Capítulo 3.

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Las semanas pasan, tanto para Ana como para Fernando es muy difícil fingir que nada paso, pero sabían que tenían que hacerlo, ambos estaban lo mas distantes que podían, solo hablaban cuando era necesario y ambos se concentraban en sus trabajos, Ana en los niños y Fernando en la empresa.

Diego cada vez esta mas cerca de Ana y aunque esta no le da mayores esperanzas, el lo sigue intentado, siempre muy pendiente de ella. Diego ya sabía mas detalles de la vida de Ana, habia descubierto su secreto, lo que mas que sorprenderlo produjo que se sintiera más atraído; tambien Ana le conto que no conocia a su madre. Aunque el intento ayudarla con lo de su secreto le fue imposible ella se lo impidió, después de todo Ana no era una mujer interesada y sobre todo su orgullo no lo permitia, pero con lo de su mama si podria, la ayudaría a encontrarla, sabia que con eso lograría conquistarla definitivamente.

Por otra parte para Isabela todo era diferente, aunque estaba casada con Fernando este no parecía muy entusiasmado con la idea de estar con ella y los únicos acercamientos que tenían era por el bebe, ya sea por un movimiento, un chequeo medico o algo por el estilo. Por otra parte estaban los siete mocosos, a los que Isabella soportaba menos, y lo que mas le molestaba era saber que Fernando siempre los pondría a ellos por encima, sabia que Fernando se había casado con ella solo por su embarazo pero tenia la esperanza que con el tiempo, el lograria enamorarse de ella, pero es todo lo contrario cada vez parecian mas unos desconocidos y aunque la nanaca y Fernando parecían tan lejanos ahora, Isabella sabia muy bien que ella era la razón por la que Fernando no podía mirarla de otra manera.

Para Ana todo a sido muy difícil, tener que ver a Isabella como la esposa de Fernando le sigue afectando demasiado, ella sabia que no sería fácil dejar de sentir pero no pensaba que iba a parecer tan imposible, cada vez se sentía más sola y aunque Diego era un gran apoyo, su compañía solo la hacia sentir mejor momentaneamente, luego volvía a sentirse vacia, los únicos acercamientos que ha tenido con Fernando han sido estrictamente por algún tema referido a los niños o para pedir permiso para salir al chicago.

Ana se encontraba fuera de la biblioteca, le pediría permiso para salir, desde que Diego se entero la a acompañado a cada show, pero hoy se había retardado y no lo podria esperar mas o sabía que Doroteo se enojaria demasiado.

En la biblioteca.

Estaba en la biblioteca trabajando, es lo que he estado haciendo todo este tiempo desde que me case con Isabella...

*escuche que alguien abrió la puerta*

Ana: Buenas noches Don Fernando

Fernando: Buenas noches Ana

Ana: venia a decirle que ya los niños están es sus camas y bueno a pedirle permiso para salir un momento

Fernando: y podría saber a donde vas?

Todo este tiempo cuando Ana le pedía permiso para salir, notaba que se iba con Diego lo cual le molestaba demasiado y aunque sabia que no tendría que ser así no lo podía evitar, no soportaba verla con alguien mas, pero sabia que no tenia derecho a reclamarle nada.

Ana: asuntos personales señor.

Fernando: esta bien Ana, quieres que le diga a Zeus que te lleve?

En eso entra Diego a la biblioteca

Diego: no te preocupes hermanito, Ana va conmigo -voltea a ver a Ana- perdoname por llegar tarde hermosa, estaba arreglando el asunto de la factura de la guitarra de tu mama.

Ana lo mira, sus ojos brillan, es una mirada que ya conocia y no me gustaba para nada que sea a mi hermano al que estuviera mirando

Ana: la encontraste?

Las pruebas del amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora