41

800 93 74
                                    

Conway
Me encontraba sentado en el suelo en el pasillo de urgencias. Miraba mis manos llenas de sangre, todavía no podía asimilar el estado de Gustabo ahora mismo. Este se debatía entre la vida y la muerte en la sala de enfrente.

Escuché como alguien corría por aquel pasillo. Levanté la cabeza y vi a Michelle.

- ¡¿Qué ha pasado?! - me preguntó al verme en aquel estado.

Al escuchar esas palabras el recuerdo de Gustabo en mis brazos desangrándose me paso por la cabeza. Cerré mis ojos, me recosté en la pared de aquel pasillo y comencé a llorar.

Nos quedamos un rato en silencio, la verdad lo necesitaba, pero este se cortó cuando escuchamos unas llantos. Abrí mis ojos y miré hacia el final del pasillo encontrándome con Horacio totalmente destrozado apoyado en Volkov y en un médico más que no conocía. Le ayudaron a sentarse en el suelo al lado de mi y siguió llorando.

Pasado un rato Horacio dejó de llorar, pero no porque no tuviera ganas, si no porque tenía los ojos tan rojos y había llorado por tanto tiempo que ya no tenía fuerzas.

- Ha sido por mi culpa, no debí dejarle coger la moto - dijo Horacio.

- No fue la culpa de nadie Horacio - le contradijo Michelle.

- No, el único que tiene la culpa aquí soy yo, por todo... - les dije y me levanté del suelo - Necesito tomar el aire... -

Salí de aquel hospital, no aguantaba esperar más allí ni un segundo más, aparte... necesitaba relajarme. Miré al cielo por unos segundos y suspiré. Saqué un cigarrillo junto a un mechero, lo encendí y le di una gran calada.

- ¿Usted está preparado para cuando llegue la noticia? - me preguntó el médico que antes había ayudado a Horacio.

- ¿Sabes algo sobre él? - le pregunté ignorando la pregunta que él me había hecho.

- Si supiera algo no sería capaz de hacerlo yo, valoro mi vida - me respondió entre risas, a mi no me hizo mucha gracia y más en aquella situación - ¿Quiere ver algo? -

- Vale, después de todo no tengo nada mejor que hacer aparte de esperar - dije tirando lo poco que me quedaba de cigarrillo a una papelera cercana.

Le seguí por todo el hospital, había ido muchas veces, pero nunca había llegado más allá de urgencias y la zona de psicología. Llegamos a un despacho bastante amplio y sobre todo limpio. El doctor abrió uno de los cajones y sacó un archivo. Lo miré extrañado por encima.

- Agárrelo - me dijo y yo le obedecí.

Lo abrí cuidadosamente y me sorprendí mucho.

- ¿Cómo lo has conseguido? - dije mirando más detenidamente los documentos médicos de Mathias.

- Después de todo era un niño desaparecido no uno muerto -

Pasaba una hoja tras otra, había muchos de pruebas, vacunas, visitas médicas...

- ¿Sabe lo más curioso? - me preguntó. Yo negué sin saber la respuesta.

Me acercó otro papel que tenía aparte, un documento en el que hablaban sobre cuando trajimos a Mathias al médico cuando empezó a escuchar voces, pero nos dijeron que lo más probable es que se lo estuviera inventando.

- ¿Sabes lo que significa? -

- Lo sabían, sabían que tenía un problema grave de doble personalidad pero no nos lo dijeron - le respondí.

- Os lo intentaron ocultar, ¿El motivo?, no lo sé sinceramente - dijo apoyándose en el escritorio — También tengo-... — pero su radio le interrumpí.

¿Gustabo o Pogo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora