47. No tuve elección

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The Winter Soldier
Parte 3.

—El algoritmo de Zola es un programa... —aclaro Stiwel, de rodillas en el piso y poniendo una mano en el frente. —para elegir los objetivos del proyecto.

—¿Cuáles? —preguntó Taylor viéndolo con desinterés.

Steve Rogers, un comentarista del Cairo, el secretario de defensa, un chico de preparatoria en Iowa, Bruce Banner, Taylor Stark, Tony Stark, Stephen Strange, o quién sea una amenaza para HYDRA. Ahora o en el futuro.

Steve y Taylor se voltearon a ver instintivamente, entrelazando sus manos de manera disimulada para que nadie pudiera notarlo.

—¿En el futuro? —Derek estaba desconcertado. —¿Como sabría?

Stiwel comenzó a reírse, haciendo que Sam y Derek se acercaran un poco más. —No tiene que hacerlo. El siglo XXI es un libro digital. Zola enseño a HYDRA, como leerlo. —al notar que todos lo miraban, Stiwel prosiguió. —Bancos, historiales médicos, patrones de voto, emails, teléfonos, sus exámenes escolares. Ese algoritmo puede evaluar el pasado de las personas y predecir su futuro. —toda su atención se centro en Taylor. —Claro que con los Stark no ha sido difícil, ya eliminamos a dos de ustedes.

Taylor lo noqueo.

—Ahora no sabremos todo el plan. —Natasha la miro molesta.

—Claro que lo sabemos... —menciono, soltándose del agarre del rubio como si de pronto quemara. —Para eso están los helicarriers, los eliminaran, a todos los de la lista. Unos miles a la vez, configure sus armas para cuando tuviera los objetivos listos. Que gracioso, colabore en el asesinato de mi padre y mi suicidio.

Taylor se fue de ahí, siendo seguida de inmediato por Derek.





Tanto Rhodes, como Stark, iban detrás del vehículo en el que viajaban los otros, no se habían ido a otro lado, simplemente a tomar el vehículo de esta y esperar a sus nuevos compañeros. Derek se había negado a dejarla sola, pese a la insistente mirada de Steve, cuando sugirió que él y ella, debían irse juntos.

—No es tu culpa. —mencionó Derek viendo por el rabillo del ojo a Taylor.

—No es eso lo que me molesta. —mencionó ella sinceramente. —Es... no lo sé, tengo un nudo en el estómago y en la garganta, mi corazón no a dejado de latir como un loco desde hace unas horas.

—No has considerado qué tal vez se deba a...

—No. —ella lo cortó de inmediato. —Algo va a pasar Derek, lo puedo sentir.

Derek iba a responder cuando ambos fueron testigos de cómo un sujeto subía al techo del auto de los otros, donde viajaba Stiwel y éste era lanzado por la ventana. Dicho sujeto comenzó a dispararles desde el techo, Derek tuvo que frenar de golpe, al notar que Sam lo hacía, por poco y terminaban impactándose, el desconocido del techo salió volando.

—¿Estás bien? —Derek preguntó, viendo de reojo a Taylor, esta simplemente asintió con los ojos fijos en el auto del frente, de pronto, un impacto les llegó por atrás, haciendo que avanzaran y le dieran a sus compañeros. —¡Sal del auto!

Ninguno pudo salir, pues después del impacto, la persona que les dio siguió avanzando, ambos observaron como el mismo hombre regresaba al techo y parecía atacar a los del frente. Ambos se miraron y asintieron, antes de que apretaran sus respectivos relojes, el sujeto que parecía tener un brazo de metal y una máscara que le cubría el rostro por completo, saltó a su vehículo, cruzó la mirada o eso suponían, con Taylor y volvió a saltar, esta vez a la camioneta que les había chocado. Derek piso el freno a fondo y por la velocidad a la que iban, éste se alzó, obligando ahora si, a ambos jóvenes a abrir la puerta y saltar de su vehículo. Rodaron por el asfalto temiendo ser atropellados y lograron enterrarse algunos cristales en el proceso.

𝐃𝐀𝐔𝐆𝐇𝐓𝐄𝐑 𝐎𝐅 𝐓𝐎𝐍𝐘 𝐒𝐓𝐀𝐑𝐊 ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora