EN EDICIÓN.
Book Two. Infinity Saga.
Tony Stark no sabía que tuvo una hija, o al menos así era hasta que ella cumplió 2 años.
El no podía creerlo sin embargo estaba seguro de tres cosas.
1.- Esa niña era una futura genio.
2.- El nunca volvería a es...
Tony llevaba una hora entera escuchando las burlas de su hija y su sobrino por el pequeño detalle de Pepper, con eso quedaba más que obvio que ambos se gustaban y aún más por la sonrisita que se había instalado en el rostro del Stark mayor.
—Cuando descubramos tu alma —vio a su mejor amiga —, te enmarcare algo que no lo recuerde siempre —Derek volvía a las bromas haciendo reír a Taylor, Tony les lanzó un par de tornillos a cada uno haciéndolos reír más.
—¿Te quedarás a dormir? —preguntó Tony, viendo cómo ambos chicos cenaban la pizza que les había mandado a comprar.
Derek negó, tragando el último pedazo de su rebanada ya no existente —Se supone que mañana temprano pasa por mi, la bruja malvada del oeste, logramos bueno, papá logró convencerla de no llevarme todas las vacaciones con ella, su esposo y mis hermanos pero a cambio debo pasar tres días con todos ellos en una cabaña a las afueras de la ciudad de New York.
—Usa mucho repelente —atinó a decir Taylor, la mamá de Derek, no le agradaba en lo absoluto. Incluso podría decir que detestaba a aquella señora, solo le agradecía haber traído al mundo a un ser tan maravilloso como lo era su mejor amigo.
Después de unos minutos, Derek se despidió con mucho pesar, en verdad no quería ir pero ese era el trato y no podía quedar mal, no se arriesgaría a que su madre intentara llevárselo de nuevo.
Taylor volvió taller después de haber dejado a su amigo en la puerta y de asegurarse que Happy lo llevara a casa.
—Arréglate, ponte un vestido de gala —le dijo Tony en cuanto ingreso, éste iba de salida. Taylor optó por no hacer preguntas y fue a su cuarto a darse una ducha y a ponerse presentable.
—Taylor Maria Stark —gritó Tony, ya fastidiado de tanto esperar —¡apúrate!
Taylor no respondió, continuó observando todas las opciones frente a ella, necesitaba uno que no dejara lucir tanto su extrema delgadez.
Taylor finalmente bajo, logrando sacarle una mirada de asombro a su padre. Había optado por un vestido largo pegado al cuerpo sin dejar nada al descubierto, unas zapatillas plateadas, su cabello lo había rizado y un maquillaje de noche, había quedado satisfecha con el resultado. Por alguna extraña razón no subía de peso, al contrario, cada vez bajaba aún más.
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—Eres una bebé, ¿por qué usas tanto maquillaje? —preguntó Tony cuando ha estaban a punto de llegar.
—Porque debo lucir presentable para todos y punto —obviamente no admitiría en voz alta lo extraña que se sentía al estar tan arreglada, eso era ligeramente nuevo para ella.
Ambos bajaron del Audi plateado llamando la atención de todos, la prensa inmediatamente comenzó a tomar fotos de ambos mientras estos se dirigían hacia donde se encontraba Obadiah dando una entrevista, varias mujeres le hablaban a Tony, algunas para coquetear y otras para preguntar si las recordaba, Taylor hizo una cara de asco por aquello.
