12

633 37 1
                                    

Recorrer la ciudad en el auto de Sebastian, sería uno de mis pasatiempos favoritos, mientras que con la derecha tomaba mi mano y la otra sujetaba el volante. El viento entraba por la ventana, refrescandonos a los dos.

-¿Cómo la haremos para que nuestros padres no se enteren?.-pregunté, el hizo una mueca, se detuvo en medio camino antes de llegar.

-Hay que esperar.-se giro en su lugar para verme.-Por que mi padre no lo tomara bien, quiere cuidar su imagen.-otra vez con lo de su padre, mire la ciudad.-Y tu mamá, tal vez lo tome bien o no lo se, como
Tu quieras.

-No.-dije mirándolo, dude tomando sus dos manos.-Ella será mi madre pero...No lo se.-rasque mi nuca.-Esta estableciendo una relación con tu padre y hay que esperar..¿No crees?, esto podría tomarlo como un balde de agua fría.

Asintió acariciando mi mejilla, me acerco a el y me dio un beso. Su mano paso por mi cintura y me pego más a el. Nos separamos, llegamos y bajo del auto para abrir mi puerta.

Entramos a la casa, mi madre y Michael estaban abrazados, adoroba ver a mi madre feliz, sólo que por un momento la imaginé con mi padre, y a mi corriendo hacia ellos para que me abrazaran. Una lágrima recorrió por mi mejilla, pero estaba feliz por ella, sólo espero que ella lo este cuando se entere...algún día.

-¡Morgan, hija!.-grito mi madre caminando hacia mi.-¿Adivina que?.

-¿Qué sucede?.-tomo mi mano y me llevo a la sala, me entregó una tarjeta, era más bien como una invitación, la abrí y comenze a leerla.-¿mi prima Audrey se va casar?.-asintio, en unos meses será la boda.

-Si, haya en Oregón.-le entregue la invitación.-Podemos ir, sirve y los presentó en la familia.-Sebastian asintio y se fue a arriba.

Yo me subí, entre a mi habitación para cambiarme de ropa, tome una blusa color menta holgada y un short. Agarre mi teléfono y caí en la cama, había recibido un mensaje de Sebastian.

Sebastian.
Descansa, preciosa.

Lleve ambas manos a la cara, y solté un grito ahogado. Me puse de pie para ir a la habitación de Seb, toque la puerta, mire que no hubiese nadie. Fue abierta al instante, me miró y tomo mi mano, entre a su habitación, la cual seguía del mismo color que lo pinte.

-¿Por que sigue del mismo color?.-lo mire con una ceja levantada.

-En realidad, si me gusta este color, sólo quise hacerte quedar como una boba.-le di un leve golpe, camine hacia la puerta, pero otra vez tomada de la mano, me acerco a el y junto nuestros labios.

-Que descanses.-dije separándome de el, pero se rehusaba a soltarme, comenze a reír.-Ya, duérmete.

-Bien.-me soltó, le di un beso en la mejilla.-Descansa, ¿Mañana te llevo a la Universidad?.

-Claro.-dije caminando hacia la puerta, antes de cerrarla el estaba acostandose a su cama y suspiro.

Cuando llegué a mi habitación, me lanze a la cama. Trataba de averiguar el cómo le haremos para que mi madre no se entere, al igual que las personas que la rodean.

Me quite el collar dejándolo alado de la cama arriba en la mesita, Evan pudo ser un inútil, parecía ser todo un caballero, pero detrás de toda esa fachada de nerd debajo había un tarado, pero Sebastian, tiene aspecto de un chico malo, solitario, pero fue todo un caballero conmigo. De las dos citas, me quedo con el, mil veces lo elegiria a el.

Tal vez todo esto...lo nuestro, saldria mal, pero quiero tomar el riesgo, a lo mejor son suposiciones mías y todo saldrá de maravilla, nos miraba a los dos mientras tomaba su mano para subir a su Ford Mustang, desafiar todo.

El timbre de mi teléfono me saco de mi órbita. Stacy debe querer que mi reporte sobre como fue la cita.

-¡Cuéntame todo!.-retrocedi antes de contestar, sabía perfectamente que me iba a gritar.

-Si me rompes los tímpanos no podré contarte.-Me acomode, cubri mi cuerpo con la manta color menta.-.Me llevo a comer, fue mejor que salir con Evan.

-¿Pero, como te pidió ser su novia?.-Suspire cuando lo recordé.

-me regalo un collar y una caja floreada, dentro de la caja venía la pregunta.-grito, cerré los ojos por el estruendo que hizo.

-¿Le dirás a tu mamá?.-hice un mohín.-¿Y si se entera?.

-¿Y si no?.-Mire el reloj, eran casi las 11 am.-ambos hablamos acerca de eso, y pactamos que ninguno dirá nada hasta estar seguros.

-Morgan que traviesa.-solté una risilla.-Bueno, mañana te veo, adiós.

-Adios, que descanses.-colgué.

Cerré los ojos para conciliar el sueño, la cual poco a poco fue llegando a mi, últimamente eh estado durmiendo un poco tarde, pero hoy era la excepción... Podre dormir feliz.

CHATEAUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora