Capitulo 54.

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Ana.

Iba en el taxi, mis lágrimas caían muy descontroladamente, estaba muy enojada con fernando por haber actuado así, estaba muy enojada con mi mama por haberme tratado así, siempre soñé estar con ella pero no de esta manera, nunca pensé que ella me odiara, ahora hasta pienso que hubiese sido mejor no haberla conocido aunque suene muy cruel.

Respire profundo e intente calmarme un poco, sabia que lo que estaba haciendo estaba mal, no debí haberme escapado así de Fernando y por mas que no quisiera admitirlo era peligroso, aparte aunque no me gustaba que fernando haya hecho eso, no debía armar tanto drama, después de todo el se enojo porque le molestaba que ella me tratara así, tal vez solo el embarazo me tiene mas dramática de lo normal...

Recibí una llamada de Fernando, en un primer momento pensé en no contestarle pero mi corazón me ganaba, no podía enojarme tanto con el por esto, tal vez solo un poquito, además el debía estar muy preocupado.

Ana: bueno?

Fernando: mi amor me tienes muy preocupado, estas bien?

Ana: si estoy bien

Fernando: el carro de los guardaespaldas esta detrás de ti, porfavor pídele al taxi que baje la velocidad para que te alcancen, porfavor necesito saber que estas segura -sonando desesperado-

Ana: esta bien -soltando un suspiro- señor puede ir un poco mas lento? -mirando al taxista-

El taxista asintió y bajo la velocidad.

Ana: ya bajo la velocidad...

Fernando: porfavor mira si el carro ya viene detrás de ti.

Ana: espera -ana volteo a ver y vio la camioneta de los guaruras tras ella- si ya vienen atrás de mi.

Fernando: muy bien -sonando mas calmado- ana porfavor necesitamos hablar.

Ana: fernando deja que me calme un poco si? y luego hablamos

Fernando: esta bien mi vida -triste- te amo.

Colgué la llamada e intente relajarme un poco, estaba enojada con fernando pero ahora un poco menos, era hermoso ver lo mucho que se preocupaba por mi y bueno aunque si me había molestado lo que hizo, esta vez no merecía tanto mi enojo, el taxi iba en dirección a la mansión así que esperaria a llegar para hablar con fernando mas calmada, sabia que también había sido demasiado dramática y no tenia porque haberme ido así como así.

El carro de los guaruras iba mas cerca a nosotros, así que me relaje e intente despejar mi mente, pense en escribirle un mensjae de texto a fernando y mandarselo, el pobre ahora debia eatar muy triste pensando que yo aun seguia enojada con el, lo escribi e iba a presionar enviar cuando...

Senti un gran estruendo atrás, voltie y vi como el auto de los guaruras rrenaba en seco, luego pude oír varios tiros, el taxista acelero inmediatamente pero luego se escuchootro estruendo, esta vez más cerca de nosotros, habían pinchado las llantas de atrás con un disparo.

Sseñor: hagachese señora!!

Me hagache en el haciento, para evitar que una bala me cayera, el auto se detuvo completamente y oí un grito de dolor del conductor, inmediatamente vi sangre saliendo de su hombro... le habían disparado, escuche cristales partiéndose y luego los vi cayendo sobre mi, habían roto el espejo de la puerta en la que yo iba, los vidrios cayeron sobre mi ocacionandome algunas heridas en los brazos y otras en las piernas. instintivamente coloque mis manos sobre mi vientre.

Sentí que alguien abría la puerta en la que yo iba, cuando voltie lo pude ver... era enrique... sentí una escalofrío que recorrió todo mi cuerpo, me intento jalar pero yo me resistí, no separaba las manos de mi vientre.

Las pruebas del amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora