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Conway
Abrí la puerta que daba a la azotea del edificio, mientras me acercaba al borde del edificio agarre el francotirador que llevaba en la espalda y comprobé que estaba recargado. Me tumbé en el suelo boca abajo, posicione bien el francotirador hacia la posición que me habían ordenado y mire por la mira del arma. A lo lejos vi a Gustabo sentado en un banco esperando.

- ¿10-35 Gustabo? - pregunto Michelle por radio. Paso aproximadamente un minuto cuando respondió.

- 5 de 5 -

- Perfecto, te avisaremos cuando veamos algo. 10-3 - dijo Michelle.

- 10-4 - terminó por decir Gustabo.

Mire por cuarta vez el reloj de mi muñeca, había pasado 15 minutos desde la última vez que hablo Gustabo por radio, aunque tampoco me preocupaba ya que desde mi posición podía verlo. Gustabo estaba en el mismo sitio de entes, pero esta vez su mirada se fijaba en el suelo. Seguí inspeccionando el lugar cuando vi a dos hombre vestidos de negro acercándose a la posición de Gustabo.

- Se dirigen hacia tu posición, dos hombres vestidos totalmente de negros y encapuchados - dijo Volkov por radio.

Vi a Gustabo levantar la vista y fijarla en aquellos dos sujetos. Cuando estaban lo suficiente cerca Gustabo se levantó y comenzaron una conversación que estaba durando una eternidad.

De un momento para otro los dos sujetos arrastraron a Gustabo hacia un local.

- Esto me da mala espina - dije por radio.

Vi como los tres se adentraron al local y cerraron la puerta detrás suya, comprobando antes que no les había visto nadie.

Pasaron 10 minutos y no los habíamos visto todavía salir, Gustabo tampoco había contactado con nosotros en ese tiempo. Vi a Horacio salir del coche en el que se encontraba vigilando y se dirigió hacia el local.

- ¿A donde coño vas?, quédate en el puto coche - le dije por radio.

- Voy a salvar a mi hermano - me respondió Horacio.

Gustabo
Llevábamos un buen rato en aquel sitio mugroso, nadie hablaba, solo nos mirábamos entre nosotros, hasta que un teléfono sonó. Uno de los sujetos sacó el teléfono de su bolsillo del pantalón y cogió la llamada. Mire a mi izquierda y el otro sujeto no me quitaba la mirada de encima. El del teléfono se giró y le hizo un gesto al que me estaba mirando, al instante salió de la sala. El sujeto del teléfono lo colgó y se acercó a mi lentamente. Tragué saliva.

Sin esperarme aquel movimiento me cogió del cuello impidiendo que pudiera respirar.

- Dime, ¿para quien trabajas? - me pregunto el sujeto con una voz seria.

Intenté hablar pero lo único que salió de mi boca fue un jadeo dejando mis pulmones completamente vacíos de aire. En ese momento entro Horario y le disparo haciendo que me soltara. Me encontraba retorciéndome en el suelo intentando recuperar el aire cuando escuché un disparo y vi a Horacio caer al suelo. Al verlo caer recupere fuerzas al instante.

Fui corriendo hacia Horacio.

- No me dejes Horacio, eres lo único que tengo... - dije apoyando mi cabeza en su pecho.

Sentí como me agarraban y me arrastraban hacia atrás alejándome de Horacio, el otro sujeto se subió encima de mi y me pego un puñetazo seguido de otro más. Cuando fue a dar el tercer puñetazo se lo pare con la mano, rodé por el suelo todavía con el sujeto encima quedando yo ahora encima de él. Con todas mis fuerzas le pegué un puñetazo, seguido de otro, de otro, de otro... solo de pensar en que Horacio había sido abatido me daba mas ganas de matarlo a puñetazos.

Escuché a alguien corriendo detrás de mí pero eso no me importó, yo le seguía dando puñetazos al sujeto.

- ¡Gustabo para lo vas a matar! - me dijo Michelle cogiéndome de los hombros intentando separarme de aquel hombre pero no tenía la suficiente fuerza.

- ¡Ayúdame joder! - dijo Michelle.

Al instante noté como alguien más me sujetaba y me apartaban de aquel hombre que había dejado medio muerto en el suelo, me intenté soltar del agarre pero fue imposible.

- ¡Gustabo! - gritó Horacio corriendo hacia mi y me abrazo.

¡Estaba vivo y se encontraba perfectamente!, el abrazo que me proporcionó me permitió tranquilizarme.

- Pero...¿cómo? - le pregunté.

Horacio se separó de mí y se levantó la sudadera dejando ver un chaleco antibalas. Suspire agotado y vi como Volkov esposaba al sujeto.

¿Gustabo o Pogo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora