Conway
- Bueno... - dije apoyándome en la mesa que me separaba de aquel hombre vestido de negro, pero esta vez iba sin el pasamontañas, podía ver su cara llena de moretones y alguna que otra herida que todavía seguía saliendo sangre de ella.
- ¿Me vas a contar algo? - le dije.
- Primero quiero ver a mi compañero - dijo en un tono serio.
- Tu amiguita esta muerta, no sobrevivió al disparo -
...
- Ya te he proporcionado la información que querías, ahora cuéntame, ¿quién es el líder? - golpeé la mesa cabreado, estaba empezando a perder los nervios con este chico.
- No se nada, a mi compañero le llegaban las órdenes y nosotros dos las cumplíamos - dijo nervioso.
- Pues muy bien... si no sabes nada ya no nos sirves... ¿Cómo te gustaría morir? - dije mientras me miraba las uñas.
- ¡Espere!, escuché que mi jefe ya había estado una mafia anteriormente, pero no sé en cuál -
Me quede pensativo un rato, hace años que todas las mafias habían caído junto con sus integrantes, era imposible que su jefe fuera un integrante de aquellas mafias.
- No me has respondido a mi pregunta - dije cruzándome de brazos.
- Por favor, escúcheme, le juro que no sé nada más. Lo que más valoro es mi vida, por favor le digo la verdad, si quiere puedo trabajar para usted, pero por favor no me mate - me suplicó.
Claramente no le iba a dejar suelto, tampoco sabía si estaba diciendo la verdad, pensé que la mejor opción sería, interrogarle mañana otra vez a ver si dice algo y ya veo lo que hago con él.
Me acerqué a él y comprobé que seguía esposado.
- Hoy pasarás una noche entre barrotes - dije agarrándole del brazo.
- Gracias, gracias, gracias...- me repitió mientras le sacaba de la sala de interrogatorios.
Abrí una de las celdas y le encerré allí.
Cuando me dirigía hacia mi despacho me encontré con Michelle.
- ¿Qué has hecho al final? - me pregunto.
- Mañana le volveré a interrogar a ver si canta algo más, me ha dicho que había escuchado que su jefe había estado anterior mente en una mafia - le respondí.
— Pero eso e- — no termino la frase ya que le interrumpí.
- Lo se, se que es imposible pero investiga por si acaso, le teme muchísimo a la muerte, seguro que nos cuenta todo al pie de la letra si fuera verdad -
- Vale, pero piensa rápido lo que vas a hacer con él antes de que se pudra en esa celda -
- 10-4 - le respondí y seguí mi camino hacia mi despacho.
Michelle
Eran sobre las 6 AM, me encontraba leyendo los informes de todas las mafias que habían sido desmanteladas. Agarre la taza que tenía a mi lado y le di un sorbo, lo único que me podía mantener en pie hoy era una buena taza de café. Decidí tomar un descanso así que cogí el teléfono y empecé a mirar los mensajes que tenía, hasta que me encontré con uno de Jack, en el que ponía:"Saca al sujeto y mételo en la sala de interrogatorios 3, estaré allí en unos 20 minutos"
- Joder, puto vago de mierda -
Abrí uno de los cajones de mí escritorio y cogí la llave de la celda correspondiente al sujeto. Me dirigí hacia las celdas, pero a mitad del camino un olor insoportable entro por mi nariz.
- Que coño es ese olor, que mal huele -
Seguí mi camino con el brazo tapando mi nariz, cuando llegue a la celda del sujeto mire el interior.
- Hostia - dije al ver aquella escena tan horrible.
El chico se había ahorcado con las esposas que ahora estaban rodeando su cuello.
Decidí salir de aquel lugar y esperar a que llegase Jack.
...
Paso un buen rato cuando vi a Jack acercándose junto a Gustabo.
- ¿Que coño es ese olor Michelle? ¿Y que haces aquí? - pregunto Conway enfadado.
- ¿Te acuerdas que el chico le temía a la muerte?, pues creo que ha decidió enfrentarse a ella - le respondí.
- No entendido lo que me quieres decir -
- Ven y te lo enseñaré - le dije y le guié hacia la celda con el cuerpo todavía dentro.
Pude ver la cara de asombro de Jack, no le cuadraba nada de lo que había pasado. Mire a Gustabo, este en cambio mostraba seriedad en su cara, al parecer sin importarle mucho la situación.
- ¿No te sorprende? - le pregunté.
- Sinceramente me da igual, hasta pienso que ha hecho lo que tenía que hacer - me respondió levantado sus hombros.
La verdad me sorprendió muchísimo su respuesta, ya sabía que él lo quería muerto, espera... él lo quería muerto... ¿y si?...

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¿Gustabo o Pogo?
RandomToda esta locura empieza con el asesinato de una familia hace varios años, que provoca que el niño menor de esta viva en la calle provocándole serios problemas mentales. ...