𝐃𝐀𝐔𝐆𝐇𝐓𝐄𝐑 𝐎𝐅 𝐓𝐎𝐍𝐘 𝐒𝐓𝐀𝐑𝐊 ✔

3. ¿Y mamá?

—Ya no quiero. —hablo Taylor viendo como la maestra repartía los papeles de anuncio, sabía que se acercaba el día de las madres y aunque nunca le había importado ese día todos parecían estar realmente entusiasmados.

Pepper y su papá habían decidido que ella iría a la escuela, pese a las protestas que puso no tuvo más remedio que asistir; lo único bueno de todo eso era que Derek asistía en el mismo salón así que no la pasaba tan mal.

El primer día había conocido a una niña pelirroja, de piel pálida y ojos verdes llamada "Angelica" de la cual se había hecho amiga; Derek también había conocido a un niño "Charlie" y aunque éste parecía negarse a conocerlas o siquiera dirigirles la palabra a Taylor no le caía mal.

—Puedes decirle a la tía Pep que venga, sabes que no te niega nada—respondió Derek, tomando el papel. Hacia 4 años que Taylor había llegado a su vida y poco a poco comenzó a entender su forma tan peculiar de ser; sabía que a ella no le gustaba la escuela y aún recordaba el gran berrinche que hizo cuando le anunciaron que debía asistir.

Taylor no solía llorar, no le gustaba hacerlo así que ese berrinche que duro 5 horas los tomo a todos por sorpresa, se había puesto tan roja que dudaban si en realidad respiraba.

Derek aún recordaba lo que su papá le había dicho cuando Taylor acababa de llegar a casa. "Un Rhodes siempre será bueno para un Stark.

—Pepper no es mi mamá — respondió tajante, no es que le cayera mal la asistente de su papá, solo no podía entender porque todos los demás niños incluidos Derek, si tenían una mamá que se preocupara y viera por ellos.

Taylor entró a casa dejando por ahí su mochila y el suéter que le habían puesto en la mañana, se quitó los tenis dejando un pequeño tiradero en el pasillo de la entrada.

—¿J? —le hablo a la IA mientras se dirigía a la sala y se aventaba muy despreocupada de la vida al sofá

—¿Si, señorita Stark?

—¿Donde está papá? —preguntó buscando el control

—El señor Stark se encuentra en su taller y la está esperando. Yo le recomiendo que baje primero y después se ponga a ver las caricaturas que tanto le gustan.

Taylor asintió aunque no muy convencida, se acercó a su mochila y sacó de esta la hoja que la maestra les había dado ese día. Bajo hasta el taller y antes de si quiera llegar a la puerta de cristal está se abrió esperando que entrara.

—¡Kiddo! —saludó Tony, dejando de trabajar en una nueva arma y le prestó toda su atención a su hija. Taylor ya venía descalza así que suponía que arriba la casa ya estaba tirada. —¿Cómo te fue en la escuela?

—Como siempre —respondió sin ganas de explicar cómo la habían regañado de nuevo por no llevar su tarea o como había peleado con Angelica llegando al punto de decir que ya no serian amigas o explicarle lo de la hoja.

—Así que estamos de mal humor —Tony la analizaba de pies a cabeza esperando ver algo raro —bueno, ve a cambiarte. Necesito ayuda aquí abajo.

Taylor se encaminaba hasta la puerta y fue cuando tuvo el valor suficiente, se volteó abruptamente hacia su papá y frunció el ceño. —¿Dónde está mamá?

Esa pregunta tomó por sorpresa al Stark mayor quien ya se encontraba trabajando en el arma de nuevo, soltó la herramienta de golpe y se acercó rápidamente a Taylor, la tomó en brazos y la sentó en el escritorio.

—¿Eso es lo que te ha estado molestando? —preguntó viendo directamente a su hija quien esquivaba audazmente su mirada

Taylor suspiró y antes de responder dudo por unos momentos —solo quiero saber dónde está. Tenemos un evento en la escuela y deben ir las mamás.

—Ah. Es eso. Dile a Pepper, estoy seguro que le encantará acompañarte

Taylor frunció el ceño nuevamente y se bajó del escritorio logrando lastimarse ligeramente su tobillo derecho. —¿Cuando van a entender que Pepper no es mi mamá? —sin darle tiempo a Tony de responder salió del taller y subió corriendo hasta su habitación encerrándose en esta.

—Jarvis. ¿Crees que si le digo que su mamá murió la olvidé? —preguntó el millonario viendo hacia dónde estaba Taylor apenas unos momentos atrás

—Eso no es recomendable señor, al final la verdad siempre se sabe y si no quiere alejar a la señorita Stark, debe ser honesto con ella. —respondió la IA

Tony lo pensó y sin decir nada subió a buscar a su hija.

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