¿Gustabo o Pogo?

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Gustabo/Pogo
- Joder, tenía que ser discreto - me dije al pensar en el joven que acababa de matar.

Saqué las llaves de mis bolsillos y me adentré en el apartamento. Me sorprendió al no ver al superintendente en la planta baja. Pero no tenía tiempo para tonterías, había venido con dos misiones y tenía que cumplirlas antes que notaran la ausencia de Gustabo.

Mi primera misión consistía en destruir la carta. Estos días atrás estuve vigilando a Gustabo para que no se metiera donde no debía y la vi. Una carta dirigida hacia Mathias, ahora en posesión de Gustabo, tanto uno como el otro no deben saber nada de la vida del otro.

Primero me dirigí al baño, para limpiarme la herida que me había hecho el chico al intentar defenderse, me la desinfecté y preferí no vendarme ya que llamaría aún más la atención.

Luego me dirigí hacia mi habitación, nada más entrar empecé a rebuscar, busqué entre los cajones, entre los bolsillos de las prendas de ropa... ¡Pero nada!, ¡No estaba!.

- Piensa como Gustabo... - me dije entre dientes - Si supiera que mi vida está en juego por esa carta, ¿Dónde la escondería? - pensé.

Recorría la habitación de un lado a otro, no se me ocurría nada. Me senté en el borde de la cama rendido y miré a mi alrededor cuando mi vista fue a parar a un cuadro que estaba colgado al lado de la puerta.

- Que cuadro más feo - pensé mirándolo con asco - Espera un momento... - me dije.

Me acerqué al cuadro, lo descolgué de la pared con cuidado y lo volteé.

- Muy listo Gustabo... - dije al ver la carta en la parte trasera del cuadro, la agarré y me la guardé. La quemaría cuando tuviera tiempo, aún me queda que cumplir una misión y esta es más complicada.

Salí de mi cuarto y me dirigí al de Jack. Abrí un poco la puerta para comprobar que estuviera dormido, cuando lo vi acostado en la cama entré y me acerqué a él. Le puse una mano encima de su frente  cerré los ojos y me concentré para buscar a Diego. Cuando lo hice me separé de él para comprobar si lo había hecho bien.

Jack se levantó de la cama, abrió los ojos y me miró.

- Cuanto tiempo... - me dijo con una sonrisa.

- ¿Diego? - pregunté para comprobar que era él.

- El mismo, en carne y hueso... bueno... más o menos - me dijo soltando una leve risa y mirando su cuerpo.

- Sabes que no estoy para bromas, traicionaste a Elliot - le solté serio.

- ¿Entonces para que me has llamado?, sabes que como se entere Elliot te encierra a ti también - me preguntó.

- Quiero saber donde guardó Jack las fotos de su familia - le respondí.

- ¿Y qué me das a cambio? - me preguntó mientras se cruzaba de brazos.

...

Sinceramente no tenía nada para darle a cambio, primero pensé en su libertad, pero yo no sé la podía dar, solo Elliot.

- Me lo suponía... - respondió después que nos quedáramos en silencio.

- ¡Si te puedo dar algo! - le dije - Se que encerrado ahí adentro lo único que puedes hacer es observar... te puedo dar diversión - dije sonriéndole.

- ¿Diversión? - preguntó sonriendo.

- Y si todos mis planes salen bien, te liberaré - le propuse.

- ¿Cómo conseguirás mi libertad? - me preguntó.

- Bueno... Elliot está muy mayor y está al borde de la muerte, si el muere el poder pasa a otro familiar y como tú estás encerrado... seré yo el que tenga el control y te podré liberar - le respondí.

- Suena bien... ¡Vale acepto!, después de todo no puedo hacer nada más que quedarme observando en las sombras - me dijo - Las fotos que buscas están metidas en una caja que está enterrada al lado de unos árboles en la playa -

- Gracias, disfruta de tu descanso- dije divertido.

- Nunca cambiarás - me dijo riéndose. Le di un leve golpe a Jack en la frente y volvió a caer dormido.

Acosté de nuevo a Conway en la cama y me volví a mi habitación, yo también debía de irme, ya buscaría la caja otro día, mientras estuviera escondida no sería un peligro. Me acerqué a la ventana de la habitación y saqué la carta junto a un mechero, lo encendí y quemé un poco el borde de la carta. Estuve observándola como se iba consumiendo y cuando solo quedaba un trozo de esta la tire por la ventana.

Me tumbé cansado en la cama y cerré los ojos...