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Gustabo
Había estado meses ingresando en el hospital y casi me había recuperado del todo. Me dijeron que tuve mucha suerte ya que no tuve problemas tras salir del coma, quitando que al principio me costaba andar. Pero estuve llenado a rehabilitación todos los días y pude volver a andar como de costumbre.

Me encontraba sentado en mi camilla, la miré y me quedé pensativo.

Estuve cerca de la muerte varias veces, pero no nunca como esta vez. Podría haber perdido todo lo que tenía, que era poco pero me conformaba con ello.

Una doctora entró y se acercó a mi.

- ¿Necesitará una silla? - me preguntó.

- No, puedo andar perfectamente - le respondí un poco molesto.

Aquellos comentarios me fastidiaban muchos. Sabía como cuidarme de mí mismo, por eso me molestó cuando me dijeron que me recogería Jack. Después de todo, nunca tuvimos muy buena relación y por mucho que fuera mi padre no iba a cambiar las cosas.

Me levanté lentamente junto con unos cuantos quejidos.

- ¡Puta mierda de herida! - me quejé agarrándome el costado que tenía vendado.

Con la otra mano agarré una bolsa con algunas prendas de ropa en su interior que me trajo Horacio para que me sintiera más cómodo.

Caminé por los pasillos silenciosos del hospital, aquel ambiente no era muy bueno que digamos. Llegué a la puerta principal y me encontré con Jack. Este se encontraba apoyado en su patrulla cruzado de brazos.

- ¿Qué tal hoy? - me preguntó.

- Peor que ayer - le respondió frunciendo mi ceño.

No adentramos en el patrulla sin dirigirnos ni una palabra.

- ¿No te acuerdas de lo que te pasó? - me preguntó ya en el interior, arrancó el coche y comenzó a conducir.

- No, me lo habéis preguntado muchísimas veces... pero... ¿sabes qué de que si me acuerdo? de que me quisiste matar - le respondí.

Jack se quedó alucinando con aquella respuesta.

- ¿Cómo sabes que...? -

- Mientras estuve en coma podía escuchar todo lo de mi alrededor - dije acomodándome en el asiento - También pude escuchar que estabais pensando en meterme en un psiquiátrico, ¡Gustabo no quiere ir a un psiquiátrico! -

- Mathias yo... - dijo mientras sostenía el volante firmemente.

- ¡No me llames así! - dije cabreado - Pero lo que más me molestó no fue que me quisieras matar, si no que no creyeras en Horacio -

- ¡Tu no sabes como estaba Horacio! -  me respondió ya perdiendo los nervios al igual que yo.

- ¡Claro!, tampoco se le podía escuchar llorar mientras las visitas y su voz totalmente rota - le respondí.

- ¡Si, vale hice mal en no creerle! -

- Pero si creíste a Michelle... - dije en un susurro.

- Ese es otro tema del que no quiero hablar - me respondió.

- Siempre intentando huir del pasado cuando es él el que te persigue. Se que no me quieres, pero no la tienes que pagar con Horacio - le recriminé.

- ¡Yo en ningún momento dije que no te quisiera! -

- ¿¡Entonces por qué no me buscaste aquel día!? - le mire atentamente para ver su reacción.

- Me dijeron que habías muerto, junto a ... -

- Lo peor es que ellas esperaron tu llegada para que las rescataras, pero como no, no llegaste. En vez de ir a buscar venganza te quedaste allí llorando, ¡Por mucho que lloraras no iban a volver, fuiste un cobarde, no llegaste a tiempo, nunca lo hiciste, ni cuando tu propia hija iba a nacer! -

Este apretó fuertemente el volante y pude ver como unas lágrimas cayeron.

- Fui un mal hijo, un mal amigo, un mal marido, padre, jefe... Todos los que me rodearon murieron... Cuando os perdí creía que todo se había acabado, lo poco que tenía y que juré proteger desapareció. Gustabo... no es fácil cuando por arte de magia aparece una persona en tu vida y resulta ser tu hijo "muerto" -

- Yo... -

Me quedé sin palabras, no sabía porque le había dicho todo eso, ni siquiera la mayor parte de la información que dije no la sabía. Cuando vi que le afectó tanto a Jack, me empecé a dar cuenta de lo que "yo" había hecho.

— No es verdad tu- — intenté rectificar lo que dije pero me interrumpió.

- Déjalo... después de todo tienes razón, no me voy a convertir en un buen padre de un día para otro y más después de todo lo que hemos vivido. Se lo dije a Julia... " No estoy preparado para ser padre", pero ella me salto con un "mientras estemos juntos todo saldrá bien", sin saber que aquel "mientras estemos juntos" duro solo varios años -

Llegamos a comisaría y Jack nada más aparcar salió del patrulla dejándome allí dolido, de verdad que yo no quería decirle todas esas cosas, pero ya no había vuelta atrás.

Tapé mi rostro con mis manos y solté un grito ahogado para tranquilizarme.

Después de todo él y yo tenemos muchas cosas en común y una de ellas era; destruir sentimientos y vidas.

¿Gustabo o Pogo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora