¿Gustabo o Pogo?

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¿Pog?
No pude evitar que una sonrisa apareciera en mi rostro, la tensión en el ambiente, aquel leve olor a gasolina que había echado previamente y lo que más me gustaba... sentir el miedo de Brown al saber que este sería sus últimos minutos de vida. Me mordí levemente el labio y recargue el arma que había posicionado antes a la cabeza del rehén.

- ¡Quieto! - escuché un grito que inundó la sala.

Frustrado porque me acababan de interrumpir miré a mi alrededor encontrándome con un agente que se encontraba más cerca del escenario que los demás, me apuntaba con seguridad y sin miedo a que de un momento a otro apretara el gatillo.

- No te esperaba aquí, que suerte que hallas venido - dije con una sonrisa y bajando mi arma.

- No me vengas con tonterías, soy capaz de pegarte un tiro Gustabo - me dijo con voz firme.

- ¡Baja el arma Michelle! - ordenó Jack.

- No pienso hacerte caso Jack, tenemos que terminar con esto - le respondió.

- Terminar el trabajo que comenzaste hace años, ¿No es así Michelle? - solté repentinamente.

- ¿A qué te refieres? - me preguntó sin dejarme de apuntar en ningún momento.

- Aquella noche... tus planes fallaron ¿no?, después de todo yo quedé con vida - dije sonriendo por dentro.

- ¿Qué insinúas? -

- Una niña, mejor dicho la oveja negra de la familia. Tú hermana que lo tenía todo, era simplemente perfecta, ¿Qué pensaron tus padres cuando ella formaría parte de la familia Conway? - le respondí.

- ¡Ellos me querías, puede que tuviera envidia de mi hermana pero nunca la mataría! - le gritó apretando sus dientes y sosteniendo su pistola fuertemente.

- Venga dime... ¿Por qué tenías envidia de ella? - la animé.

- Yo... - sus manos comenzaron a temblar.

- Tu... - la ayudé a que siguiera hablando.

- ¡Puto manipulador! - gritó y disparó.

Me preparé para recibir el disparo, uno que nunca llegó porque alguien se puso en medio del disparo.

- ¡Horacio! - gritó Jack, fue corriendo a su posición y comprobó su estado.

Vi a Emilio acercándose hacia a mí y haciéndome un gesto con la cabeza, le devolví el gesto, levanté la mano en la que sostenía la pistola y disparé a Brown. Una vez Brown murió Emilio sacó una pistola y apuntó a Jack.

- Ahora te toca a ti joto - dijo sonriente de por fin poder completar su misión "matar al superintendente".

Otro disparo se escuchó en aquel teatro pero el disparo no había provenido de la pistola de Emilio, si no de la mía. Todos me miraron extrañados mientras Emilio caía al suelo, me acerqué a él y le miré a la cara.

- ¿Qué te crees que te saldrías con la tuya? - dije para volverle a disparar pero esta vez en la cabeza.

No pude evitar soltar una pequeña risa, todo había salido como había planeado. Caminé lentamente hacia un lado del escenario para intentar huir, pero sentí como todos me apuntaban, lentamente llevé mi mano a mi bolsillo y allí rebusqué hasta dar con un mechero, lo saqué, lo encendí y lo tiré al suelo haciendo que se prendiera una línea de gasolina haciendo una barrera para que no me pudieran perseguir.

Conway
Aún no podía creérmelo, se nos había escapado, lo único que recuperamos antes de que tuviera que evacuar el lugar fueron los dos cuerpos sin vida de Brown y Emilio. Me acerqué a una de las ambulancias en las que se encontraba Horacio con el torso vendado, al llevar el chaleco su estado no era nada grave.

- ¿Cómo supiste que estaba aquí? - me preguntó.

- ¿Recuerdas cuando pintó aquel plano en la pared? - cuándo Horacio me asintió seguí explicándole - Dándole unas cuantas vueltas, me di cuenta de que los robos que habían habido recientemente se podían marcar en ese mapa, así formando un círculo en este y el centro era este lugar, el nos dijo que pasaría esto desde un principio -

- ¿Y ahora que haremos? - preguntó con un tono triste.

- Tengo varias cosas en mente, pero antes tengo que ir a hablar con Michelle -

Con suerte pude alejarme un poco de las ambulancias, allí había muchísima gente y me estaba empezando a frustrar. Una vez disfrute por unos segundos el estar solo, miré a mi alrededor para buscar a Michelle, tampoco me hizo mucha falta buscarla mucho cuando la vi acercándose hacia a mi.

- Mira lo que han encontrado junto al cuerpo de Brown - me dijo extendiéndome un papel doblado.

Lo abrí con cuidado y leí el contenido.

- ¿Una propaganda? - dije extrañado.

- Mira de que es la propaganda - dijo señalando la parte de arriba del papel.

- ¿¡La purga?!, ¡Vamos no me jodas! - solté.

- Exacto tienen planeado participar en la purga - me dijo.

- Tenemos que cancelarla - dije convencido.

- Iré a hablarlo - me dijo, se dio media vuelta, pero cuando se iba a marchar le agarré del brazo.

- ¿Por qué? - le pregunté.

- ¿A qué te refieres? - me preguntó.

- ¿Qué te hizo Julia? -

Hubo unos segundos de silencio, solté a Michelle del brazo y esta me miró a los ojos.

- Yo... - la voz le temblaba.

Suspiró hondo para tranquilizarse y siguió hablando.

- Julia siempre había sido la niña mimada, en cambio yo... bueno ya te lo puedes imaginar, me daba rabia porque siempre le daban lo que yo quería, ella era muy buena conmigo... - Michelle tragó saliva costosamente y siguió hablando - Yo la quería mucho, no hubiera sido capaz de matarla, pero la odiaba porque... porque yo... joder... - apretó sus manos y cerró sus ojos fuertemente - ¡Yo te amaba! -

Me quedé boquiabierto en el sitio, no me lo podía creer, pero tal y como me lo había dicho, era verdad que alguna vez tuvo esos sentimientos.

— Michelle yo no sa- —

- Déjalo ¿vale?, voy a ver qué puedo hacer por salvar a tu hijo - me interrumpió.

No dijimos nada más y Michelle decidió marcharse, todavía seguía pensando en lo que me había confesado mientras veía como desaparecía entre toda la gente que había en aquel lugar.

¿Michelle estaba enamorada de mi?