Mathias
La habitación se hundía en un completo silencio, levanté un poco la cabeza y miré el pequeño reloj que tenía en la pared de enfrente, este marcaba la 1:00.
Pasó aproximadamente unos 10 minutos cuando escuché el crujido de las escaleras, este era irreconocible. Me arrope mejor y cerré los ojos, al rato escuché la puerta del dormitorio abrirse, apenas pasaron unos segundos para volver a escuchar que se cerraba la puerta de nuevo.
Me destapé con cuidado de no hacer ruido y cuando abrí los ojos solté un grito.
- No me gustan estos juegos Mathias... - dijo la mujer desde las sombras - ¡Te dije que te fueras a dormir! - me gritó.
Seguidamente se llevó la mano a la cabeza mientras ponía muecas de dolor y me soltó una torta.
Mis ojos lagrimeaban mientras de fondo una risa tenebrosa se escuchaba en la habitación.
- Así aprenderás dijo con una sonrisa de oreja a oreja - caminó hacia la puerta y antes de salir de la habitación soltó - Buenas noches hijo... -
Apreté los dientes y cerré mi puño con rabia. Sin darle más vueltas me levanté y me sequé las lágrimas. Abrí la puerta sin miedo a lo que me encontrará al otro lado. Nada, solo un pasillo oscuro, así que aproveché para bajar al primer piso, abrir la puerta lentamente y en cuanto toqué el suelo de la entrada salir corriendo, pero cuanto más me acercaba hacia las casas, más raras me parecían, frené en seco cuando me di cuánta de que aquello no era una calle, si no un muro gigante con un proyector que simulaba la calle.
Caí al suelo con todas las esperanzas rotas.
- ¿Estás solo mi pequeño amigo? - escuché.
Miré a un lado y a otro pero no había nadie.
- Pogo siempre está contigo - volví a escuchar.
- ¿Me puedes ayudar a salir de aquí? - pregunté desesperado.
- ¡Claro que sí!, sólo necesito que vuelvas y pases la noche aquí, mañana será otro día -
Con una poca esperanza en mi interior le hice caso, volví a la casa y me mentí en la cama, tardé apenas unos segundos en caer dormido.
...
Me desperté y sentí como todo el cuerpo me dolía, abrí lentamente los ojos y lo que vi me aterrorizó. Toda la habitación se encontraba llena de sangre al igual que mi ropa, quedé en shock, estuve así hasta que varias personas entraron en mi habitación, unos vestidos con batas blancas y entre ellos estaba Luna con un vendaje ensangrentado en el brazo.
- ¡Mathias! - dijo corriendo a abrazarme - ¡Felicidades!, ya eres de los Conway -
Yo no entendí nada, ¿que tenía de bueno esto?. Un hombre de los de bata blanca procedió a hablar.
- En total fueron 10 puñaladas al gato más la del brazo de Luna - dijo apuntando en un portapapeles.
¿Yo he hecho todo esto?, pensé.
Sin decir nada me levanté de la cama y me dirigí al baño. Cuando entré me miré en el espejo, tenía toda la boca ensangrentada haciendo una forma de una sonrisa. Sin poder asimilarlo abrí el grifo y intenté limpiarme la cara lo antes posible.
- He hecho daño y he matado - dije entre lágrimas mientras caía al suelo.
...
Pasaron 2 días y simplemente me limitaba a comer y dormir, no aguantaba más aquel dolor y por fin ese día decidí terminar con todo.
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¿Gustabo o Pogo?
SonstigesToda esta locura empieza con el asesinato de una familia hace varios años, que provoca que el niño menor de esta viva en la calle provocándole serios problemas mentales. ...