Capitulo 17.

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Ana.

Apenas entre a mi habitacion decidí tomar el celular y llamar a mis niños, hable con cada uno de ellos y les explique que ya había llegado a salvo, les di las buenas noches y les mande un beso tronado, como lo haría si no estuviera tan lejos.

Colgue y me acorde del  sobre que me dio Fernando, lo saque del bolso y lo hagarre. Por fuera se sentia muy sueve y tambien se podia notar un pequeño bulto, decidi abrilo. Lo primero que saque de su interior fue una foto de nosotros dos... recuerdo perfecto aquel día, etabamos en la biblioteca en una de nuestras citas clandestinas a media noche cuando isabella ya se habia ido de la casa, tambien habia uno de sus pañuelos, tenia su aroma, le había puesto su colonia que tanto me encantaba...y finalmente una carta.

Tenia miedo de abrir la carta, no sabia que podría decir, la saque y estaba segura que también le había puesto su colonia, porque olía a el.

“Ana...

No se muy bien como decirte todo lo que te quiero decir, no te mentiré al decirte que entiendo esta decisión, porque no es así, no entiendo como mi hermano te enredó en esta situación pero creo que ya no importa hablar de eso... Te amo, y lo sabes, eres lo mejor que me a pasado en la vida, quiero decirte que te necesito, que eres mi causa de existir, pues vivo por ti. También decirte que te debo cada segundo de felicidad, de sonreír, y espero que algún día te los pueda recompensar. Antes que te aparecieras en mi camino, todo era tan vacío, mi vida era gris y cuadrada, y sabes que era lo peor? Que no lo había notado hasta que tu me lo dijiste, no había notado lo miserable que estaba, hasta que algún día me dijiste que era “mas frío que una bolsota de hielo" “mas cuadrado que una caja de cereal", un “obsesivo" “amargado que se escondía detrás del trabajo". Sabes ese día me planteaste algo, faltaba el amor en mi vida, y como siempre tenias razón. Lograste que me volviera a acercar a mis hijos, me mostrasté lo feliz que puede ser la vida y me enseñaste a amar otra vez, a amar sin condición, sin pedir ni esperar nada a cambio.
Mi vida empezó de nuevo cuando coincidimos, cuando nos enamoramos. Te fuiste metiendo tanto dentro de mi piel que creo que mi alma te pertenece totalmente. No sabes como lamento no haber luchado por ti desde el primer instante, tal vez nos hubiésemos podido evitar tanto sufrimiento.

Decirte que te amo ya me queda pequeño, nunca podría expresarte todo lo que siento por ti con palabras pero hago mi mayor esfuerzo, eres mi bendición y todo lo que e vivido a tu lado también a sido una bendición. Cada mirada, cada abrazo cada beso, es que solo tu simple presencia es el mejor regalo que la vida pudo darme. Puedo tener un día malo, pero tan solo con pensar en ti todo cambia y me siento afortunado, así debe sentirse alguien cuando descubre un tesoro, pues eso eres para mi.

Estamos lejos el uno del otro pero aun así te quiero a ti con todo lo que eres y con todo lo que muestras, te quiero en todos los sentidos y formas posibles...

Tan solo espero que esta llama que tengo encendida no pueda extinguirse nunca y aunque hoy me encuentro lejos de tu compañia, un día terminara este tiempo de soledad y entonces sera el momento de experimentar la mayor felicidad que jamas hemos sentido antes. Solo espero que en esta valiente historia estén escritos nuestros nombres en oro, como prueba de nuestra valentía, nuestra fe y sobre todo nuestro amor.

Hasta pronto mi amor, que tengas un buen día, disfruta Madrid, porque algún día te tendrás que devolver y creeme que cuando ese día llegue no permitire que te alejes de mi ni un segundo; llevame contigo ya que tu siempre permaneces en mi, mientras ideo una forma de estar mas cerca de ti, un centímetro mas, hasta que se haya agotado la distancia y no le queden mas pruebas a este amor.

Te amo Ana, desde el primer día lo he hecho y lo voy a hacer hasta el ultimo, porque eternamente, mi corazón es tuyo"

Al otro dia temprano Ana desperto de a las 08:00 en punto, se habia quedado dormida, tenia los ojos pesados, evidentemente había llorado hasta dormirse, entro a la ducha, cuando salio se alisto y tomo su celular para llamar a sus niños y recordarles cuanto los amaba.

Las pruebas del amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora