tienes una piscina y no sabes nadar.-estábamos entrando por los escalones, respingué al tocar el agua fría, si nos lanzábamos haríamos ruido y no queríamos eso.

-si lo notas, tengo la estatura perfecta para poder tocar el suelo.-toque el suelo.-aquel día no me agradabas.

-ahora estas que te mueres por mi.-me sujeto de la cintura, bese dandole a entender que era cierto eso. Él siempre me iba tener, siempre me haría volver loca cada día con su toque, con su amor.

Me arrincono en la orilla, me beso con fuerza, queriendo llegar a más, bajo de mis bragas y yo de su short negro, di un salto para rodear su cadera con mis piernas, y entro en mi haciéndome dar un salto pequeño y gemir.

Me tomo con fuerza de la espalda, me besaba el cuello y gemía en su oreja, sus dedos se enterraban en mi piel, intenté no hacerlo tan fuerte, para que nadie nos descubriera. Mi espalda chocaba contra la orilla, casi sentía el dolor por estar ahí arrinconada, mordí mi labio cuando él empujó con fuerza.

-córrete para mi, Morgan.-susurró en mi oído, me faltaba muy poco, de pronto me vine en el, lo abrazo cuando hemos terminado.

***

Entramos a la casa después de secarnos, esta noche el dormiría en mi habitación, en ocasiones solo dormía en la suya, sólo los fines de semana. Esos días eran los más locos, ver películas juntos hasta que fuese tarde, verlo jugar videojuegos, una que otra cosa, sólo cuando nuestros padres salían era cuando él y yo nos apoderábamos de la casa.

-¿Estudiaste para el examen?.-ya estábamos a punto de entrar a la cama.

-si, las técnicas que me diste me sirvieron.-sonreí, entramos a la cama y él me abrazó.-Eres la mejor tutora.

Lo amaba, más de lo que yo podría amar.

CHATEAUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora