Conway
- ¡No puede ser! - di un golpe en la mesa haciendo que Horacio se asustara.
- Es lo que me ha dicho Michelle... - dijo en un hilo de voz mientras entrelazaba sus dedos.
- Tenemos que pensar y rápido - me senté de nuevo en mi silla y miré la pantalla del ordenador en busca de algo.
Primero no tenemos ni rastro de Gustabo, pero sabíamos que iba a participar en la purga. Agarré uno de los tantos papeles que tenía sobre mi escritorio y miré la copia de la inscripción de Gustabo.
- Tenia planeado esto desde hace días - miré a Horacio y este tranquilamente se sentó en una de las sillas de enfrente del escritorio.
- ¿Con qué propósito quiere presentarse? - me preguntó el de cresta.
- ¡Al parecer tiene intención de provocarme el hijo de puta! - dije mostrándole la inscripción.
En la parte superior de la hoja donde debía estar el nombre ponía Mathias Conway.
- Cosa que está consiguiendo al parecer - me dijo con una sonrisa súper forzada.
Suspiré y me recosté sobre la silla.
- Ya no se que hacer - me quité las gafas y pasé mis manos por mi cara frustrado.
- Deberías tomarte el día libre - me comentó.
- Si claro y mientras tanto mi hijo el psicopata se carga a cinco personas más - dije irónicamente.
- Pues al menos salga de este despacho, llevas días sin salir de aquí - me comentó levantándose de la silla.
Horacio se dirigió hacia la puerta, pero antes de abrirla paró en seco.
- Y debería airear esto que huele a viejo - dijo entre risas y salió corriendo.
Gruñí ante ese comentario, pero sinceramente no tenía ganas de ir detrás de él para darle de porrazos. Tampoco quitaba que cuando le viese le reventaría.
Cerré los ojos por unos segundos para intentar relajarme, disfrutar de ese silencio que había en el despacho, un silencio que no duró mucho ya que fue interrumpido por una voz en la radio.
- Superintendente ha llegado un aviso sobre un robo de un auto, al parecer la descripción del sujeto coincide con la de Gustabo, ¿Quiere unirse a la persecución? -
Aquel aviso me tomo por sorpresa, me quedé en shock unos segundos y cuando reaccioné agarré la radio y respondí.
- Voy ahora mismo -
Nada más informar, salí del despacho corriendo llegando a la planta baja, allí tuve que empujar a unos cuantos civiles para poder llegar al parking cuanto antes. En el parking me encontré con Horacio, que justamente iba a la misma persecución.
- ¿Vehículo? - me preguntó.
- Mery- dije subiéndome a mi moto.
Agarré la radio y procedí a hablar.
- Necesito 10-20 de la persecución -
- Comisaría - me respondió alguien.
- ¿Qué? - dije extrañado, pero nadie me respondió esta vez.
¿Cómo que comisaría?
Mi pregunta fue respondida cuando un coche paso enfrente nuestra súper rápido. Sin pensármelo dos veces comencé a seguirle.
El coche nos llevaba a todos bastante ventaja, pero no dejaría que se escapara, ni de coña. Aceleré aún más hasta llegar a una velocidad muy peligrosa para una moto. Miré a mi lado encontrándome con Horacio, este también había acelerado hasta quedar a la misma altura que yo. Horacio hizo un gesto raro hacia su cabeza, al principio no lo había entendido, hasta que caí en la cuenta de que no llevaba el casco. En ese momento el coche frenó repentinamente haciendo que avanzáramos unos cuantos metros, frene lo más rápido que pude haciendo que las ruedas quedaran marcadas en el suelo, miré hacia atrás con intención de ver la dirección a la que se iba a ir el coche, pero al parecer volvió a acelerar hacia nuestra dirección. Cuando quise darme cuenta de las intenciones de aquel conductor, el coche ya estaba muy cerca.
Horacio
Frené lo más rápido que pude al ver que tanto el coche como el súper habían frenado, cuando fui a mirar hacia atrás escuché un gran golpe.Abrí mi boca sorprendido al ver como el coche se llevaba por delante el cuerpo de Jack, cuando su cuerpo calló a la acera se escuchó un gran estruendo que me provocó un escalofrío por todo el cuerpo.
Bajé de la moto, tiré el casco que llevaba puesto y corrí hacia el. El sujeto había escapado, pero me daba igual, lo que más me importaba ahora era Jack. Llegué al lado de su cuerpo, tenía un charco de sangre alrededor de su cabeza, estiré mis brazos hacia el con la intención de tomarle el pulso, pero no pude, llevé mis manos a mi boca, las lágrimas comenzaron a surgir de mis ojos al recordar que no llevaba el casco puesto.
Varios agentes llegaron a mi posición con intención de llevar a Jack rápidamente al hospital, un agente fue a agarrarlo cuando le grité.
- ¡No le toques! - el agente se fue alejando poco a poco de su cuerpo.
— El-el... no llevaba el casco, si le movéis podríais matarle — le dije sollozando — si aún sigue vivo... — dije en un susurro que solo yo pude escuchar.
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¿Gustabo o Pogo?
RandomToda esta locura empieza con el asesinato de una familia hace varios años, que provoca que el niño menor de esta viva en la calle provocándole serios problemas mentales. ...