44. Vida adulta

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Taylor estaba viéndose a través del espejo de aquel gran y lujoso baño que "Carbonell International" tenía, aquel día sería el de la inauguración y mentiría si dijera que no se sentía para nada nerviosa y a nada de vomitar. Toda la prensa la esperaba afuera, empresarios de todo el mundo también. ¿Y si las cosas no salían bien? ¿Y si aquello era demasiado? ¿Y si había volado demasiado cerca del sol? Secó su rostro y de obligó a ignorar todas aquellas inseguridades, no podía echarse para atrás, ya no.

—¿T, estas bien? —la voz de Charlie se escuchó del otro lado, faltaba poco para que Taylor hiciera su gran entrada y esta no aparecía.

—No lo creo... —susurró en respuesta y mojo su rostro, inspiró aire, acomodó su vestido y salió con una gran sonrisa para enfrentarse al mundo.

Asintió en dirección al ojiazul y éste le guiñó un ojo en respuesta. Taylor estaba a nada de tomar el micrófono que uno de los trabajadores le ofrecía pero su celular sonó, era Steve y estaba deseándole suerte, sintió como sus mejillas enrojecían furiosamente. Tomó aire una vez, agarro el micrófono y salió llamando la atención de todos los presentes, que guardaron silencio al verla.

—Buenas tardes a todos —entrecerró los ojos. —, bien, eso sonó bastante formal. Recapitulemos, hola a todos, deben sentirse honrados de poder estar aquí esta tarde. Hoy se llevará a cabo la inauguración de una empresa que cambiará la industria de la ingeniería y la investigación. Una nueva era comienza y me complace anunciar que es el principio de muchas cosas, sin más que decir. Sean bienvenidos a Carbonell International.

Taylor se giró sobre sus talones y cortó el gran lazo rojo, al tiempo que caía la manta que cubría el logo de la empresa revelando finalmente aquella gran C encerrada en un hexágono blanco, con el nombre de la empresa de bajo y una pequeña imagen del mundo. No pudo evitar sentirse orgullosa de sí misma, estaba honrando el apellido de soltera de su abuela, estaba demostrando que era más Stark-Carbonell de lo que el mundo suponía y principalmente, se había convertido en toda una empresaria con tan solo 19 años.

Taylor daba el recorrido a toda la empresa, mostrando los laboratorios, las oficinas, las salas de juntas, el comedor, el estacionamiento, el piso exclusivo para las aulas donde se llevarían a cabo las capacitaciones. Todo aquello tenía como soporte Inteligencia Artificial, la cual había sido nombrada Collins en honor a su abuela.

—Todo esto es maravilloso. —Pepper mencionó abrazando a la ojiazul, que recibió gustosa aquello, ahora sentía que podía enfrentarse al mundo ella sola.

Tony, por su parte, le apretó las mejillas como si de una niña pequeña se tratara, Taylor rodó los ojos y le soltó un manotazo, conforme pasaban los años, la fuerza que ejercía a la hora de aplastar sus mejillas crecía.

—¿Señorita Stark? —Taylor, Pepper y Tony, se giraron a escuchar al dueño de aquel llamado. Su cabello era castaño, casi rubio y rizado, sus ojos eran de un azul brillante, muy atractivo, pero siendo el típico estereotipo norteamericano.

—¿Sí? —Taylor se puso frente a sus padres, que parecían querer ocultarla de todos los empresarios que se acercaban a charlar con ella.

—¿Podríamos charlar un momento a solas?

—No. —respondieron Pepper y Tony.

—Sí. —respondió Taylor, ignorando olímpicamente a los mayores, le hizo una extraña seña al joven frente a ella y ambos se dirigieron al área de bebidas.

—Disculpe mis modales, soy Danny, Danny Rand. Dueño de Empresas Rand. —estrecho su mano con la de Taylor y al final dejó un beso sobre el dorso de la mano contraria.

—Muy elegante. —asintió Taylor con una sonrisa divertida en el rostro. —He escuchado sobre tu empresa, lamento lo que le ocurrió a tus padres.

—Sí, también yo, pero no vengo a que charlemos de mi tragedia familiar. Vengo felicitarte por este gran paso, había escuchado tantas cosas sobre la gran Taylor Stark y moría de ganas por conocerte. También vengo a darte la bienvenida al mundo empresarial y la vida adulta, vas a odiar ambas.

Ambos rieron y siguieron hablando sobre las principales funciones de la empresa que ahora dirigía Taylor, mientras seguían bebiendo y disfrutando de la pequeña empresa, los dos fueron conscientes de las miradas acosadoras de Pepper y Tony, así como de las chismosas de Derek, Meredith, Angelica y Rhodey, como de la recelosa de Charlie. No le tomaron importancia, siguieron con aquella charla hasta después de la reunión, ya que Danny se había ofrecido a llevarla a casa, Taylor había accedido con la condición de reunirse de nuevo para poder hacer un proyecto juntos, el ojiazul había aceptado sin siquiera considerarlo y es que, quien no querría trabajar con un Stark.

El inicio a la vida adulta y empresarial no había sido tan malo y mucho menos cuando al llegar a casa, Taylor vio un gran ramo de orquídeas sobre la mesa, tomó la pequeña tarjeta y sus sospechas se confirmaron, eran un obsequio de Rogers. Sonrió y subió a su habitación, después de poner en agua aquel regalo y se quedó dormida acariciando a sus mascotas, que están eufóricas por verla de nuevo.

𝐃𝐀𝐔𝐆𝐇𝐓𝐄𝐑 𝐎𝐅 𝐓𝐎𝐍𝐘 𝐒𝐓𝐀𝐑𝐊 ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora