𝐃𝐀𝐔𝐆𝐇𝐓𝐄𝐑 𝐎𝐅 𝐓𝐎𝐍𝐘 𝐒𝐓𝐀𝐑𝐊 ✔

29. No te separarás nunca más de nuestro lado

—¿También lo torturaron? —Natasha preguntó viendo el reporte de autopsia sobre uno de los sospechosos, sabían que aquel sujeto era el que las había secuestrado pero la evidencia seguía siendo circunstancial, alguien parecía ir un paso más adelante que SHIELD, estresándolos de sobremanera. Fury ya no sabía en quien confiar en aquellos momentos.

—¿Crees que alguien esté eliminando a los sospechosos para así poder asesinar a Taylor? —Clint miraba las fotos de la escena, le habían roto todos los dedos de la mano y lo habían golpeado hasta asesinarlo.

—Es probable. —La respuesta de Coulson no los tomó por sorpresa, después de todo, la familia Stark tenía más enemigos de los que se pudieran contar con las manos.

—Esperemos que aún tenga tiempo. —Barton dejó de mirar las fotos para concentrarse en la de la joven Stark que se veía en la pantalla del quinjet.

—Los testigos dicen que vieron a este hombre. —la voz de Maria Hill se hizo presente, la foto de Taylor fue reemplazada ahora por una donde se veía a un sujeto con una máscara extraña que le cubría la mitad del rostro. —. Él es el que los torturo y asesino.

Natasha se quedó congelada en su asiento, lo conocía, se lo había encontrado una vez en el pasado. Por su mente solo pasó una pregunta: ¿Por qué el soldado del invierno quería a Taylor Stark? Tan solo era una niña.

Paris, Francia.

Tony y Rebeca entraron a una cafetería donde se pusieron detrás de un hombre con cabello canoso y ojos azules, este los miró sorprendidos.

—Anthony —su acento era muy marcado.

—Hola, Gastón. —Tony tenía el semblante serio, los tres tomaron asiento en una de las mesas y pusieron al hombre al tanto de todo, claro que el solo sabía lo que todos. Que Taylor Stark había sido secuestrada y todos la buscaban.

—Lo lamentó terriblemente, Anthony. Si hay algo que pueda hacer.

—¿Aún trabajas como consejero del ministro, no?

—Si pero tengo muy poca influencia con la policía nacional, aunque si puedo investigar...

—No, no estoy buscando una evasiva burocrática pero te lo agradezco. ¿Recuerdas las últimas veces que trabajamos juntos? Mencionaste al hombre que contrataba el gobierno francés cuando no podían permitirse una acción oficial.

El hombre miró a Rebeca de reojo, esta entrecerró los ojos y se puso aún más cómoda, si aquel hombre pretendía que se fuera, estaba equivocado.

—Te dije algo confidencial.

—Pero el existe.

—Esos hombres no son la clase de persona que quieras conocer. Te lo advierto, Anthony.

—Marcie debe tener que... unos 14 años y Patrice 9, quiero que pienses lo que sientes cuando las abrazas, sus miradas cuando llegas a casa. Ahora imagínalas lejos de ti.

—Es muy costoso. —Gastón lo miraba con pena.

—Sabes que el dinero no es problema.

—El los llamará.

El celular de Tony comenzó a sonar unas horas después de aquella reunión con Gastón, él y Rebecca se encontraban en la torre Eiffel, Jarvis le había informado al primero que en alguno de los edificios cercanos a aquel lugar había estado Taylor.

—¿Es él? —Rebecca miraba a las mujeres pasar con sus hijos, algunos eran muy pequeños y otros eran adolescentes, así como Taylor. Sonrió con tristeza viendo aquello, en verdad esperaba que ella pudiera perdonarla aunque nunca supiera la verdad.