𝐃𝐀𝐔𝐆𝐇𝐓𝐄𝐑 𝐎𝐅 𝐓𝐎𝐍𝐘 𝐒𝐓𝐀𝐑𝐊 ✔

12. Hospital

—¿Entonces ese sujeto apareció de la nada y te dijo —Taylor hizo gruesa su voz —vengo a hablarte de la iniciativa vengadores?

Tony asintió riendo de la voz que había puesto Taylor, ambos llevaban gran parte del día en el taller. Taylor se presentaría ante el consejo de Stark Industries para hablarles sobre la fundación "Maria Stark"

Tony en cuanto escucho la idea y la estructura de tal fundación inmediatamente llamó su atención, y el nombre que su hija había decidido ponerle aún más, tal vez T, no había conocido a su abuela pero sin duda alguna, Tony, se había encargado de hacer que la amara como si lo hubiera hecho.

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—Y es por eso que la fundación, Maria Stark, es un gran proyecto —finalizó su presentación y observó el rostro de todos los presentes, al principio se había sentido nerviosa y con muchas ganas de vomitar, en cuanto comenzó a hablar y a explicarse todo pasó a segundo plano. Solo era ella y su nuevo proyecto.

—Wow —habló uno de los ejecutivos viendo aún los documentos en sus manos, sin duda alguna, era una idea que rompería todos los esquemas, una idea que nadie se espera. Una idea de un Stark. —creo que es bueno que empecemos a tener beneficencias sin fines de lucro, tienes mi voto, Taylor. Yo lo apruebo completamente.

La castaña entendió el mensaje y se retiró de la sala para dejarlos que discutieran, claro que su padre tenía el último voto pero aún así, significaba mucho que los demás opinaran sobre eso. Si la escuchaban y le hacían caso, Stark Industries tomaría un rumbo diferente y realmente bueno. Nunca antes había mostrado ese interés por la empresa y la razón era obvia, Stane significaba un gran impedimento para ella y dejar volar su imaginación.

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—Así que nada de nepotismo en tu futura empresa —comentó Angelica, haciendo reír a los chicos

—Para nada, no quiero que la gente siga hablando —comió de su helado antes de seguir —, nunca me ha importado pero siento que ya nos han atacado mucho los últimos meses, es tiempo de cambiar aquello. —esa Taylor, no todos tenían el placer de conocer, a los chicos les había llevado a los para que esta pudiera mostrarse así.

—Vamos —Charlie se levantó y limpió sus pantalones quitándoles la tierra, se puso en cuclillas dándole la espalda a Taylor y después la cargó, volvió a levantarse —el último en llegar paga la comida —dicho eso, salió corriendo con la Stark sujetándose bien de él y riendo en el proceso.

—Ya se tardaron —comentó Taylor, viendo el menú nuevamente. Charlie sospechaba ligeramente porque se estaban tardando más de lo previsto, ya les agradecería después. —¿Char?

El aludido volteó a verla perdiéndose por completo en aquella mirada. Era como una droga, podría jurar que se había vuelto adicto a su amiga, esa sonrisa, ese brillo en sus ojos, sus chistes, su sarcasmo, su mal carácter, su cabello siempre oliendo a lavanda, el perfume que siempre usaba. Estaba seguro de algo, nunca conocería a alguien tan hermosa como ella, jamás llegaría alguien que lo hiciera sentir todo lo que Taylor Stark provocaba.

—Ya sabes que Angel no corre y Derek es demasiado caballeroso como para abandonarla —recordó ignorando por completo cuando está lo había llamado.

Taylor se movió incomoda en su asiento y se acercó más hasta llegar al punto en el que su brazo rozaba con él de Charlie, este intentó ocultar a toda costa su nerviosismo.

—Ese sujeto nos está siguiendo —susurro viendo de reojo viendo al hombre musculoso, con gafas de sol, barba, cabello largo y demasiado velludo para su gusto, claro que eso no le quitaba lo atractivo y el aire de misterio que emanaba podría atraer a cualquiera excepto a Taylor, aquel sujeto solo lograba despertar su curiosidad. Charlie volteó en dirección a aquel sujeto y negó con una sonrisa en el rostro.

