Capitulo 125.

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Fernando: muy bien tomaste tu decisión, no digas nada, nosotros nos vamos -poniendose de pie-

Enrique miro a Fernando ponerse de pie, su arrogancia no iba a permitir pedirle que nos quedáramos pero su mirada lo delataba, necesitaba compañía así sea de las personas que tal vez mas odie, simplemente tiene una necesidad humana, todos necesitamos la compañía de alguien y no necesariamente como pareja, la compañia de un amigo, de un familiar incluso de una mascota; vivir totalmente solos en este mundo es dificil incluso es algo que puede llegar a ser desquiciante, el nunca ha tenido a nadie y acá totalmente aislado de la sociedad esta aun mas solo.

Ana: espera mi amor -jalando de su brazo-

Fernando la miro y se sentó junto a ella.

Enrique: creó que me equivoque, ya veo quien tiene entrenado a quien -sonriendo muy levemente-

Fernando miro a Enrique fulminándolo con la mirada.

A Ana le causo un tanto de gracia el comentario y sonrió un poco, no muy evidentemente pero Fernando lo noto

Fernando: te estas riendo -con los ojos abiertos finjiendo indignación-

Ana: no claro que no -mordiendo sus labios para evitar reirse-

Enrique solto una sonrisa donde mostró todos sus dientes que se veían bastante desgastados.

Fernando al notar la escena, el tipo que intento matar a su esposa se estaba riendo con su esposa burlándose de el, sonrió igualmente pero muy poco, mientras Ana entrelazaba sus dedos con los de el.

Ana: te dejan las esposas todo el día? -soltó de golpe-

Enrique levanto una ceja extrañado por la pregunta de Ana.

Enrique: te intentas hacer la buenesita conmigo aparentando preocupación para que te suelte la información? Buena tactica.

Ana: no es una táctica, realmente ni se si quiero saber además, que seguridad puedo tener de que lo que digas es cierto.

Enrique: entonces que haces aquí?

Ana: y tu para que aceptaste vernos?

Enrique se quedo como 30 segundos mirándonos, miraba nuestras manos entrelazadas luego nos miraba a ambos.

Enrique: no se les ocurra interrumpirme porque si no, no sigo diciendo mas.

Enrique dio un gran suspiro y lo soltó fuertemente.

Enrique: Isabella -dijo luego de varios segundos- Isabella vino a verme hace ya un buen tiempo, como es ella solo vino a querer humillarme y decir miles de cosas mirando sus manos- me hablo de que tenia preparado algo para hacerle a Ana, no me quiso decir que, simplemente se fue. No le preste mayor atención pues no era la primera vez que ella decía que iba a hacerte algo y al final no le salia; siempre he creído que ella esta mas desquisiada que yo -entrecerrando sus ojos- volvió mas o menos una semana después me contó que estabas en el hospital a punto de morir y de perder a las bebes -dando otro suspiro- le comencé a hacer preguntas, no me quería responder así que la provoque, le dije que no le creía, que ella no era capaz nunca de hacer nada bien y al final termino soltándolo -haciendo una pausa de varios segundos y levantando su mirada- ella te odia casi tanto como yo odio a tu esposo lo sabias? Bueno en fin -volviendo a bajar su mirada a sus manos-; ella supo que habian contratado a esa enfermera, la soborno y fácilmente ella accedió, el propósito estaba mas que en hacerte perder a las bebes, matarte a ti y como todo no le salio bueno ya todo lo que paso despues lo saben.

Ana miro a Fernando quien le devolvió la mirada, a ninguno de los dos se les hacia extraño, después de todo era Isabella de quien hablaban, Ana volteo a ver a Enrique quien los miraba a ambos.

Las pruebas del amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora