Jack
- ¿Puedes repetírmelo de nuevo?, creo que no me he enterado bien - dije pasando mi mano por mi pelo frustrado.
- Quieren condenar a pena de muerte a Gustabo por todos los asesinatos que ha cometido - me respondió Horacio inquieto.
Solté una risa sarcástica que a la vez sonó nerviosa.
- ¿Después de toda la gente que he matado yo, le quieren condenar a él por matar a cuatro gatos? -
- Según los documentos que me han enviado son más de 30 personas, las cuales varias de ellas estaban relacionadas con el gobierno o personas con mayor poder - revisó en su teléfono.
- ¡Joder! - grité golpeando una pared, dejando tanto a médicos como a pacientes un poco asustados.
- Hoy iré a hablar con uno de mis superiores, que es el que controla todo - Horacio asintió y suspiro a la vez.
- Voy a hacer todo lo posible para que todo vuelva a ser como antes, lo prometo - al decir eso Horacio sonrió, cosa que me tranquilizó.
Mathias
Gustabo llevaba días dormido, cosa que comenzó a preocuparme a medida que iba pasando el tiempo.
Todos los días eran igual y cada vez más aburridos por la ausencia de alguien con quien poder hablar.
Me levanté suspirando de una silla que se encontraba al lado de la cama en la que Gustabo se encontraba dormido.
Desde el día que se durmió, tampoco Pogo dio señales de vida, por una parte estaba más tranquilo ya que era un problema menos con el que lidiar, pero a la vez me preocupaba que estuviera planeando algo.
Salí de la casa tras haber comprobado que Gustabo se encontrará bien y si una vuelta por la cuidad. Al principio todo parecía estar como siempre, hasta que llegó un momento en el que habían cosas que no cuadraban, casas que no estaban, cosas descolocadas, hasta que llegó un momento en el que había cosas dadas la vuelta como árboles, coches, casas, etc...
En ese momento supe que las cosa no iban bien y que le sucedía algo a Gustabo, di marcha atrás y corrí hacia la casa. Llegué a la puerta de la casa y de ella escuché un grito escalofriante, abrí la puerta rápidamente y subí a la habitación en la que se encontraba Gustabo. Entré y me encontré a Pogo de pie al lado de Gustabo con su mano en la frente de este, Gustabo tenía los ojos en blanco. Sin pensármelo agarré la pistola y disparé, no le llegué a dar pero hice que se fuera. Me acerqué a Gustabo y este sobresaltado despertó, nos miramos uno al otro durante un par de segundos.
- ¿Estás bien? - le pregunté preocupado.
Gustabo me negó con la cabeza, se podía ver como unas lágrimas salían de sus ojos.
- Quiero morirme... - me respondió con apenas fuerza en la voz, mientras dejaba caer más lágrimas.
Me alejé de él mientras negaba.
- ¡No puedes hacerme esto, yo quiero seguir viviendo, salir de aquí y ver a mi familia! - grité histérico.
- No quiero seguir sufriendo - me respondió - No quiero hacer más daño a nadie -
- Por favor - me acerqué a él y le agarré de una de sus manos - Todo va a salir bien, saldremos de esta -
Gustabo asintió y me abrazó con todas sus fuerzas.
En el fondo no sabía ni por dónde empezar, pero tenía que tranquilizarlo, si él moría yo también...
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¿Gustabo o Pogo?
De TodoToda esta locura empieza con el asesinato de una familia hace varios años, que provoca que el niño menor de esta viva en la calle provocándole serios problemas mentales. ...