¿Gustabo o Pogo?

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Conway
¿Alguna vez habéis vivido vuestra peor pesadilla o algo que no queréis vivir se cumple?, desgraciadamente yo las he vivido... Toda mi vida ha sido rodeado de desgracias, pero no porque tenga mala suerte o porque sea un anormal... no, definitivamente no, lo que me sucede es gracias a todos los errores que he cometido en mi vida. Mi primer error fue caer en la tentación de aquel espíritu que ahora se hacia llamar "Pogo". También tiene parte de culpa mi padre, por no haber estado en todos aquellos momentos tan frágiles en mi vida en el que le necesitaba. Al parecer lo de no ser buen padre lo heredé de él.

Cuando mi madre murió me derrumbé totalmente, la única persona que me amaba en este mundo se había ido y estaba claro que no iba a volver. Me sentía destrozado, me pasaba todo el día en mi habitación junto con la compañía de Alpha, uno de los mejores regalos de mi vida y como no me lo hizo mi madre...

Bueno... prefiero no recordar aquello, mejor dejemos atrás aquel tema...

Uno de mis mayores temores era perder a mi familia, una que yo mismo destrocé.

¿Otro de mis miedos?, el mismo que estaba viviendo ahora...

Me encontraba sentado en la sala de espera, Gustabo había entrado hace un buen rato a una sala que nos indicaron anteriormente en recepción.

Había costado un poco meter a Gustabo en aquella habitación ya que se seguía resistiendo, una vez dentro y ya sentado en una silla que había no tuvo más opción que quedarse allí.

Horacio se tuvo que ir ya que llamaron de urgencia de un código 3 y prefirió ir él y que yo me quedase.

Suspiré y me acomodé mejor en aquella silla tan incomoda. Dirigí mi mirada a la pared que tenía enfrente y me hundí de nuevo en mis pensamientos...

Cuando Julia me contó que se había quedado embarazada fui la persona más feliz del mundo, pero por otra parte tenia miedo... mucho miedo... Pocos sabían que lo de "Pogo" era hereditario y yo era uno de esos "pocos"; tampoco sabía cómo afrontar aquel momento cuando llegara. Yo me libré de "Pogo" gracias a que hice un pacto con él, el que cumplí y me dejó en paz.

Una pregunta muy frecuente que me hacía durante ese tiempo fue... ¿Cómo le diría a Julia que nuestra hija acabaría asesinando a gente?, intenté encontrar las palabras adecuadas para explicárselo, pero ya era tarde, ella estaba tan feliz con su hija recién en brazos que no pude... simplemente no pude...

Pasaron los años y Danielle no padecía ningún signo de locura ni nada por el estilo.

Julia se volvió a quedar embarazada, pero esta vez no me preocupé sobre aquel tema. Al principio pensé que se habría acabado, que no volvería más... pero estaba muy equivocado...

Todo empezó cuando las pesadillas, todas las putas noches igual, yo no pensé que fuera por "Pogo", después de todo los niños suelen tener muchas pesadillas...

El sonido de una puerta abrirse me hizo volver a la realidad; de esta salió Gustabo y como si nada se sentó al lado de mi.

- Quiere hablar contigo - soltó sin más para después sacar el telefono.

Le miré extrañado, ¿Por qué estaba así de extraño?, bueno... por una parte era normal después de todo le obligué a venir aquí a la fuerza... si, creo que será eso.

Me levanté, entré en aquella sala y me encontré con una mujer buscando entre unos papeles.

- ¿Para qué me querías? - dije cruzándome de brazos aún permaneciendo de pie.

La mujer nada más escuchar mi voz levantó la vista y dejó los papeles a un lado.

- ¿Hace cuánto que usted no asiste a un psicólogo? - me preguntó agarrando un portapapeles.

- Yo no tengo porque darle mi puta información personal - dije molesto.

- Ya pero... -

- Yo he venido a ver cómo está mi hijo mentalmente, no para saber mi estado - le dije.

Me frunció el ceño y se sentó en una silla que se encontraba al lado de un escritorio.

- Yo le veo que está bien, lo único que me ha comentado varías cosas que le preocupan - me comentó.

- ¿Cuáles son? - pregunté.

- La primera es que siente mucho estrés - hizo una pausa repentina - No me ha dicho el motivo -

La verdad es que después de todo lo que le ha sucedido es normal que tenga mucho estrés, hasta yo lo pensé; definitivamente necesitaba estar tranquilo por unos días.

- ¿Hay más? - le pregunté.

- Si, pero esta es más extraña... me ha comentado que mientras estaba en coma escuchó a una tal Michelle que tramaba algo contra vosotros y también decía algo relacionado con una mafia -

Después de que me dijera aquello me quedé inmóvil en el sitio.

¿Enserio Michelle planeaba algo contra nosotros?...

- No puedes hablar con nadie más sobre esto - le dije señalándola una vez que había vuelto en mi.

La mujer asintió con temor y salí de aquella habitación.