56. El gran día

702 46 2
                                    

Primero fueron sus labios, después su mandíbula y fue bajando hasta llegar a su clavícula, Steve siguió bajando hasta llegar al inicio de sus pechos, donde dejó una serie de mordidas ligeras, sacándole un suspiro a Taylor. Ella arqueó la espalda, al sentir como Steve volvía a entrar en ella, llevaban unas horas perdidos en el cuerpo del otro, dejándose llevar por el deseo y la pasión, ambos se negaban a salir de la habitación o a responder el teléfono, en las últimas semanas apenas y habían podido verse, cuando Steve volvía a casa de alguna misión o de pasar el día en el complejo, Taylor ya se encontraba dormida y cuando despertaba, ella ya no se encontraba ahí.

Sabían que sería difícil, ambos tenían trabajos demandantes, ella dirigía una compañía que se estaba haciendo grande y una línea de ropa que tenía éxito, rara vez se le veía usando de nuevo el traje de Iron Girl, su labor como empresaria le consumía la mayor parte de su tiempo, Steve se la pasaba entrenando a los nuevos reclutas, yendo a misiones o simplemente ayudando en la ciudad cuando se era necesario.

—Te amo. —dijo Steve besando con hambre y fervor a su novia, mientras ambos terminaban, ahogando sus gemidos en los labios del otro.

Taylor se estremeció una vez que dejó de sentir el cuerpo de Steve sobre el de ella e inmediatamente buscó su abrazo para acurrucarse y continuar con los ojos cerrados.

—¿Sabes? —dijo Steve, acariciando los castaños cabellos de Taylor. —He estado pensando mucho en esto. ¿Crees que sea buen momento para tener un bebé?

Taylor abrió los ojos de golpe. —¿Quieres un bebé?

—Sí.

—¿Ahorita?

—Podríamos intentarlo. —Steve sugirió con las mejillas sonrojadas y volvió a acomodarse, quedando encima de Taylor. —Podríamos comenzar a hacerlo nuevamente.

Y así fue como ninguno durmió en aquella noche, no estaban seguros de si en verdad un bebé se crearía en aquellos momentos, tal vez era una decisión precipitada pero no les importaba, estaban listos para lo que fuera, juntos podrían enfrentarse a lo que fuera y con eso claramente se referían a Tony y Pepper.











Taylor termino de arreglar la peluca platina que había optado por usar aquel día, su delgado cuerpo portaba con orgullo un vestido negro de cóctel con un escote en V por ambos lados y una tira repleta de perlas, que simulaban ser un cinturón. Su maquillaje resaltaba sus ojos dándoles un aire felino y seductor, se veía realmente despampanante y los invitados no habían dudado en decírselo, justo antes de pasar por aquel camino de piedras con un puente de luces blancas, dándole un aire a un cuento de hadas.

Taylor sonrío viendo a sus padres, que iban llegando, Pepper llevaba una muy abultada panza de embarazo como su mejor accesorio junto con un vestido rosa pastel y un maquillaje natural, su padre había optado por un smokin negro con corbatín. Taylor se acerco a ellos.

—Mírate nada más. —Pepper dijo en cuanto su hija se les acercó, haciendo que Taylor girara para presumir su atuendo. —Luces preciosa, mi amor. Eres la niña más hermosa de todo el mundo.

Taylor rió por lo bajo. —Pero sí tu, eres la embarazada más hermosa. —Taylor besó la mejilla de su mamá y acarició su viente, para después saludar a su papá. —¿Como llevas todo?

—Pues bien. —Pepper comenzó a llorar un poco. —Ya estoy cansada, todo el tiempo lloro y tu papá es un desconsiderado que todo el tiempo me dice gorda y se come mi comida.

Taylor le dio un manotazo a su papá. —Debes ser muy considerado, Anthony, necesita descansar y ser mimada.

—¡Pero si la trato como reina!

𝐃𝐀𝐔𝐆𝐇𝐓𝐄𝐑 𝐎𝐅 𝐓𝐎𝐍𝐘 𝐒𝐓𝐀𝐑𝐊 ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora