CANTO XII| EL POETA Y LA BAILARINA.

106 10 3
                                    

Compositor: Anghell Gravecraft.
Advertencia: la canción a continuación aquí escrita es totalmente de mi autoría; sólo es para leerla, queda estrictamente prohibido plagiarla para cantarla y grabarla. Gracias.

Sin ti, dijiste que de ciudad tenías que mudarte, cambiaste de nacionalidad, dijiste que en tu carrera de bailarina yo tenía que apoyarte, vivo sin ti, hasta la actualidad, ¿no pensaste en que iba a extrañarte?

Lo sé, recuerdo esa helada mañana, que con ella conversaba, bebiendo un café, en la vieja cafetería, era invierno y nevaba, luego me dijo que se iría, ya no me besaba, solamente los labios me rozaba. Con los mismos ojos ya no me miraba, era tan fría y mi corazón se congelaba, está claro, no mezcles nieve con lava, solo vi cómo mi amada de mi lado se marchaba.

Se marchó después del baile de graduación, por un segundo se me fue la respiración, pues si supiera que ella es mi inspiración, pero nada valió la pena, lo nuestro fue una escena de televisión, el ultimo lugar donde nos vimos, fue cuando subiste a ese tren y yo me quedo solo en esa vieja estación.

Perdimos la noción, vuelve ten compasión, tu adiós me hirió, se enfrió la llama de la pasión, y aquí estoy escribiéndote otra canción, tu encerrada dentro de tu mansión, fue una mala transición, nuestra historia, ¿tuvo problemas de ortografía o de redacción? Fue tan triste que lloré con tan sólo leer la introducción, veo a mi actriz bailando al ritmo de los instrumentos de repercusión, ¿no te percataste de que terminaste con nuestra relación?

Te ves tan feliz dando un paseo, eres una emperatriz visitando el museo, la otra semana estarás en el coliseo, de Roma y estar contigo es lo que más deseo, dices que todo marcha bien, ¿acaso es una broma? Nuestra historia tiene errores de ortografía, le faltó el punto final y la coma, ¿acaso te fue difícil entender mi poesía? Extraño tu aroma, no entiendes mi filosofía, cambiaste la vía, de nuestros tren, me dices confía, pero me ves con desdén, mi corazón en ti ya no confía.

Se marchitaron las rosas del edén, desde que subiste a ese tranvía, y me utilizaste de tu rehén, ahora la luna me guía, y esta noche en el teatro quise cantarte, esta melodía, la gente feliz me aplaudía, sin saber que a mí recordarte y cantarte me dolía. Todo es a causa de la melomanía, por favor doncella deja es manía, que ya eres una estrella, sales en comerciales, te falta empatía, me hiciste perder mis ideales, al creer que tú y yo seríamos iguales.

Ella en su camerino, yo en mi cabaña, bebiendo champaña y vino, escribiéndole otro pergamino, deseando encontrarte en el camino, pero se terminó la coreografía, se bajo el telón, lo único que conservo en el cajón, es una vieja fotografía, lucías tan bella con tu vestido melón. Te visitaba y estaba a tus pies, lo nuestro tuvo mate como un juego de ajedrez, tú eres la reina y yo el peón, para engañar, ella tiene un don, deprimido, bebiendo una botella de ron, conmigo jugaste y bloqueaste mi corazón, que ahora ya no puedes descifrar el patrón.

Eras tan buena actuando, que hasta a mi me engañaste, pero por suerte, terminó el guión, en el cual yo fui protagonista, nos rompió el corazón el guionista, solo pensabas en ti, fuiste egoísta, ahora quedaste sola, bailando con las melodías del violinista, las personas aplaudiéndole al pianista, fuiste mi flor y yo fui tu florista, pero cambiaste el amor, por ser una artista.

Dices que aún me amas, pero tu frialdad y tu bipolaridad, me despista, vestido rojo, labios cereza, lo siento duquesa, no puedo seguirle la pista, no insista, que su doble moral, ya no me domina, tu belleza en mis ojos perdió la doctrina divina. Mi corazón ya no te desea, te veo bailando en las Malvinas o en Corea, mente arcana, con vestimenta de filipina, fan coreana, viajando por el mundo con compartimiento de gitana, mañana estarás danzando en la muralla China, o en la vieja ciudad de Palestina.

Lo último que supe de ti, es que dentro de una semana, tendrás una audición en el teatro de la Argentina, descuida llegué a la conclusión de que el corazón de un poeta y de una bailarina, no combina. El corazón de un poeta y una bailarina, no combina, pero en las noches sueño con volver a encontrarte, pidiéndole un deseo a mi ada madrina.

EL ARTE DE LAS MUSAS Donde viven las historias. Descúbrelo ahora