Gustabo
Salí del patrulla y me adentré en comisaría. En recepción no había nadie, cosa que me alivió. Entré en los aseos de comisaría, me acerqué al lavabo y me miré al espejo.- Ni un puto día fuera del Hospital y ya sentía como Pogo intentaba salir - pensé y suspiré.
Abrí el grifo del lavabo, acerqué mis manos al chorro de agua y cuando ya las tenía lo bastante mojadas me las pasé por la cara para despejarme. Agarré un trozo de papel y me sequé.
Lo primero que haría sería ir a disculparme con Jack.
Salí del baño para ir a recepción a ponerme de servicio, en principio no tenía pensado trabajar, me daba mucha pereza, pero como ningún agente se encontraba allí tendría que abrirme las puertas yo solo.
Subí las escaleras hacia el segundo piso cuando escuché unos gritos provenientes de la calle. Miré a través de la cristalera del segundo piso viendo como en la entrada de comisaría todos los mecánicos empezaron a hacer una manifestación. Reí, al parecer Conway nunca se llevará bien con los mecánicos. Decidí dejar pasar lo que vi y me dirigí hacia el despacho de Jack.
Estaba muy nervioso, estaba enfrente de la puerta de su despacho y no sabía si llamar o no. Di dos pequeños saltos en el sitio para quitarme todos los nervios de encima. Agarré fuerzas y fui a llamar, pero justo salió Jack a toda prisa.
- ¡Tengo prisa! - me dijo apartándome y salió corriendo, hacia la planta baja.
Supuse que se trataba de la manifestación ilegal que habían montado los mecánicos, así que no le di importancia y decidí esperar al super dentro de su despacho. Cuando entré estaba todo muy desordenado, papeles por aquí, papeles por allá, varias tazas de café que parecían llevar semanas allí...
Hice una mueca de asco al ver todo eso, ni yo sería capaz de tener algo así de sucio y mira que admito que soy un cerdo, pero esto era otro nivel. Me paseé por el despacho a la espera de que el super apareciera, pero estaba tardando mucho...
Me acerqué a su escritorio y lo miré por encima por curiosidad. Vi varias fichas de la mafia que estábamos investigando.
- No debería de estar viendo esto... - me dije y miré hacia otro lado.
...
- ¡Qué más da, no se va a dar cuenta! - dije volviendo mi mirada a los documentos.
Miré los papeles por encima. Al parecer los de la mafia estaban yendo a por mi... "¿Por qué?". Seguí rebuscando entre los papeles.
- Si que tiene ganas de venganza el super... - dije al ver todos los apuntes, documentos, sitios, fechas que había conseguido.
En ese momento me sentí aún más mal, mientras él intentaba protegerme yo le echaba mierda hasta que se sintiera mal consigo mismo.
Agarré una ficha: "Emilio Escobilla".
Me pareció bastante extraño que tuviera su ficha ahí y que su nombre apareciera subrayado en varios lados.
¿Qué tenía que ver Emilio ahí?, después de todo el estaba muerto, así que... ¿Qué relación tendrían?.
Escuché unos pasos viniendo hacia él despacho, rápidamente solté los papeles encima de la mesa y me senté en "mi silla".
- ¡Gustabo!, ¿Y el super? - al escuchar esas palabras me giré extrañado y vi a Horacio.
- Esta abajo dándole de porrazos a los mecánicos... o eso supongo - le respondí.
- Pues no lo he visto... - se rascó la cabeza pensativo - A todo esto... ¿Qué haces aquí solo? -
- Quería hablar con él pero se marchó - me levanté de la silla y me dirigí hacia la puerta - Pero no creo que vuelva así que yo ya me voy - salí del despacho y me dirigí hacia la planta baja seguido de Horacio.
- ¿Quieres ver algo guay? - me preguntó antes de abrir la puerta que daba a recepción.
Levanté mis hombros y le seguí. Después de todo no tenía muchas cosas que hacer.
Llegamos a la parte de atrás de comisaría en donde se cacheaban a los detenidos entes de entrar con ellos. Nos dirigimos hacia un patrulla y Horacio abrió la puerta de este para sacar... ¿¡Un cerdo?!.
- ¡Mira!, ¿A qué es monismo? - dijo levantándolo ilusionado.
- Joder... - susurré rodando los ojos - Sabes que si lo ve el super mañana desayunaremos bacon, ¿No? -
- No escuches esto Pablito - le dijo al cerdo y le tapó las orejas - ¿¡No ves que le puede afectar!? - me dijo con el ceño fruncido.
- Encima ya le has puesto nombre - dije cruzándome de brazos.
- ¡Pero si lo he entrenado y todo! - dijo bajando al cerdo de sus brazos, miró a su alrededor y se quedó mirando fijamente a Leonidas que acababa de bajarse de un patrulla.
- ¡PABLITO ATACA! - gritó señalando a Leonidas.
El cerdo salió disparado hacia Leonidas, este al ver que un cerdo se dirigía hacia él, empezó a correr para que no le alcanzara.
- ¡SUPEEEHH! ¡QUE ME SIGUE UN CERDO! - gritaba mientras corría.
Horacio y yo no parábamos de reírnos mientras veíamos como el cerdo corría detrás de Leonidas. Todo eran risas hasta que escuchamos aquella voz.
- ¿¡Por qué coño gritáis tanto!? - pregunto Jack.
Nadie dijo nada, pero obtuvo su respuesta al ver cómo Leonidas era perseguido por Pablito. Conway sacó su pistola y al instante Horacio se puso en medio.
- ¡No le mates! - le gritó, pero este le apartó y volvió a apuntar con la pistola.
- ¡HAZLO! - gritó Leonidas.
- Porfavor... - suplicó Horacio.
- Tranquilo... - le dijo a Horacio - Después de todo el no me está molestando - dijo esta vez apuntando a Leonidas.
- ¿¡QUEEE?! - gritó Leonidas.
Jack disparo, pero no le dio a ninguno de los dos, el cerdo al escuchar el disparo se asustó y salió corriendo hacia Horacio, este lo agarró y lo abrazó.
- Y no lo quiero ver más en mi puta comisaría - le dijo a Horacio mientras guardaba su pistola.
Horacio asintió con miedo y Jack se marchó.
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¿Gustabo o Pogo?
عشوائيToda esta locura empieza con el asesinato de una familia hace varios años, que provoca que el niño menor de esta viva en la calle provocándole serios problemas mentales. ...