Taylor termino de ponerse su cadena de oro con un dije de mariposa. Se observó una última vez frente al espejo y sonrió satisfecha con el resultado, habían pasado exactamente ocho meses desde la destrucción de la mano. Ella en ese momento entendió muchas cosas, sobre todo, cosas sobre su papá y lo difícil que pudo ser para él, convertirse en Iron Man, sabiendo que debía volver a casa sí o sí, porque su pequeña lo esperaba.
Por vez primera se encontró en la situación de pelear para que su hija creciera en un mundo mejor o quedarse en casa para asegurarse de que nada le ocurriera. Taylor fue presa del pánico, entonces recordó la sonrisa de su pequeña bebé, de tan solo unas pocas semanas de nacida y lo supo. Lo daría todo porque Charlie creciera en un lugar a salvo, afortunadamente no tuvo que ponerse en riesgo y Danny se aseguró de que todo saliera bien.
Salió de sus pensamientos cuando el timbre sonó, Taylor salió de su habitación, encontrándose a Charlie, que ahora tenía casi nueve meses, su cabello castaño un poco más largo y rizado y sus ojos entre azules y grises, viendo Paw Patrol, junto a Jamie y su papá, que cantaba el intro como si fuera la mejor canción del universo. Eso la hizo reír.
Quien diría que el gran Anthony Stark, estaría viendo caricaturas e incluso cantando la intro de estas, un sábado por la noche.
Al abrir la puerta se encontró con su tío Rhodey, que parecía ya estar listo para la noche de películas. Ella se hizo a un lado para dejarlo pasar y fue a su habitación para terminar de arreglarse, siendo seguida por Howard e Irina, que parecían bastante ansiosas por unirse a la pijamada infantil. Taylor sonrió y las dejó libres para que fueran con el resto, tomó su abrigo, su bolso y se dio un último vistazo, quedando satisfecha con el resultado de aquel vestido rojo.
Al volver a la sala, volvió a reír. Todos -incluidas las mascotas- estaban completamente absortos en el capítulo de Paw Patrol, donde intentan hacerle trampa a la alcaldesa de la ciudad.
—Bien, me iré justo ahora. Sí me necesitan, llamen y estaré aquí en un minuto. —dijo Taylor besando la regordeta mejilla de su bebé y después la de su hermano pequeño.
—No vamos a necesitarte, lo tenemos todo controlado —dijo Tony viéndola de reojo. —. ¿Se te olvida que criamos a dos niños?
—Por eso mismo lo decía... —murmuró Taylor comenzando a reír, se despedido una vez más y salió de casa.
Música clásica sonaba de fondo, el lugar estaba completamente lleno y el ambiente que se percibía era bastante ligero y bueno, en una mesa en la zona V.I.P., se encontraban sentados, Derek y Meredith, con tres amigos del trabajo de este y Taylor, quien había empezado a salir con uno de los colegas de su mejor amigo, dos meses atrás. Todos se veían bastante bien, después de todo, se encontraban en un restaurante de lujo.
—¡Feliz cumpleaños! —dijo Taylor alzando su copa de champán, viendo a su mejor amigo, el resto la siguieron y chocaron sus copas para brindar. —. Oficialmente tienes veintitrés, y hemos pasado juntos veintiún años, han sido los mejores años de mi vida y espero que siga siendo así. ¡Por los próximos años!
—¡Por los próximos años! —corearon el resto y siguieron cenando.
Taylor entonces vio la mano de William, sobre la mesa junto a ella, ladeó la cabeza un tanto dudosa y al final terminó entrelazando su mano con la de su actual pareja, él giró su rostro lo suficiente y le sonrió de manera cómplice. Era la primera vez que ella se atrevía a hacer una muestra de afecto en público, y él era paciente. No la presionaba, le daba tiempo y poco a poco iba ganándose su confianza. Eso la hacía sentir mejor, ahora no sólo era ella, también estaba Charlie y debía ser muy cuidadosa con las decisiones que tomara, pues irremediablemente terminarían afectándola.
Al terminar su cena, todos decidieron ir a un antro para terminar la noche, Taylor bailo, bebió y se divirtió demasiado con William, y el resto de sus acompañantes, hizo distintos brindis con Derek para beber shots y se dejó tomar fotos por vez primera desde lo ocurrido en Alemania, por algunas personas que se acercaban por reconocerla como Iron Girl, incluso accedió a tomarse varías fotos con su grupo con el que estaba y no se molestó cuando se dio cuenta que Meredith le había tomado algunas fotos besando a William, ella no estaba ocultándose de nadie. Era libre, e incluso podría decir que feliz y estaba segura que aquel pelinegro de ojos verdes, tenía mucho que ver en su nuevo estado de ánimo.
Al finalizar la noche, ella fue a su apartamento y avisó a su papá por texto para evitar preguntas incómodas y chismosas, también evito a toda costa la mirada de sus mejores amigos. Aquella noche también fue la primera en que estuvo con alguien en un nivel íntimo.
Entonces supo que todos tenían razón. A su vida llegó alguien mejor y el tiempo sano las heridas tanto físicas como emocionales. Estaba lista para vivir esa nueva etapa y relación al máximo.
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𝐃𝐀𝐔𝐆𝐇𝐓𝐄𝐑 𝐎𝐅 𝐓𝐎𝐍𝐘 𝐒𝐓𝐀𝐑𝐊 ✔
FanfictionEN EDICIÓN. Book Two. Infinity Saga. Tony Stark no sabía que tuvo una hija, o al menos así era hasta que ella cumplió 2 años. El no podía creerlo sin embargo estaba seguro de tres cosas. 1.- Esa niña era una futura genio. 2.- El nunca volvería a es...