Gustabo
Abrí mis ojos lentamente hasta que pude acostumbrarme a la luz que había en la habitación, cuando conseguí abrirlos levante la mirada y vi a Horacio durmiendo en una silla de mi habitación.- Que susto joder - dije poniendo una mano sobre mi pecho, al verlo sentado ahí me había asustado.
La verdad es que hoy me encontraba mucho mejor, lo que sí tenía era bastante hambre ya que no había comido desde hace casi dos días. Pensé en despertar a Horacio y preguntarle si quería comer algo, pero me daba tanta ternura que fui incapaz de despertarle.
Bajé poco a poco por las escaleras para no caerme, me dirigí a la cocina y cuando llegue empecé a mirar lo que había en los armarios y cajones. En uno de los armarios encontré unas galletas, cogí el paquete, me senté encima de la encimara y me llevé una galleta a la boca mientras miraba aquel apartamento tan lujoso.
Cuando ya llevaba tres galletas decidí seguir rebuscando entre los cajones.
Me llamo la atención un cuchillo que había en uno de los cajones, estaba bastante afilado, lo cogí con cuidado y coloqué la hoja del cuchillo sobre la palma de mi mano, lo volteé un par de veces para verlo mejor. Me parecía bastante absurdo que estuviera haciendo eso, claramente no era la primera vez que veía un cuchillo, inconscientemente cerré la mano con fuerza clavándome el cuchillo en la palma de la mano.
- !Ahh! - grite de dolor, cada vez este se introducía más dentro de mi piel y la sangre empezaba a manchar el cuchillo.
Intenté de dejar de hacer presión, pero mi mano no respondía, con la otra mano intentaba poco a poco tirar del mango del cuchillo para sacarlo, pero este provocaba que el corte fuera a más, "si no saco el cuchillo ya me voy a atravesar la mano", sin pensármelo dos veces volví a coger el mango del cuchillo con firmeza y tiré.
- ¡AH!, ¡JODER! - conseguí sacar el cuchillo de la palma de mi mano, pero acabe con un corte bastante profundo.
Agarre mi muñeca con la otra mano haciendo fuerza para intentar parar el sangrado, pero este no cedió, rodee mi mano con la camiseta que llevaba para que esta absorbiera la sangre, avance como pude hacia el baño.
En cuanto entre al baño extendí mi brazo en el lavabo para que la sangre cayera ahí, mi respiración era entrecortada debido a los quejidos de dolor que soltaba, mis ojos tendían a cerrarse pero intenté evitarlo levantando la mirada, cuando lo hice me tope con el espejo, pero en este no me reflejaba yo.
— ¡¿Po-pogo?! — Pogo se encontraba en la misma situación que yo, pero cogió y metió los dedos en la herida que ambos teníamos y los manchó de sangre.
Este se hacia acercó al espejo, yo hice lo contrario alejándome de el hasta quedar pegado contra la pared del baño. Pogo con la sangre que tenía en los dedos empezó a escribir algo en el espejo, este cada vez que escribía una letra el cristal chirriaba, era un sonido insoportable, cerré mis ojos aún sosteniendo mi muñeca y me deslice por la pared hasta quedar sentado en el suelo.
Cuando el chirrido terminó esperé unos segundos y abrí los ojos.
"No estás solo" leí en el espejo, la sangre poco a poco iba distorsionando las letras una a una dejando el espejo lleno de sangre.
Pude ver como Pogo cogía el mismo cuchillo con el que me había cortado y empezaba a atravesar el espejo.
- ¡¡¡VETE, DÉJAME EN PAZ!!! -
Este se acercó a mi y me cogió del cuello de la camiseta, puse mi mano en su brazo intentándole apartar, pero era imposible no tenía tanta fuerza, la otra mano se me estaba empezando a dormir y casi no la sentía, Pogo alzó el cuchillo con intención de apuñalarme, pero en ese instante entro Horacio y como si de polvo se tratase Pogo desvaneció.

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¿Gustabo o Pogo?
De TodoToda esta locura empieza con el asesinato de una familia hace varios años, que provoca que el niño menor de esta viva en la calle provocándole serios problemas mentales. ...