—No, no nos está siguiendo —rio un poco —, mamá esta histérica con lo que ocurrió hace poco y me puso a aquel fortachón como mi "protector" se llama Logan, es agradable cuando no te gruñe.

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Taylor y Angelica llevaban corriendo dos cuadras, habían notado que desde unas tiendas atrás las comenzaron a seguir así que le seguía pareció buena idea salir del centro comercial y comenzar a correr como nunca antes lo habían hecho.
—Ya no puedo —hablo Angel entre jadeos, deteniéndose para descansar un poco, sentía sus piernas temblar y como su cuerpo comenzaba a pesar un poco más.

Taylor se detuvo, al menos les habían tomado ventaja a aquellos gorilas. Sus pulmones quemaban dolorosamente y su garganta estaba completamente seca, no podía articular palabra alguna, su respiración se encontraba seriamente acelerada. Vio como una camioneta doblaba en la esquina y a gran velocidad se acercaba a ellas, tomó del brazo a su amiga y comenzó a correr de nuevo sintiendo como sus piernas parecían ya no querer reaccionar, ambas corrían demasiado lento, se tropezaban a cada momento y comenzaban a ver borroso. Doblaron entrando en un callejón, se pegaron a la pared y vieron pasar la camioneta, suspiraron aliviadas al ver que la habían perdido. Salieron con las piernas temblorosas y la adrenalina dominando en sus sistemas, cantaron victoria demasiado pronto. Una emboscada, eso era, estaban rodeadas y ya no había escapatoria alguna.

—Angelica Jones —canturreó alguien abriéndose paso entre todos los gorilas que las cubrían —, no eres alguien fácil de encontrar, niña, pero ya estás aquí y es lo único que importa.

Antes de que las chicas pudieran hacer o decir algo e incluso poder ver bien a la mujer, dos de los gorilas les inyectó algo en el cuello dejándolas inconscientes inmediatamente. Subieron a la pelirroja a uno de los autos y dejaron a la castaña ahí tirada.

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—¿Qué fue lo qué pasó? —preguntó Rhodey llegando seguido de su hijo al hospital, Tony se acercó a ambos, nadie le decía nada.

—La encontraron tirada a mitad de la calle, inconsciente —Stark luchaba con todo en su interior para mantenerse fuerte, en cuanto recibió la llamada sintió como su piel se volvía hielo dentro de él, no pudo evitar preguntarse si eso habría sentido ella, cuando desapareció.

—¿Sigue sin comer? —preguntó Rhodes, Stark negó al igual que Rhodes menor

—Tengo entendido que saldría con Angel —se atrevió a hablar finalmente Derek

—Happy las dejó en el centro comercial, le llame porque necesitaba algo así que él se fue y esto pasó, ni siquiera estaba cerca del lugar cuando la encontraron —Tony comenzaba a perder la paciencia, sentía que en cualquier momento podría golpear a alguien y hacer pagar al responsable de lo ocurrido.

—¿Nadie escuchó o vio nada? —preguntó el Coronel y en respuesta recibió una negativa, Jarvis y Happy estaban trabajando en averiguar qué era lo que había ocurrido.

Unas horas después

El doctor se acercó hasta Stark para darle el diagnóstico de su primogénita.

—Señor Stark —saludó —, soy el doctor Montgomery, yo soy quien está atendiendo a su hija.

—¿Qué le ocurre? —Tony fue directo al grano

—Llegó con algo en el cuerpo, su cuello tiene evidencia de que le inyectaron una droga, fue la dosis suficiente para hacer que perdiera el conocimiento. Fue sometida a estudios y por eso tarde en salir —guardo silencio viendo al empresario, al Coronel, al joven y a una mujer pelirroja que acababa de llegar —, la hemoglobina de Taylor está demasiado baja, eso nos indica que tiene anemia, quiero hacerles exámenes más a fondo ya que noté algunos hematomas en su abdomen y brazos.

—Tal vez se golpeó con algo —obvio Derek

Tony negó y miró a su sobrino, —quieren descartar que tenga leucemia —se giró de nuevo hacia el doctor —¿puedo verla?

El Dr. y Tony, se dirigieron a la habitación de Taylor en el piso 5, habitación 503. Pepper, Derek y Rhodey dijeron que lo alcanzarían n después, querían darle tiempo a Tony para estar con su hija pese a que esta se encontraba durmiendo.