6

1.2K 136 13
                                        

Gustabo

Horacio y yo nos encontramos en un callejón con una persona que nos habíamos encontrado por la calle y nos había insultando.

- ven cobarde - dijo aquel hombre.

Esas palabras provocaron que Horacio le pegara un puñetazo en la cara así mostrando un hilo de sangre en la nariz del desconocido.

Yo solo me limitaba a mirar como se pegaban de puñetazos hasta que uno calló al suelo.

Horacio corrió hacia a mi para cogerme de la mano y salir corriendo dirección al coche, que rápidamente había arrancado y ya se encontraba conduciendo.

- que paliza le has pegado al payaso ese - dije mientras me abrochaba el cinturón y soltaba una leve risa

- Gustabo... voy volver a por el - esas palabras me sorprendieron mucho.

- ¿porque vas a volver a por ese trozo de basura?, ¡se merecía esa paliza! -

- soy un policía, no debería ir pegando palizas a le gente y tu también deberías replanteártelo -

- para el coche - le dije con un tono serio, pero Horacio me ignoró.

- ¡que pares el puto coche te he dicho! - la voz me cambio mucho al decir esas palabras, era completamente distinta a la mía, era más grave de lo habitual.

Horacio pegó un frenazo y paró al instante, nos quedamos un rato mirándonos uno a otro, Horacio mostraba miedo en su rostro y a la vez preocupación.

- lo siento - rápidamente baje del coche y corrí unas calles hasta perder de vista a Horacio.

Me encontraba muy mal, ¿y si pogo no había desaparecido?, ¿y si le hago daño a Horacio?, no quiero que sufra mas...

Ya habían pasado varias horas y sin darme cuenta me encontraba enfrente del edificio de Conway.

Con las llaves que me había dado Conway entre al apartamento. Un olor a alcohol inundó mi nariz en cuanto abrí la puerta, me dirigí hacia la cocina así encontrándome con el viejo dormido en la isla de la cocina, al parecer se la había pasado bebiendo ya que al lado suyo se encontraba una botella de whisky.

- Abuelo - le dije mientras le sacudía para despertarlo.

- ¡Abuelo! - le grite así consiguiendo sacarle de aquel sueño tan profundo, el me miró desconcertado.

- Que usted ya está mayor para estas cosas - le dije señalando la botella - ¿le acompañó a su habitación?-

- no estoy bien, puedo ir yo solo - me respondió con una voz ronca. Como pudo este se levantó y caminó dirección a su habitación.

Solté un leve bostezo, decidí hacer lo mismo he irme a dormir, pero antes de subir las escaleras dirigí mi mirada a la botella de whisky.

- ni se te ocurra, no puedes tomar alcohol por las pastillas - pensé y rápidamente subí las escaleras sin mirar atrás.

Entre en mi habitación y me puse un pijama que encontré en la bolsa de mis pertenencias, también saque el bote de pastillas y me tome una.

Me tiré sobre la cama y me quede un rato pensando en lo que había pasado con Horacio, pero no tarde mucho en quedarme dormido, había sido un día bastante movido.

¿Gustabo o Pogo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora