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Conway
Me dirigía hacia el patrulla a por mi teléfono, debía de avisar a Michelle sobre el tiroteo, había varias personas abatidas pertenecientes a la mafia que estábamos buscando, igual podríamos sacar algo de información...

- Aunque veo difícil que no lo sepa después de toda esta masacre - me dije a mi mismo mirando todos los cuerpos en el suelo, unos ya metidos en bolsas y otros todavía en el suelo ahogados en su propia sangre.

Cuando llegué al lugar donde se encontraba el z y no lo vi me empecé a cabrear. Agarre la radio y la encendí.

- Aquí superintendente Jack Conway, ¿Dónde está mi puto patrulla? - dije por radio dirigiendo mi vista dentro del local donde vi a unos cuantos agentes negándome desde allí.

- Aquí Horacio, se lo a llevado Gustabo hace un rato, volvía a comisaría a no sé qué...- escuché por radio.

Sin saber porque deje el cabreo aparte y me empecé a preocupar, sentía como si algo malo estuviera pasando. Vi a lo lejos como un agente venia con un patrulla, me acerqué a él y le pedí las llaves.

- No lo estampes contra una pared - me dijo Brown mostrándome las llaves en la cara.

- Vete a hacer el gilipollas a otra parte - le dije quitándole bruscamente las llaves de la mano.

Llegué a comisaría no al mucho tiempo de emprender camino a esta. Subí las escaleras que llevaba a la entrada. Primero decidí mirar en recepción, pero no había nadie, la comisaría había sido cerrada después del incidente, porque necesitábamos a todos los agentes en la escena del crimen. Pensé que si Gustabo estaba en comisaría lo más probable es que estuviera en los vestuarios, entré y efectivamente me encontré con Gustabo. Este estaba en el suelo convulsionado, preocupado corrí hacia él.

- ¡Gustabo! - dije arrodillándome al lado suya intentando que despertase. Desesperado le agarre de los brazos intentando que las convulsiones cesaran, cosa que conseguí.

Al rato este paró de convulsionar y rápidamente fui a buscarle el pulso.

- ¡Vamos reacciona! - dije desesperado al no encontrándoselo. Aún así seguí intentando buscárselo poniendo mis dedos una y otra vez en su cuello.

Iba a entrar en pánico cuando Gustabo despertó de golpe y comenzó a toser.

- Que susto joder... - dije en un susurro soltando todo el aire que pude de mis pulmones.

Me acerqué a él y le puse la mano en la espalda ayudándolo a sentarse. Llegué a fijarme que se agarraba mucho la parte del costado izquierdo, le aparte la mano y le subí la camiseta.

Lo que vi nunca lo había visto en mi vida, tenía un agujero de bala súper limpia, pero literalmente, no sangraba y tampoco se veía que la bala estuviera insertada dentro.

- ¿Quién coño te ha disparado?, ¡Si no había nadie! - le pregunté.

Este me negó con la cabeza y di a entender que no sabía nada.

Me puse enfrente de él, pase mis brazos por debajo de sus hombros, le abracé para elevarlo y lo senté en el banco de los vestuarios. Gustabo soltó un quejido cuando lo hice.

- Sujétate la camiseta - le dije levantándosela para ver su herida. Este me hizo caso y echó su cabeza hacia atrás  dando un golpe a las taquillas que se encontraba detrás suya mientras apretaba sus dientes.

Vi como el agujero poco a poco se iba cerrando hasta que no quedó rastro. Pase mi mano por su costado, pero ya no estaba, había desaparecido, ni una sola cicatriz...¡nada!, como si nunca hubiera existido.

¿Gustabo o Pogo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora