36. ¿Abuelo?

1K 87 15
                                    

Días después.

Taylor estaba recostada en el sofá, junto con Angelica, habían terminado la mudanza y estaban agotadas. Unas horas antes habían dejado en el aeropuerto a Derek y a Meredith, seguía causándole gracia cada que recordaba la primera vez que la castaña y la pelirroja se habían visto, eso había ocurrido al día siguiente de su encuentro, Angelica había dejado en claro quién sería siempre la mejor amiga de Taylor, haciendo reír a todos.

—¿Lista para escuchar toda la historia? —Angel estaba recostada en otro de los sofás con Irina dormida sobre su pecho, Howard se encontraba acostada a los pies de Taylor.

—Nací lista pero antes —con mucho esfuerzo, Taylor se sentó y tomó su celular, en los últimos días también había estado mensajeando con Steve, el rubio había pedido ayuda para ponerse al corriente con todo lo que sé perdió en sus años congelado y Taylor obviamente lo ayudaría, no lo dejaría con la duda y ella tenía mucho conocimiento en eso. —ordenaremos pizza. Estoy muriendo de hambre.

—Creí que invitarías a tu chico misterioso.

Taylor rodó los ojos. —No tengo ningún chico misterioso.

—Pues es misterioso porque nadie sabe nada de él, ni siquiera su nombre. —Angelica tenía una sonrisa bastante divertida en el rostro, no podía evitarlo, aquello era bastante gracioso.

Taylor terminó de ordenar y de responderle los mensajes a Steve, dejó su celular de lado y suspiro con pesadez. —Ahora si, dime todo lo que necesito saber.

El rostro de Angelica cambió, ahora estaba completamente seria, de igual manera tomó asiento en el sofá y jugueteó con sus manos. —La Reina Blanca fue quien orquestó todo, yo no lo sabía, lo descubrí hasta hace poco.

—¿Quien es la Reina blanca?

—Emma Frost. Es una mutante que controla el hielo, obviamente lo usa para el mal, su escuela instruye a jóvenes mutantes para estar bajo su control sin cuestionar nada, es así como cometemos actos terribles, pero ella no es la que me preocupa —Angel comenzó a acariciar distraídamente a Irina —. Sé que la venceremos, el profesor X me ayudará, yo sé que si.

—¿Quién es el profesor X?

—También es un mutante, el también tiene su instituto para mutantes, el los lleva por el camino del bien. Estoy segura de que ambos se llevarían bastante bien, luego los presento. —Angelica observó el ceño fruncido de Taylor. —. Y como sabrás eso no es lo que me preocupa. Logré salir de las garras de aquella mujer y me uní a los X-Men, recientemente surgió alguien que significa peligro para nosotros. Se le conoce como Fantomex.

—¿Otro mutante?

Angel negó. —El fue creado específicamente para destruir a los mutantes.

—Por eso volviste.

—Está detrás de ti.

—Yo no soy una mutante.

—Por tu abuelo, tú eres un gran objetivo por su culpa.

—¿Howard? —la mascota que llevaba aquel nombre ladró, ambas jóvenes rieron.

—No, Howard Stark no es tu único abuelo.

—Es el único que importa.

La castaña y la pelirroja se quedaron viendo fijamente, era una pequeña batalla de miradas desafiantes, una batalla entre verde y azul-verdoso. Ninguna cedería y lo sabían, su ego y orgullo no se los permitiría, Taylor arque una ceja y se puso aún más cómoda en el sofá y entonces Angelica pudo presenciar en primera fila el cambio en los ojos de su mejor amiga, ya no tenían aquel brillo juguetón de siempre, solo había frivolidad y superioridad, eso la desestabilizó momentáneamente, Taylor jamás la había mirado así, finalmente Angel desvió la mirada y la joven Stark sonrió satisfecha.

—Taylor —la aludida volvió a mirar a su amiga, esta vez diferente, aquel brillo que la caracterizaba había vuelto. —, haz jugado por un tiempo a ser una vengadora. ¿Qué opinas de jugar a ser una espía y mutante?

El timbre sonó interrumpiendo la respuesta que Taylor daría, se levantó con una calma impresionante y fue a abrir la puerta para recoger la pizza, su sorpresa fue grande al ver a Jason y Reyna ahí.

—Necesitamos tú ayuda urgente. —hablaron ambos al mismo tiempo haciendo que Taylor se hiciera a un lado y los dejara pasar. ¿Acaso no la dejarían comer algo antes de mandarla a misiones geniales?

Justo antes de cerrar la puerta, el repartidor de pizza llegó con el pedido. Taylor agradeció aquello enormemente, detrás del repartidor de encontraba otro repartidor, ambos se acercaron.

—¿Taylor Stark? —preguntó el de las pizzas a lo que la joven asintió, pago y recibió las pizzas, el joven se fue con una gran sonrisa por la generosa propina que le habían dado.

—¿Usted es...? —Taylor enarcó una ceja luchando por no devorar aquel manjar tan delicioso.

—Señorita Stark, le mandaron esto. —el hombre le entregó un ramo de jazmines. Taylor como pudo le dio dinero, se dio la media vuelta, con su pierna cerró la puerta y caminó de regreso a donde se encontraban sus amigos.

—¿Es legal que el repartidor te coquetee? —cuestionó Jason, Reyna y Angelica le dieron la razón.

—No fue él, alguien me las mando. —Taylor dejó las pizzas en la mesa de centro y tomó la tarjeta que traían las flores, frunció el ceño al leer lo que decía.

—¿Que ocurre T? —preguntaron los tres al unísono.

—Solo dice zugzwang.

—¿Qué significa? —Angelica ya se encontraba a un lado de ella.

—Es un término en ajedrez. Se utiliza cuando es el inminente final del juego y uno de los jugadores perderá sin importar el movimiento que haga, están en zugzwang, o sea en desventaja.

—¿En que lió te metiste ahora? —Reyna de igual forma se había acercado. Jason y Taylor compartían miradas cómplices, como si ambos ya lo hubiesen descifrado y tal vez así era.

—Necesito investigar quien es mi abuelo materno. —fue la única respuesta que Taylor dio.

𝐃𝐀𝐔𝐆𝐇𝐓𝐄𝐑 𝐎𝐅 𝐓𝐎𝐍𝐘 𝐒𝐓𝐀𝐑𝐊 ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora