Las pruebas del amor

Capitulo 36.

Doroteo: el dinero primero señor Lascurain.

Fernando: claro -sacando el paquete- ahh pero antes! Casi se me olvida -sonriendo con autosuficiencia- espero que se refunda en la cárcel imbécil.

Fernando.

En ese momento derribaron la puerta, en cuestión de segundos la bodega estaba siendo invadida por miles de policías, pude ver que Doroteo intento sacar su pistola y escapar pero los policías rápidamente lo acorralaron.

Yo salí corriendo hacia la habitación donde habia visto que tenían a Ana, abrí y apenas entre la vi tirada de medio lado sobre un colchón viejo, tenía su rostro cubierto de sangre, al igual que sus manos y piernas en donde tenia las ataduras.

Me hagache y le quite el trapo de la boca, ella aun no se había dado cuenta que yo había entrado en la habitación, apenas sus ojos me vieron se llenaron de tranquilidad pero también de lágrimas, quite las ataduras en sus manos y pies. Ella busco mi pecho y me abrazo hundiendo su rostro, comenzo a llorar desoladamente, yo la abrace con fuerza hacia mi, dándole la protección que necesitaba.

Fernando: shhh!! -acariciando su pelo y espalda- yo estoy aquí, ya todo se acabo.

En ese momento entraron unos policias, quienes hicieron entrar una camilla cargada por unos paramedicos, se acercaron a Ana, yo la solté para que la pudieran revisar.

Los paramedicos la acostaron en la camilla y revisaron sus heridas, tocaron su vientre y pude ver una mueca de dolor en el rostro de Ana, le levantaron ligeramente su camisa dejando ver un poco de su vientre, tenia un gran morado.

Los paramedicos salieron cargando a Ana en la camilla, yo los seguí, mientras salia pude ver como iban a meter a Doroteo y sus cómplices en la patrulla, no lo pude evitar y me dirigi hacia Doroteo dándole un puño fuerte en su rostro, un policía me jalo hacia atrás mientras a Doroteo le salia sangre de su nariz.

Fernando: yo mismo me encargare de que te refundan en la cárcel! No volverás a ver la luz del sol desgraciado.

Fernando se giro y subió rápido a la ambulancia en la que se llevaban a Ana. Se sentó a su lado y tomo su mano con fuerza, ella lo miro y le sonrió, el tocó su cachete no lastimado y con mucho cuidado le dio un pequeño beso en su frente.

Al llegar al hospital pasaron a Ana directo a urgencias, tendrían que revisarla, me quede en sala de espera, llama a la casa avisando que ya Ana estaba bien, que estábamos en el hospital revisándola.

Pasaron los minutos y llegaron Jhonny y Jenny al hospital y luego llegaron Fanny y Nando.

Pasaron dos horas y aun no nos daban información de Ana, me sentía muy desesperado, necesitaba saber como estaba preguntaba por ella a cada enfermera que salia pero ninguna me daba información. Luego de tres horas mas salio un medico preguntando por sus familiares.

Fernando: si, nosotros!

Fanny: como se encuentra Ana?

Doctor: muy bien, tenia golpes muy superficiales como los del cachete, muñecas y tobillos que solo requerían curaciones, tuvimos que hagarrarle puntos en la herida de su frente ya que esta si era mas profunda y con respecto a su vientre... Al parecer el golpe le origino una hemorragia interna lo que origino el morado tan grande que le salio, por suerte la pudimos frenar a tiempo.

Fernando: esta diciendo que la operaron?

Doctor: si señor, en un primer momento pensamos que el morado era la única consecuencia del golpe que le dieron, pero al parecer le provoco la ruptura de varios vasos sanguíneos originando la hemorragia, por eso su morado era tan grande, pero como les digo ya no tienen nada de que preocuparse, la paciente se encuentra totalmente fuera de peligro.

Fernando: y podemos pasar a verla?

Doctor: claro que si! A la paciente ya la pasaron a habitación, solo espere y la enfermera le dirá donde es

Fernando: bueno, muchas gracias doctor.

Pasaron cinco minutos y la enfermera los dirigió a la habitación en que tenían a Ana, apenas entraron ella se giro a verlos, estaba despierta.

Fanny: Ana!! Gracias a Dios esta bien.

Jenny: si mi carnalita! Ya ese desgraciado no te podrá hacer nada.

Jhonny: ahora se refundida en la cárcel.

Ana solo sonrió.

Ana: y gracias al mejor del mundo que me rescato -mirando a Fernando-

Fernando: no fui yo solo Ana, la policía hizo un gran trabajo.

Jenny: sii, pero tu te arriesgarste mucho al entrar solo en el primer momento.

Fanny: si papa, fuiste como la carnada.

Jhonny: y eso no lo hace cualquiera.

Fernando: yo haría eso y mas -mirando a Ana-

El cuarto del día de hoy, dejamos para el final uno muy... especial, esperamos que les este gustando mucho el maratón, gracias por los votos y los comentarios y porfavor no paren de opinar.

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