Capítulo 103.

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Fernando.

Apenas desperte pude ver el rostro de ambas gemelas, habia dormido junto a ellas como me lo dijo, la verdad ambas son bastantes tranquilas a la hora de dormir, le pedi a Soledad que las cuidara mientras me bañaba, pues ya eran las 09:30 y desayunaria junto a Fanny y Nando. Sali del baño y me arregle para luego ir a ver a Ana tal como ella me lo habia pedido.

Fanny: a que hora iras a ver a Ana?

Fernando: mmm -viendo su reloj- apenas seran las 11:00 y me pidio que la fuera a visitar al medio día...

Nando: al medio día?

Fernando: sii, la verdad no se porque me lo pidio, pero como insistio accedi a eso.

Fanny: te tiene todo controlado papá -riendo-

Fernando: claro que no -con autosuficiensia-

Nando: papá...tu sabes muy bien que si! -sonando obvio-

Desayune con ambos y al terminar nos quedamos hablando un momento de varias cosas, apenas nos dimos cuenta cuando eran las 11:30...de aqui al hospital llegaria diez para las doce, por lo que rapidamente me disculpe con mis hijos para luego irme al hospital.

Fernando: buenos días señorita.

Recepcionista: buenos días señor, que necesita?

Fernando: nada mas vengo a avisarle que pasara a la habitación de Ana Leal

Recepcionista: deje comunicarle a la señora -sonriendole mientras tomaba el telefono-

Fernando: no es necesario, he venido varias veces, ella sabe que vendria a verla -algo extrañado-

Recepcionista: ella dio la orden señor, solo espere un momento.

Ana.
Estaba terminando de vestirme cuando sono el telefono de mi habitacion, no demore en responderlo.

Ana: bueno?

Recepcionista: señora, su esposo ya se encuentra aqui...lo autorizo a pasar o aún no?

Ana: sii, digale que pase, no hay problema!

Fernando.

Me encamine a la habitación de Ana, apenas llegue la puerta estaba cerrada, la abrí y cuando entre... No había nada. Ana no estaba ni ninguna de sus cosas, mi corazón comenzó a latir muy fuerte y por mi mente comenzaron a pasar un millar de cosas negativas, y si algo le había pasado? Y si se había agravado? Era imposible la enfermera había hablado con ella y ella había autorizado que entrara... Y si me equivoque de habitación? -entrecerre mis ojos- imposible, esta si era su habitación, rápidamente entre y mire en el baño, tampoco estaba, sali, le estaba dando la espalda a la puerta, pase mis manos a mi cabeza, donde estaría, y si alguien se la llevo? Estaba entrando en pánico, quien se la querría llevar, intentaba aclarar mis pensamientos cuando una voz me interrumpió.

Ana: las doce y diez minutos Fernando, ya me iba a ir en taxi.

Me gire y la vi allí, estaba en una silla de ruedas justo en la entrada de la habitación, traía ropa y no la bata del hospital. Por instinto camine rápido y me arrodille frente a ella.

Fernando: mi corazón estaba a punto de salirse de mi pecho y mi cabeza estaba a punto de estallar -hagarrando sus manos-

Ana: para que llegas diez minutos tarde, diez minutos antes te hubiese esperado aun en la habitación y tu corazón no se hubiese casi salido de tu pecho y tu cabeza no hubiese estado a punto de estallar -intentando contener una sonrisa- nunca llegues tarde a recoger a una chica Fernando Lascurain, son reglas básicas -mordiendo su labio para no reir- se supone ya lo deberías saber.

Las pruebas del amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora