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Conway
Desde ese día las cosas cambiaron, Gustabo se fue de casa, nadie sabia donde estaba ni siquiera Horacio. También dejó de ir a trabajar, al principio pensé que seria solo por un día... o tal vez dos... o tres... pero pasaron las semanas y nadie le había visto aparecer por comisaria, ni mucho menos nadie había hablado con él, claramente incluyéndome.

Durante estas semanas no faltaron los rumores, tampoco faltaron las bromas de "¡Hemos visto a Gustabo!" cuando estos solo querían echarse unas risas.

Volví a experimentar aquella soledad en mi apartamento, en el que solo se podía escuchar el silencio. Los primeros días dormí en la habitación que algún día fue la de Gustabo, poco a poco empecé a perder la paciencia y terminé durmiendo en comisaria, no quería volver a mi apartamento, lo único que hacia allí era comerme la cabeza diciéndome: "El no volverá nunca", "Volviste a perder a la única persona que amabas" o las simples palabras que me dijo Gustabo aquel día: "Te odio".








Me encontraba revisando documentos junto a Michelle de todas las mafias que habíamos desmantelado o que habían caído. Agarré un documento en el que ponía "Emilio Escobilla", lo abrí y empecé a inspeccionarlo.

- Nos falta la autopsia de Emilio Escobilla - dije sin ganas dejando su ficha junto con las demás.

- Qué raro, yo juraría haber metido todas las autopsias de cada mafia juntas - dijo extrañada - Tendré que volverla a pedir -

Suspiré y agarré otra ficha sin mirar a quién pertenecía esta, pasé la hoja y vi de quien era; "Gustabo García", cada una de las fichas venían con una foto de a quien le pertenecía, la agarre cuidadosamente como si esta se fuera a romper solo con tocarla y la estuve observando un buen rato hasta que Michelle se dio cuenta de lo que estaba sosteniendo.

- Deberías ir a descansar, ya terminaré yo sola lo que queda - me dijo poniéndome una mano en mi hombro, asentí, guardé la foto en su sitio y me marché sin decir nada.

Llegué a comisaría encontrándome con Volkov, este llevaba su ropa de diario ya apunto de salir de servicio.

- ¿Ha pasado hoy algo interesante? - le pregunté, este al escuchar mi voz se giró para mirarme a la cara.

- Si quieres saber si Gustabo se a presentado por comisaría la respuesta es no - me respondió sabiendo a que me refería con la pregunta que le había hecho.

Volkov se despidió y salió por la puerta principal, en cambio yo subí a mi despacho, que quité la chaqueta que llevaba y me tumbé en el sillón.

- ¿Y si no le volvía a ver nunca más? - me pregunté y me acomodé mejor.

Comencé a pensar en muchas cosas quedándome dormido mientras lo hacía.






Sentí como alguien me llamaba a lo lejos y me desperté de golpe encontrándome con Brown.

- ¿Qué quieres? - pregunté molesto.

- Que buen despertar tienes - dijo rodando los ojos.

- ¡Qué me respondas! - le grité.

- Solo venía a informarle de que Gustabo esta abajo en recepción - dijo cruzándose de brazos un poco indignado.

- Seguro que es una de tus putas bromas - dije intentándome despejarme un poco.

- ¡Qué se lo digo en serio superintendente! -

— Sal de mi despacho antes de que te-... — pero un grito que se escuchó por toda la comisaria me interrumpió.

Rápidamente me levanté, salí de mi despacho, bajé las escaleras corriendo, abrí la puerta que daba a recepción y allí me encontré a Horacio hablando con alguien.

¿Gustabo o Pogo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora