35. Angel vuelve

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Decir que estaba nerviosa era poco, sabía que ya estaba terriblemente retrasada y sin embargo, no podía salir de su auto, no sabía que debía hacer o decir, tomó una gran bocanada de aire y decidió hacerle frente a las cosas y bajo de su vehículo para entrar a aquel restaurante de comida vegana, nadie sabía que Angelica estaba de vuelta, Taylor no sabía porque pero lo había mantenido en secreto.

Por primera vez en su vida Taylor se encontraba al borde de un colapso nervioso, negó intentando concentrarse, le entregó sus llaves al del valet parking y entró al lugar, busco con la mirada hasta que finalmente dio con aquel cabello rojizo, sabía que era ella, camino hasta aquella persona y se sentó en la silla que quedaba vacía en su mesa.

Una radiante se instaló en el rostro de ambas chicas, se analizaron a detalle dándose cuenta lo mucho que sus rostros habían madurado, sus cuerpos ahora estaban más desarrollados, Taylor ya no era tan parecida a Tony, Angelica ya no tenía los rasgos aniñados, pero ambas miradas mostraban lo mismo, estaban rotas y solo ellas parecían notarlo en el rostro de la otra. Una risa ligera se escapó de ambas al darse cuenta de sus atuendos, Taylor llevaba un vestido blanco pegado del pecho y suelto de la cadera para abajo, llegaba un poco más arriba de sus rodillas e iba acompañado de una chaqueta café, por su parte, Angel llevaba puesto un vestido café completamente holgado siendo complementado por una chaqueta blanca.

—Así que... —Angelica rompió el silencio, sabía muy bien que Taylor no lo haría. —Iron Girl.

—Bueno, cosas que pasan, ya sabes —Taylor asintió jugando con uno de los sobresitos de azúcar que había en la mesa —. ¿Y tú? ¿Por qué tanto misterio?

—Pasaron muchas cosas desde aquella tarde, por dos años enteros creí que te habían asesinado por mi culpa. No podía ver noticias o si quiera tener contacto alguno con la tecnología y el mundo pero no hablemos de eso, no aquí.

—¿A que le temes tanto?

—Es complicado, te lo explicaré todo pero primero comamos algo, me hiciste esperar cuarenta y cinco minutos.

—Tráfico. —Taylor respondió con sorna tomando el menú en sus manos.

Angelica entrecerró los ojos y revisó el menú por sexta vez, no tenía idea de qué pedir. Nada de ahí se le apetecía pero era el único lugar en el que no podían ser escuchadas por el enemigo y Taylor no sería un blanco, no aún. —Mejor dime, ¿sigues muy molesta con tu mejor amiga? —Angel intentó que su tono no sonará celoso pero fracaso patéticamente. Lo supo al ver como Taylor bajaba el menú y enarcaba una ceja con diversión. Sería una larga tarde.

—¿Hueles eso? —Taylor frunció el ceño y olfateó el lugar —Oh si, son celos. —, Angelica rodó los ojos refunfuñando para diversión de la Stark.

—No son celos, simplemente te recuerdo quien llegó primero.

—Tranquila cariño, nadie te saco de mi corazón. Tú siempre serás mi chica.

—Más te vale, sería terrible que algo malo le pasara a la otra.

Entre risas ambas ordenaron y pasaron una comida muy agradable, era como si las vidas se les hubiesen reiniciado lo cual era genial porque últimamente sentían que les habían robado algo muy importante, su propia esencia. Ninguna hizo presuntas sobre lo ocurrido en esos años, estaban divirtiéndose a lo grande bromeando sobre los celos de Angelica o sobre el hecho de que Taylor creía que Derek y Angel terminarían juntos y tendrían muchos bebés.







Ambas jóvenes se encontraban fuera de la nueva residencia de Taylor, se les había ido toda la tarde en aquel restaurante entre risas y comidas completamente ligeras. La noche estaba en su esplendor y la mansión de la mencionada tenía las luces de afuera encendidas dándole un aire irreal, brillaba con la misma intensidad que si se tratara de una casa de película.

𝐃𝐀𝐔𝐆𝐇𝐓𝐄𝐑 𝐎𝐅 𝐓𝐎𝐍𝐘 𝐒𝐓𝐀𝐑𝐊 ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora