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Pogo
Desperté debido a los tiros que resonaban por toda la ciudad y que no parecían cesar, me encontraba encima de lo que parecía ser una camilla, algo incomoda debido a que estaba rota, me senté sobre ella como pude y encontré a varias personas de la mafia apartados charlando tranquilamente, al parecer nos encontrábamos en un callejón el cual estaba muy bien protegido. Llevé mi mano a la cabeza y cerré los ojos, todavía no se me habían pasado los efectos del todo.

- ¿Cómo te encuentras? - preguntó una voz muy conocida.

Abrí mis ojos de nuevo y miré hacia la dirección de la que provenía esa voz y me encontré con Jack el cual revisaba cuidadosamente el arma que tenía en sus manos.

- Estoy perfectamente - respondí mientras intentaba levantarme despacio para hacer que el dolor de la pierna fuera el mínimo, cosa que fue imposible haciendo que soltara un quejido.

- Creo que deberías descansar un rato más -

- ¿Cuánto tiempo he estado inconsciente? - pregunté ignorando totalmente la recomendación de Jack.

- Pues... unas 3 horas más o menos - dijo con duda.

- ¿¡Qué!? - solté y me puse rápidamente de pie.

Me dirigí a donde se encontraban todos esperando a que despertase.

- No quiero veros descansando ni un segundo, así que ya podéis salir allí y comenzar a matar a esos policías de pacotilla - ordené.

Instantáneamente todos se levantaron y obedecieron mis ordenes.

- ¿Con qué intención haces todo esto? - me preguntó Jack entregándome un arma.

- Primero tu te vienes conmigo y segundo tengo que... - un grito de al parecer una niña pequeña me interrumpió.

- ¿Lo has escuchado? - me preguntó.

- Claro que lo he escuchado idiota - le respondí para luego salir de aquel callejón en el que nos encontrábamos.

Mire de un lado a otro desorientado, no sabía donde me encontraba. Me quedé allí parado unos segundos cuando vi a un hombre enmascarado llevarse a una niña la cual lloraba y pataleaba.

Respiré hondo y apunté cuidadosamente con el arma a la cabeza de aquél individuo, si fallaba unos centímetros podría darle a la niña, con temor apreté el gatillo y di justo en el clavo. Corrí como pude hacia la niña y revisé si estaba bien, esta levantó la vista y comenzó a llorar más fuerte que antes mientras se aferraba a mi cuello.

- No sabía que te gustaban los niños - me dijo Jack que acababa de llegar corriendo de donde nos encontrábamos antes.

Yo simplemente no le respondí, abracé a la niña y como pude me levanté con ella en brazos. Miré a mi alrededor para encontrar un sitio seguro cuando vi lo peor.

- No me jodas... - dije al ver a lo lejos a la policía.

- ¿No sería mejor dejar a la niña con ellos? -

- ¡NO! - respondí y comencé a correr con ella en brazos, Jack siguió mis pasos.

- ¡A este paso nos van a atrapar gilipollas! - me gritó Jack al ver que iba bajando el ritmo.

Me dolía un infierno la pierna y sentía de nuevo brotar la sangre de la herida. De vez en cuando tropezaba, sentía que no podía seguir corriendo cuando vi a un grupo de los nuestros, como pude les silbé y estos se dieron cuenta de nuestra presencia y que nos perseguía la policía, se posicionaron y comenzaron un tiroteo con ellos.

- ¿¡Eres gilipollas!? - me gritó Jack.

- No quiero que le suceda lo mismo que a mí - solté sentándome detrás de un coche para que no nos pudiera alcanzar ninguna bala.

¿Gustabo o Pogo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora