Las pruebas del amor

Capitulo 122.

Ana: te amo -separandose un poco de los labios de el- soy muy feliz con todo esto...

Fernando: y yo soy aun mas feliz porque tu lo eres... -volviendo a besarla- que te parece si vamos a cenar?

Ana: tenias todo muy bien planeado mi amor -sonriendole-

Fernando: todo tiene que ser perfecto si es para ti -tomando su mano-

Ana.

Con Fernando caminamos hasta una mesa perfectamente decorada que estaba en la terraza, habian dos copas y una champagne dentro de hielos, tambien habia un chef que servia los platos para nosotros. Asi pasamos alrededor de 3 horas, hablamos sobre todas las cosas que pasamos, sobre los niños y nuestro futuro, ambos estamos mas que ilusionados por la boda religiosa y eso me alegra bastante.

Ana: ...y ahora?

Fernando: ahora...ahora iremos a un lugar que te gusta mucho

Ana: como? -algo confundida- no iremos a la casa?

Fernando: no...pero te gustara, ven -estirandole la mano-

Mire unos segundos a Fernando y finalmente le di la mano. Volvimos a subir al helicoptero, esta vez iba mas relajada en comparacion a hace unas horas. Luego de un viaje algo largo llegamos a nuestro destino...era la hacienda, debo reconocer que me encanta el lugar, pues tengo bellos recuerdos aqui.

Ana: que hacemos aqui?

Fernando: en este lugar vamos a celebrar nuesto compromiso -sonriendole picaramente-

Ana: sii? -sonriendo- vamos a ver cuantas ganas tienes de celebrar... -acercandosele tentadoramente- lo nuestro -susurrandole en el oido-

Fernando.

Tome a Ana de la cintura y apoye mi cabeza contra la suya un momento, poco a poco ella fue rozando mi nariz con la de ella, para luego unirnos en un dulce y calmado beso.

Fernando: ven, vamos a la habitacion -caminado aun con las manos en la cintura de ella-

Ana: esta bien... -sonriendole-

Una vez que llegamos a la habitación pegue a Ana mas a mi, es increible todo lo que provoca en mi con solo besar sus labios. Poco a poco me fue desabrochando los botones de la camisa hasta quitarmela por completo, bajo sus labios hasta mi cuello y luego a mi hombro dando pequeñas mordidas, lentamente le desabrochaba el vestido y este callo casi al instante, Ana quedo solo en su ropa interior, no traia sosten, me volvia loco sentirla asi, baje mis manos desde su espalda a su cadera y pude sentir la tela de encaje.

Ana.

Baje mis manos a los pantalones de Fernando y desabroche lentamente su cinturon y luego segui con su pantalon. Una vez que se lo quite lo fui guiando hasta la cama logrando caer sobre el, me acomode pasando una de mis piernas al lado de su cadera. Los besos cada vez se hacian mas apasionadas y sentia una tortura el estar asi.

Fernando.

Poco a poco pase mis manos de su espalda a su cadera logrando bajarle su ropa interior, poco a poco ella hizo lo mismo conmigo y volvia a la posicion en la que estaba. Di un pequeño giro logrando quedar sobre ella, tome sus manos y las entrelaze con las mias para subirla a los lados de su cabeza.

Ana: te amo -en un susurro-

Fernando: igual yo, mi amor

La bese con todo el amor posible y poco a poco fui entrando en ella, haciéndola mía muy lentamente, con cada movimiento ella presionaba mis manos con algo de fuerza, los movimientos iban subiendo de intensidad, nuestros cuerpos comenzaban a sudar y nuestras respiraciones se agitaban, estire sus brazos y los coloque a ambos lados de su cabeza y entrelazamos nuestras manos, luego de un momento asi ella logro soltar una de sus manos y paso su mano por mi espalda enterrando sus uñas en mi espalda.