¿Gustabo o Pogo?

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Gustabo
Estábamos los cuatro en el patrulla, todo era un caos. Nos quedaba poco para llegar al hospital, pero eso no tranquilizó a nadie de los allí presentes.

- ¡Se va a quedar ciego! - gritó Horacio con los ojos llenos de lágrimas.

- ¿Le podremos poner un ojo de plástico? - dijo Greco dudoso.

- ¡No quiero que me pongan un ojo de plástico!, ¡¿Pero... y si me muero?! - grite alterado mirando al super.

- ¡TRANQUILIZAROS TODOS COÑO! - el grito de Jack hizo que todos nos calláramos al instante.

Tal y como había dicho anteriormente tárdanos solo 1 minuto en llegar al hospital. Bajamos del patrulla y fuimos a que me atendieran de urgencia. Una mujer me atendió y me llevo a una sala, Greco y Horacio se quedaron afuera esperando, Conway en cambio hizo oídos sordos a la doctora y nos siguió.

- Súbete a la camilla, te voy a mirar la herida - me dijo la mujer poniéndose unos guantes que tenía encima del escritorio.

Cuando la doctora termino de prepararse se sentó enfrente de mi en un taburete que ella había colocado. Estuvo un rato revisando la herida de encima del ojo, la mujer agarró un algodón, me desinfectó la herida y para finalizar me puso una tirita.

- Todo parece bien, solo es una pequeña herida no hay que preocuparse - me dijo sonriéndome.

- Si no hemos venido por eso, hemos venido por lo del ojo - dijo Jack que se encontraba cruzado de brazos en una esquina del cuarto.

- ¿Ojo? - se extrañó la doctora y me miró girando levemente la cabeza.

Todo este tiempo había mantenido el ojo cerrado, me molestaba mucho el mantenerlo abierto.

- Abre el ojo por favor - me pidió.

Lentamente lo abrí. Cuando vi la reacción de la doctora al ver mi ojo empecé a temer lo peor. La mujer agarró una pequeña linterna que tenía en su bata, la encendió y me la puso enfrente del ojo.

- Tienes que hacer lo que yo te diga -

Asentí y mire la linterna.

Mira hacia arriba...

Hacia abajo...

A la izquierda...

- Vale, tienes una úlcera corneal por traumatismo ocular - dijo apagando la linterna y guardándosela otra vez en el bolsillo de la bata.

- ¿Que coño es eso? - pregunto Jack de mala forma.

- En su idioma señor significa que se a dado una buena hostia en el ojo - dijo en un tono de burla haciendo que Jack se molestara.

La mujer se levantó y se dirigió a su escritorio, allí empezó a buscar entre los cajones terminando por encontrar unas gotas para el ojo, se acercó y me las echó.

- Ah... como escuece - me quejé tapándome el ojo.

- Ahora vuelvo, voy a por el material que necesito para curarlo -

La mujer salió de la habitación y Jack se acercó a mi.

- Mira hacia la izquierda - me dijo cogiéndome de la barbilla para ver mejor mi ojo.

- ¿Cómo está? - le pregunté con temor.

- Joder si que te has dado una buena hostia - dijo en un tono serio.

Al rato apareció de nuevo la doctora, pero esta vez con varios utensilios en la mano.

- Acuéstate en la camilla - me dijo, yo la hice caso.

Cogió una gasa, la mojó en agua y me limpió el párpado. Cogió otro bote de gotas y me las volvió a echar.

- Te tengo que poner esto para mantener tus párpado abiertos - dijo enseñándome un pequeño dispositivo.

Eso parecía más un artilugio de tortura.

- Espera... espera... ¿que me vas a hacer? - le pregunté.

- Te tengo que inyectar un medicamento en el ojo - me respondió.

- No, no, no, no, no, odio las agujas y más en mi ojo - le respondí alterado y me senté en la camilla.

Cuando estaba dispuesto a levantarme Jack me cogió y me tumbó en la camilla.

- ¡Suéltame joder!, ¡No me puedes obligar! - grite todo lo que pude.

- Es por tu bien - me respondió.

- Necesito que se esté quieto señor - dijo la doctora.

- ¡No, no quiero! - grite.

- ¿No le puede dormir o algo? - le preguntó Jack.

- Necesito que este despierto - le respondió.

- ¡Quédate quieto coño! - me gritó.

- No te va a doler - me presionó la doctora.

- ¡Que no que me sueltes! - insistí.

- ¡Has estado cerca de la muerte y te asusta una puta aguja! -

- ¡Pero no en el ojo! - grite.

- ¡Te ibas a quejar igual aunque no hubiera sido en el ojo! -

Cada vez me sujetaba con más fuerza y me estaba empezando a cansar, pero necesitaba moverme, ya que así evitaría que me pusiera la inyección. La doctora vio como poco a poco iba cediendo preparó la aguja.

- ¡No se acerque! - todos los de esa sala nos estremecimos, esa voz otra vez había salido de mi.

Noté como otra persona me agarraba, mire hacia la derecha y vi que la persona que se había unido a Jack era Pogo. La doctora aprovechó ese momento en el que encontraba quieto para ponerme la inyección. No dolió la verdad lo único que noté fue una presión en el ojo.

- ¿Como te encuentras? - me preguntó la doctora.

- Yo... - no sabía que responder yo seguía mirando fijamente a Pogo y este hacía lo mismo conmigo.

- Tierra llamando a Gustabo - dijo Jack pasando su mano por enfrente de mi - ¿Que coño le has pinchado? - le preguntó a la enfermera.

Mientras estos dos discutían Pogo desapareció.

Giré la cabeza y mire a la doctora.

- Si estoy mucho mejor - le respondí.

La mujer agarró una gasa y me tapo el ojo con ella.

- Te la tendrás que cambiar, es para que absorba la sangre -

Asentí y me levante de la camilla.

- Pues ya estaría todo, que tengan un buen día - dijo la mujer.

Nada más salir me dirigí a Horacio corriendo como si nada.

- ¡Mira Horacio, soy un pirata arrr! - dije entre risas. Horacio rió ante el comentario.

- ¿Qué eran todos esos gritos? - preguntó Greco.

- Luego te lo cuento, ahora volvamos comisaría, que estos dos no se van a ir de rositas después de todo lo que han hecho - le respondió Jack.

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Buenas, ya lo había hecho anteriormente pero quiero agradeceros otra vez todo el apoyo que estáis dando a la historia.

¡Muchísimas gracias también por los 2 K aunque ya son casi 3 K! 😅

No me había dado cuenta que tanta gente leía mi historia, no suelo mirar la cantidad de personas que la leen.

También muchísimas gracias a los que me apoyáis siempre, a vuestros comentarios y sobre todo al apoyo, sin vosotr@s no hubiera conseguido nada de esto. Me hacéis muy feliz 🥺

Gracias de todo corazón 💕